Hoy traemos al tapado de Haaland. ¿A quién? Pues al futbolista del que no se estaba hablando en prensa porque los goles los estaba poniendo el joven noruego de 19 años. Un japonés de 24 años que estaba haciendo el fútbol en el Red Bull Salzburg; un fútbol que ya se encargaba Haaland de transformar en goles. Pero veamos un poco más de cerca al futbolista que hoy nos ocupa.
En su día ya hablamos de Haaland y del Red Bull Salzburg. En el artículo que escribimos sobre el equipo austriaco, nos planteábamos la posibilidad de que el equipo de Salzburgo pudiera estar capacitado para conseguir un título europeo, analizando (de un modo correctamente argumentado por mi compañero) el equipo que había más allá de Haaland. Y dado que veníamos de hablar del delantero noruego, parecía oportuno hacer ver el valor del equipo que, cual "iceberg", hacía salir a flote los datos de Haaland. En aquel artículo se hacía mención especial a un proyecto, a una idea, a una forma de entender el fútbol. Y todo parecía seguir el curso de lo que indicamos en su día. Pero, sin duda, las salidas de Haaland y Minamino me llevan a dudar del posible éxito del proyecto a corto plazo. En lo que queda de temporada como mínimo. Pero, aunque el 2º clasificado esté a 2 puntos, con el 3º a 12 puntos en la liga austriaca, con sólo 18 goles en contra en los 18 partidos jugados de competición doméstica, y en dieciseisavos de Europa League contra el Eintracht, parece que lo que queda de temporada se puede llevar en piloto automático. No digo que sea un trayecto cuesta abajo, pero tampoco hay una sensación de que vaya a desaparecer el club precisamente. Aunque, desde aquí, he de reconocer que aunque pueda entender la idea del proyecto, vender a Haaland y Minamino por 30 millones de euros (10 por el japonés más 20 por el noruego) estando como está el mercado, me parece un error. Más que por lo que se pierde, por lo que se deja de ingresar, en primer lugar. Luego, por descontado, la pérdida de nivel competitivo con la ausencia de estos dos me parece bastante arriesgada para un equipo como el Red Bull Salzburg. Por otro lado, analizar las facilidades que ha puesto el equipo austriaco a sus futbolistas para que acabasen en el destino que ellos eligiesen puede ser otra vía para entender su capacidad de conseguir atraer a jóvenes talentos. El fútbol se ha desmadrado de tal manera en materia de traspasos y claúsulas, que cuando un club da semejantes facilidades, también se valora por parte de los futbolistas a la hora de no quedar esclavizado a un contrato. Una estrategia que otros, como el Dortmund, tamién estan siguiendo.
Pero volviendo al caso que nos ocupa, tenemos en Takumi Minamino al típico fichaje Klopp. "Mientras todo el mundo se pega por Haaland, yo me llevo al que le daba los pases por la mitad". Una filosofía que ha llevado al alemán a confeccionar un Liverpool con jugadores que estaban, prácticamente, denostados por el resto de grandes clubes de Europa. Desde Firmino y Salah, hasta Wijnaldum o Shaqiri, el Liverpool está formado por una plantilla de jugadores "sin nombre" más Alisson y Van Dijk. Y con todo y con eso, Van Dijk fue un fichaje duramente criticado por mi persona en su día. Hoy reconozco mi error y me quito el sombrero con los movimientos de Jürgen como General Manager (GM) del Liverpool. Es, sencillamente, espectacular lo que está haciendo como filosofía de club en Liverpool. Algo que, inevitablemente, genera resultados. Y el fichaje de Takumi Minamino forma parte de esa misma línea.
Minamino viene de ser una pieza clave del RB Salzburg, jugando de extremo izquierdo, a pierna cambiada, como posición favorita, se trata de un extremo de los de hoy en día: aparece por dónde más daño crea que puede hacer. Con unos números más que decentes: 9 goles y 11 asistencias en 22 partidos jugados con el equipo austriaco son números más que decentes para un extremo. A eso, debemos sumarle un dato importante: ningún doblete de goles y sólo 2 de asistencias. Datos que marcan un poco el nivel de regularidad de un extremo que siempre que juega genera peligro. Con esto no quiero decir que "crea peligro...pero no mucho", no. Quiero decir que no son datos falseados por haberle metido 5 goles al colista, o por haber dado 4 asistencias en un mismo partido. En este caso, no cabe ese tipo de crítica. Como digo, es un futbolista regular, con un esprint larguísimo (sin ser el más veloz sobre el campo, pocos hay que puedan mantener su punta de velocidad como lo hace Takumi), un golpeo de balón muy bueno con su pierna buena y válido para centrar con su "menos buena", en este caso, la izquierda, y un regate suficiente. Es evidente que no estamos hablando de Neymar Jr., M'Bappé o Hazard, pero lo cierto es que, sin tener a ninguno de esos jugadores, el Liverpool va líder de la Premier y viene de ganar la Champions. Minamino es un extremo que no se anda con miramientos ni con dudas. Desde que empieza a correr hasta que termina la jugada tiene muy clara la idea que quiere ejecutar y así lo hace. Saldrá mejor o peor, pero lo hace. Y eso es ser un "jugador Klopp" bajo cualquier circunstancia. Para otros entrenadores siempre habrá una opción mejor que la que tomaste, pero para Jürgen Klopp, lo que hará buena o mala a una intención será la determinación con la que actuaste, ni más ni menos. Y, en eso, Minamino es un auténtico Balón de Oro.
En resumen, un futbolista rápido, con la habilidad justa para salir del paso y con un buen golpeo de balón, que destaca, principalmente, por su determinación. Un paso muy correcto en su carrera, a sus 24 años, quizás demasiado brusco si miramos la distancia entre clubes, pero completamente acertado si vemos quién dirige al club de destino. Desde el punto de vista del jugador, creo que estamos ante un CUMPLIENDO OBJETIVOS bastante importante. Si bien es cierto que, aunque no haya entrado mucho en materia desde ese lado, desde el punto de vista de los clubes puedo entender que se piense y se argumente que estamos ante un ¿A QUÉ VAS TU A MOSCÚ? aún mayor. Vosotros, ¿qué pensáis?
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