Antes de empezar con este artículo, la pregunta es obligada: ¿cuál de los dos? Y la respuesta es sencilla: los dos. Vamos a comentar un poco lo ocurrido con dos jugadores que apuntaban a lo más alto desde sus inicios. Dos futbolistas brasileños que compartieron apodo, estatus de gran promesa...y poco más. Nada (o casi nada) tenía que ver el fútbol del uno con el del otro y hoy los vamos a enfrentar. Pero hay muchos futbolistas que comparten nombre, apodo, etc...¿por qué surgió la necesidad de diferenciarlos?
Me gustaría, en primer lugar, explicar el motivo de la necesidad de poner "apellido" al apodo. Esta necesidad surgió en el año 2000. Juninho Paulista venía cedido por el Atlético de Madrid a un Vasco da Gama que tenía, entre sus filas, a un jóven de 20 años con ese mismo apodo.Dicho añadido al apodo no hace referencia a ningún apellido del futbolista sino a la región de origen de cada uno. Juninho Paulista era originario del estado brasileño de Sao Paulo, mientras que Juninho Pernambucano nació en Recife, del estado brasileño de Pernambuco. Como si aquí distinguimos entre dos "Pacos": Paco el asturiano y Paco el valenciano. Básicamente.
Empecemos, simplemente por su paso por la liga española, por Oswaldo Giroldo Junior, también conocido como Juninho Paulista. Un fino mediapunta con una calidad para regatear en corto como pocos futbolistas que hayan pasado por la 1ª División española han tenido. Eléctrico en una baldosa. Con buena visión de juego para el último pase pero siempre con el handicap del físico: 165 cm de altura, muy fino tanto en tren superior como inferior...daba la impresión de que su electricidad para escapar en medio metro cuadrado de 3 rivales era más un recurso de supervivencia que un arma perfeccionada con el tiempo. Un '10' de los que, independientemente del motivo, imprimen velocidad al juego. Muy típica de Juninho Paulista era la jugada de meter un pase entre líneas y seguir la jugada por si éste resultaba cortado por la defensa, de esa manera, podía beneficiarse del rebote de dicho corte para continuar él mismo la jugada aprovechando la inercia de su carrera y el segundo de relajación inconsciente de la defensa rival fruto de haber cortado el pase. Era una jugada bastante complicada de detener dado que, unida a su regate, manejo de ambas piernas, rápida conducción, visión de juego y finalización, los jugadores rivales veían pasar entre ellos una especie de electrón con el balón pegado al pie. Debutó como profesional en 1992 con el Sao Paulo y en 1995 con la selección absoluta de Brasil. En dicho año, fichó por el Middlesbrough inglés, para recalar en el Atlético de Madrid en 1997. Una temporada de ensueño con Kiko y Vieri de compañeros en ataque que terminó truncada aquel fatídico 1 de febrero de 1998.
Una fecha marcada a fuego en la cabeza de Juninho y que, por desgracia, habrá revivido una y otra vez. Un joven lateral derecho de Pontevedra, con una larga carrera por delante y asentado ya como una de las estrellas del Celta de Vigo, persiguió al sprint a Juninho en una ocasión manifiesta de gol. Salgado era el último defensa antes del portero y estaba persiguiendo a Juninho. Los que no conozcáis la anécdota por edad, os la podéis imaginar fácil: Salgado hizo "un Valverde" pero...mal. Muy mal. Su intención, lejos de tocar el balón, era detener al mediapunta brasileño...y lo hizo. Pero llevándose por delante tibia, peroné y los ligamentos del tobillo. Una entrada salvaje, que se unió al infortunio del modo en el que lo cazó: de lleno. Es también de justicia decir que, desgraciadamente, de esas entradas vemos todos los fines de semana una o dos, pero con ese nivel de puntería...mira que he visto fútbol y recuerdo muy pocas. A partir de entonces, y a pesar de que sólo tardó 3 meses en recuperarse (tiempo récord para la lesión sufrida, volvió un 03/05/1998 contra el Mallorca, partido en el que disputó 74 minutos), nunca volvió a ser el Juninho de antes de la lesión. En defensa de Michel Salgado diremos también que los cambios de entrenadores en el Atlético de Madrid (que no contaron con él cuando estaba perfectamente recuperado), sus cesiones fruto de las dos temporadas en 2ª del Atlético de Madrid y su rotura de ligamento cruzado tras su traspaso al Middlesbrough, tampoco ayudaron a recuperar lo perdido. A pesar de la gravedad de la lesión provocada por Salgado, he visto a más futbolistas volver de una lesión de fracturas (tibia, peroné, tobillo...) que de una rotura del cruzado. Para más datos, sería bueno indicar que Juninho Paulista jugó con la selección brasileña el mundial de 2002 (cuatro años después de la lesión provocada por Salgado y unos meses antes de romperse el cruzado). En aquel mundial jugó de titular todos los partidos hasta octavos de final, e incluso participó en la final que supuso otro campeonato mundial más para Brasil. No digo que la entrada de Salgado no haya que tenerla en cuenta como historia del fútbol español y de como no se debe entrar. Pero si acabas disputando la final de un mundial...igual tampoco te ha ido tan mal. Y creo que Juninho se acabó más por el cruzado y los malos años del Atlético de Madrid que por el tobillo. Y como argumento me quedo con su participación en el mundial 2002. Titular durante toda la fase de grupos en una selección con: Ronaldinho, Rivaldo, Ronaldo, Adriano...¡incluso disputando minutos en la final! Insisto, igual no estaba físicamente tan lastrado. 3 meses después de esa final se rompe el cruzado con el "Boro" y ahí se acaba realmente su nivel élite...eso sí me cuadra más. Sobre todo porque el historial de futbolistas con carreras truncadas por el cruzado es extensísimo en comparación con las carreras truncadas por el tobillo (que las hay, y si no, que le pregunten a Batistuta o a Van Basten, pero en un número bastante inferior)
Pasemos al "otro Juninho". Juninho Pernambucano. Jugador del que Iker Casillas es un gran fan. Los seguidores del Real Madrid lo tienen entre sus "bestias negras" desde hace más de lo que ellos creen y esta pregunta es para ellos, para que sean conscientes de hasta que punto es así: ¿Os acordáis del 2-1 a Vasco da Gama en la Intercontinental de 1998? ¿Del aguanís de Raúl? ¿A que no sabéis porque Raúl tuvo que hacer aquella obra maestra para desempatar el partido? Correcto. Juninho Pernambucano, con 18 añitos, había puesto el 1-1 en el marcador unos minutos antes. Se le recuerda como uno de los mejores lanzadores de falta de la historia por la cantidad de goles importantes que consiguió con esta disciplina. No en vano, con 17 goles (aclaración: no todos son de falta), es el máximo goleador del Lyon en la historia de la Champions League. Era capaz de meter goles de falta desde muy lejos y Casillas (de ahí lo de "fan", con cariño) lo sufrió en más de una ocasión. Con un innegable buen golpeo de balón, tenía el "desahogo" (permítaseme la expresión) de buscar puerta desde partes del campo desde las que no toca hacerlo. Con eso, sorprendió a muchos porteros, y forjó su leyenda como grandisimo lanzador de faltas, aunque lo cierto es que, desde posiciones de golpeo más ortodoxas, su porcentaje de acierto estaba al nivel de los mortales. Algo parecido a lo que pasaba con Roberto Carlos (salvando las distancias porque Juninho fue bastante mejor lanzador de faltas). Sabías que, desde 35 metros estabas a distancia para que Roberto Carlos probase suerte, pero en cuanto te arcabas a posiciones de disparo de falta más habituales, tu candidato debía ser otro. En el caso de Juninho, con mejor golpeo del denominado como "tocado" o "templado" que Roberto Carlos, y jugando en el Lyon, está claro que no tenía que ser otro. Pero sí es cierto que ha hecho más goles espectaculares que goles de falta "normales". Como digo, gran pegador, buena visión de juego...y poco más. Curiosamente, un poco la antítesis de Juninho Paulista. Mientras el anterior era conducción pura, Pernambucano era desplazamiento de balón. Y eso que Juninho Paulista, como lanzador de faltas, no dejaba tampoco indiferente a nadie. Pero está claro que no era su especialidad como en el caso de Pernambucano. A medio camino entre el mediapunta trabajador y el mediocentro con clase, con más recorrido que los eruditos del balón que suelen jugar detrás del delantero, más técnica que los mediocentros con "oficio", pero con menos clase que los primeros y menos capacidad defensiva que los segundos. Ahí, en ese punto intermedio, estaba Juninho Pernambucano. el '10' del Lyon podía trabajar como motor de cualquier equipo...como el Lyon. Sin menospreciar, el nivel del campeón francés fue siempre su tope. Sus carencias anteriormente mencionadas habrían quedado demasiado expuestas en un gigante europeo. ¿Y todo por un lanzador de faltas? En esos equipos, con mayor o menor espectacularidad, es raro que no haya 6 de los 11 de campo capaces de convertir un tiro libre. Aunque con la selección absoluta debutara con 19 años en 1999, no consiguió asentarse como internacional hasta la Copa Confedereciones de 2005, coincidiendo con sus mejores años en Francia.
En conclusión, dos futbolistas que compartieron apodo y con atípicas carreras contrapuestas. Uno campeón del mundo con Brasil pero sin éxito real a nivel de clubes, y el otro con una afición europea que lo adora como a un dios (la del Olympique de Lyon, evidentemente) pero sin gran repercusión a nivel de selección. Personalmente, si tengo que elegir, me quedo con Juninho Paulista: más completo, más espectacular y, sobre todo, miembro con peso en la Brasil de 2002. Pero reconozco que, tras haber visto muchos videos de faltas de Pernambucano para recordar bien aquellos momentos, volver a ver aquellos goles me ha recordado porqué en Lyon lo echan tanto de menos...
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