Hoy venimos con una historia del fútbol que creo importante para hacer ver que todo lo que nos venden de 'filosofía' del fútbol está inventado hace ya mucho tiempo. Con un inevitable toque de sorna hacia ciertos conocidos de hoy en día. Porque con Jimmy Hogan estamos ante el considerado como fundador del fútbol de combinación.
Jimmy Hogan, nacido en Lancashire en 1882, de origen irlandés, empezó a jugar al fútbol ante la oposición de su padre que, como era costumbre en la época, quería que fuese sacerdote. Es considerado uno de los pioneros del fútbol europeo porque tras empezar a jugar en Inglaterra, defendiendo la camiseta del Bolton Wanderers, viajó a Holanda para jugar contra el Dordrecht. El partido acabó 10-0 a favor de los ingleses y nuestro protagonista decidió que era necesario enseñar a Europa como se practica este deporte. Un poco lo mismo que ocurrió hace unos años con un señor que se fue a Alemania primero y a Inglaterra después, pero a finales del s.XIX. Además, dadas las fechas, a Jimmy Hogan le pilló la Primera Guerra Mundial entrenando al Austria de Viena y fue encarcelado como enemigo extranjero lo que, además, le conllevó ser mal visto por parte de algunos ingleses al dedicar el tiempo de reclusión a entrenar a jugadores húngaros MTK Budapest FC. Criticado por estar jugando al fútbol durante un conflicto de semejantes dimensiones. Responsable junto con Teddy Duckworth, responsable de la selección suiza de 1924, que en unos juegos olímpicos perdió la final contra Uruguay en una de esas olimpiadas que la federación uruguaya ha conseguido que se le reconozca como una estrella más en el pecho, motivo por el cual Uruguay tiene 4 estrellas encima del escudo de la federación habiendo ganado 2 mundiales. Dicha final de 1924, resultado a parte (3-0), se considera hasta hoy el mayor logro futbolístico de la federación suiza junto con el récord conseguido en el mundial 2006, dónde consiguieron batir el récord de imbatibilidad establecido por Italia. Estuvieron 559 sin recibir un gol, empatando a cero contra Francia, ganando 2-0 a Togo y Corea del Sur, y perdiendo por penaltis contra Ucrania tras llegar a la tanda con empate a cero.
Se convirtió en entrenador con 28 años. Su primer equipo fue ese mismo Dordrecht al que poco atrás les había metido 10-0 como futbolista del Bolton. Su revolucionaria idea era tener el pase como objetivo para según que posiciones del campo, construyendo así un equipo de fútbol combinativo y con una primitiva especialización de posiciones. "No todos tienen que marcar goles y el pase no tiene porqué ser el resultado de la absoluta imposibilidad de seguir avanzando. Se puede jugar de otra manera, y se puede entrenar de otra manera. Mantener el balón impide que te metan goles. Y un buen pase que deje en ventaja a un compañero puede ser tan motivador (o incluso más) que un gol de difícil ejecución." Estas son algunas de las frases que se achacan a nuestro protagonista como pionero en las mismas. Frases que, hoy por hoy, estamos cansados de escuchar a entrenadores que vienen de vuelta de todo a intentar enseñarnos todo esto como algo novedoso. Pero como nadie es profeta en su tierra, entrenó al Fulham una temporada y, al no ser comprendidos sus métodos, decidió dejar las islas y se convirtió en subcampeón olímpico con la selección austriaca en 1936 de la mano de otro gran entrenador histórico como Hugo Meisl (sí, entonces no era raro que los seleccionadores fuesen entrenadores en activo de equipos y el puesto lo ocuparan varios a modo de 'consejo de entrenadores', aunque esto depende también de la evolución de cada federación). Después de aquel éxito, tuvo una segunda oportunidad en su país, con idéntico resultado al de la primera etapa: En 1936 firmó por el Aston Villa (recién descendido) al que devolvió a la máxima competición inglesa en cuestión de dos temporadas. Aunque en Inglaterra seguía dominando la idea de fútbol directo o, por decirlo de un modo menos políticamente correcto, de todos corriendo detrás del balón como en el patio de un colegio. Eso hizo que la idea de Jimmy Hogan pasara tan desapercibida por Inglaterra como la de tantos otros que lo intentaron con el mismo nivel de éxito. Y es que, aunque lo ganes todo, por la forma que tienen de entender este deporte, la idea del toque allí no cala. No hay manera.
Pero lo curioso de este señor, a pesar de la falta de éxito en su propia casa, está en los años que transcurrió entrenando al MTK Budapest FC (1914-1921 y 1925-1927). De aquella experiencia hemos tenido acceso a poca información, pero lo que llama poderosamente la atención son las palabras de destacadas personalidades de la gran Hungría. Tras el 3-6 a Inglaterra en Wembley por parte de la Hungría conocida como "LOS MAGYARES MÁGICOS", Sandro Barcs, presidente de la federación húngara de fútbol dijo a la prensa: "Jimmy Hogan nos enseñó todo lo que sabemos sobre el fútbol". Es cierto que, tras un 6-3 a Inglaterra, en su casa, mencionar al profeta denostado puede que fuese con cierto toque de guasa, pero años después, siendo entrevistado, Gusztáv Sebes, entrenador de aquel legendario equipo húngaro, dijo de Hogan: "Jugamos al fútbol como nos enseñó Jimmy Hogan. Cuando se cuente nuestra historia futbolística, su nombre debería escribirse con letras doradas". Y es entonces cuando puedes permitirte el lujo de decir que no vas a los equipos a los que vas para ganar la Champions. Cuando un entrenador de una selección como esa dice sobre ti que enseñaste a todo un país como se practica un deporte.
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