lunes, 16 de marzo de 2020

RONALDINHO: LA SONRISA DEL FÚTBOL



Entre tanto jaleo social como tenemos ahora mismo, y ante la ausencia de fútbol por cuestiones sanitarias, creo que puede ser un buen momento para escribir este artículo. La historia de un futbolista que lo ha ganado todo y que, al menos durante dos de sus cuatro temporadas en las que mantuvo nivel élite (etapa del Barcelona), fue el mejor jugador (con el permiso de Messi) para divertirte viendo un partido de fútbol. Por lo menos, durante la primera década del siglo.

He creído conveniente escribir este artículo para que la gente más joven entienda el nivel de declive al que ha llegado este futbolista, ahora encarcelado en Paraguay por falsedad documental. No creo que sea motivo de este blog el hablar del encarcelamiento del jugador, los motivos, etc...pero sí que considero oportuno, como en tantas otras circunstancias de la vida, que debemos intentar quedarnos siempre con lo positivo. Con los recuerdos que nos hagan esbozar una sonrisa como la que siempre lleva en la cara nuestro protagonista. Cuando hacemos memoria y volvemos al Sanchez Pizjuan en su debut con el Barcelona o al estadio de Ecopa de Shizuoka en aquel 1-2 del Inglaterra contra Brasil del mundial 2002. Esas son las cosas que debemos recordar de Ronaldinho. Cuanto menos, en este blog.

Ronaldo de Assis Moreira, empezó a jugar al fútbol en las categorías inferiores del Gremio de Porto Alegre, su ciudad natal. Como tantos otros brasileños, sus comienzos en el fútbol sala, le marcaron a la hora de entender el fútbol como un deporte en el que las reacciones rápidas, el control del balón y el regate en corto eran los cimientos sobre los que asentar el resto de virtudes del juego. Son jugadores facilmente identificables por la obsesión con esos tres conceptos. Pisar mucho el balón para tenerlo siempre cerca del cuerpo, pasar de esprintar a pararse en seco y viversa, y llevar rápidamente el balón al piso, son las características por las que podréis distinguir siempre a aquellos que llevan muchos años jugando al fútbol sala o que, como empezaron así, quedaron muy marcados por el estilo de eso "otro fútbol". Lo complicado es adaptar todo eso a un deporte distinto. El fútbol sala es un deporte cuyo campo supone (en el caso de mayor tamaño) menos de la mitad de largo por algo menos de 1/3 del ancho de un campo de fútbol. Evidentemente, los espacios quedan sumamente reducidos. Cuando se da el salto al campo de 100 metros por 60 metros habitual, es muy importante aprender a medirse en los esfuerzos en cuanto a esas reacciones "relámpago" y, sobre todo, entender que cada vez que se pisa el balón, normalmente, ralentizas el juego de tu equipo. Jugadores como Alessandro Rosa Vieira, al que todo el mundo conoce como "el Falcao del futbol sala", intentaron cambiar de deporte y no lo consiguieron. En 2005, Falcao probó con el Sao Paulo y no consiguió adaptarse, por lo que volvió al futbol sala para seguir maravillándonos con goles imposibles en tan reducido espacio. Sin embargo, Ronaldinho tenía algo diferente, y es que sus cualidades físicas le permitían estirar a lo largo de muchos metros esa rápida reacción. Además, aprendió muy bien a medir sus esfuerzos, por lo que nadie en su sano juicio, durante los años gloriosos de Ronaldinho, se atrevía decir que el '10' de la canarinha y del Barcelona estaba "arrastrando las botas". Más bien era una sensación de: "Éste está desaparecido, pero que nadie se confíe". Porque en apenas unos segundos te encontrabas con que recibía el balón, se iba de 3 adversarios de la forma más estética imaginable y el balón acababa en la red. Un poco lo que ocurre con Messi cuando vemos que es el minuto 70 y todavía no ha "rascado bola". Quien piense que Messi ya no va a hacer nada de ahí hasta el final tiene un problema de exceso de confianza importante. 

Del Gremio dio el salto a Europa. El PSG acabó en la FIFA contra Gremio y perdió, por lo que el club parisino tuvo que pagar al equipo brasileño la cantidad de 5 millones de dólares porque cuando Ronaldinho firma por el PSG, todavía no estaba en disposición de poder hablar con otro club. Es decir, Ronaldinho estuvo a punto de salir gratis de Brasil. Aun así, ¿5 millones de dólares? Gran jugada del PSG y, desde aquí, mis felicitaciones. Increible que ningún otro equipo del mundo se diera cuenta de lo que tenía Gremio en sus filas. Pero también es verdad que el año 2001 no era 2020, dónde se fichan juveniles del Flamengo sin que hayan llegado siquiera a debuar aún con el primer equipo. Dos años más tarde, en 2003, resulta que Ronaldinho se había dado a conocer a todos los niveles por su mundial en Corea y Japón. Su gol de falta a Inglaterra desde más de 30 metros dio la vuelta al mundo y, aunque el propio Ronaldinho reconoció que su intención no era buscar la escuadra de esa manera, lo cierto es que, en la misma entrevista, afirmó ser un gol intencionado. Buscaba portería porque vio a Seaman adelantado, aunque luego el vuelo del balón fuese mayor del esperado. De hecho, el árbitro mexicano Felipe Ramos Rizo tiene parte de este gol, al invalidar el saque de falta rápido que realizó Edmilson, obligando a repetirlo. Al detenerse la jugada y no tener sentido el saque rápido, Ronaldinho inventó este golazo. Muchos piensan que se trata de un centro que sale "pasado". Visto varias veces, creo a Ronaldinho. Se aprecia como realmente busca portería, aunque su intención fuera encontrar el otro palo.

Del PSG, al FC Barcelona en un verano convulso en el que, tanto Barça como Real Madrid se disputaban el fichaje del astro brasileño. El Real Madrid, finalmente, decidió fichar a David Beckham que también pasaba por dificultades en el vestuario del Manchester United y le pidió a Ronaldinho que esperase un año más en Francia. Ronaldinho rechazó la oferta blanca y firmó por el Barcelona. Y llegó a la ciudad condal para debutar contra el Athletic Club de Bilbao en un partido fuera de casa. No lo hizo mal, dejó detalles de calidad, pero la afición madridista pensó que el fichaje de Beckham había sido correcto y que el FC Barcelona había fichado a un jugador más del montón de buenos jugadores. En Bilbao dejó sensación de poder ser un "galáctico"...pero menos que Beckham. El problema de aquel verano fue que había que elegir y la cosa acabó así como pudo haber acabado al revés. Beckham podía haber dicho "no" al Madrid y la cosa habría sido distinta. Y entoces llegó la gran noche de Ronaldinho. Primer partido en el Camp Nou con la camiseta azulgrana. Partido marcado por la polémica, al coincidir con partidos internacionales, el Barcelona pidió al Sevilla jugar el martes. El Sevilla se negó, y el Barcelona de Laporta puso el partido el miercoles, sí...¡a las 00.05!. En la noche del martes al miercoles. Así, algunos internacionales, entre ellos Ronaldinho, podían coger un avión privado al acabar el encuentro para estar con su selección. El partido es recordado por como Ronaldinho empató el encuentro con una "Folha seca" desde más de 30 metros. Pero lo épico del mismo es que al Barcelona no le salía nada a derechas hasta que al astro brasileño le dio por "coger al toro por los cuernos" y marcarse una jugada para la historia. Arrancó desde el centro del campo y sentó a dos rivales con la cintura, mezclando ese regate en corto de futbol sala con su endiablada potencia. 

Tras aquel debut, cuatro años de innegable supremacía en este deporte. Y aunque su declive empezó el año antes de fichar por el A.C. Milan, cuando ya lo había ganado absolutamente todo, siempre fue temido por sus rivales. Consiguió levantar la Copa Libertadores con Atlético Mineiro y hasta en su etapa en Querétaro (México) dejó detalles para ver una y otra vez. El mejor jugador del mundo junto con Zidane, estrella por aquel entonces del Real Madrid. La gente, por la calle, era de Zidane o Ronaldinho como hace un par de años lo eran de Cristiano o Messi. Con una salvedad, y es que, en el caso Ronaldinho-Zidane, sí había debate. Goles, asistencias, filigranas...magia. Cuando Ronaldinho cogía el balón sabías que algo iba a ocurrir. Y con eso nos quedamos.

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