Hoy traemos una de esas noticias que nos hacen un poco más mayores. De esas que, como se suele decir, te meten 20 años encima. Y es que Gonzalo "El Pipita" Higuain ha anunciado oficialmente que deja la albiceleste. Una noticia que no deja de ser sorprendente dada la edad del futbolista, pero que tampoco puede hacer que nos llevemos las manos a la cabeza tras el rendimiento del delantero argentino en los últimos años...
Un jugador que llegó al Real Madrid, procedente de River Plate en enero de 2007, con 19 años recién cumplidos (es del 10 de diciembre de 1987), y que demostró, sobradamente, a lo largo de su primer años en Europa que se trataba de un futbolista más que válido para jugar en la élite del viejo continente. Eso es algo que no se puede negar. Por mucho que yo, personalmente, nunca haya presidido su club de fans, y que nunca lo considerara suficientemente bueno como para jugar en todo un Real Madrid, lo cierto es que sus números de blanco y en el Nápoles son suficientes como para considerarlo válido. Y con esto me refiero a que solemos hablar por aquí de jugadores con potencial que, a día de hoy, no han hecho los números de Higuain en el Nápoles, por ejemplo. Recuerdo que, cuando llegó al Madrid, siempre defendí que su gran error fue pretender ser un '9'. En River la descosió jugando por la banda derecha y, hasta la fecha, sigo defendiendo que un jugador con velocidad, regate, visión de juego y 0 definición es un extremo. Por mucho que sus virtudes sirvan para jugar de '9', la principal, aquello que primero se mira para saber si alguien vale o no para ocupar una demarcación, no sólo no forma parte de sus virtudes, si no que, yendo más allá, forma parte, más bien, de sus defectos. Y esto no es algo que venga a raíz de su caída a velocidad terminal en lo que a forma se refiere.
Porque como ya dijimos en GONZALO HIGUAÍN: DIARIOS DE UN EX-FUTBOLISTA, lo de este chico ha rozado el insulto. El insulto a una profesión y a una serie de aficionados que esperaban ver a un futbolista y no a un (se me perdone la cita, pero me parece tan graciosa como gráfica) "cementerio de canelones". Las imágenes que acompañaron a nuestro anterior artículo al respecto (el cual, aguanta en el TOP 3 de los más leídos, por algo será) hablan por sí solas. En esto del fútbol, podría decir casi con total seguridad que he visto de todo. Incluso he visto a un futbolista saltar al campo con una cuchilla de afeitar e ir provocando cortes a los rivales con ella. Pero de las cosas que me llevaré para la eternidad, serán las imágenes de Higuain en su presentación con la Juventus y casi todos sus partidos desde entonces. A un esperpéntico desfase en cuanto al peso hay que sumar lo que, a mi entender, va muy de la mano que es su decadencia en la forma. Llegó a Turín habiendo costado '90 kilos' por haber metido con el Nápoles 36 goles en una temporada. Eso, señores, dejando a Messi y Cristiano en un archivo a parte, es un registro al que pocos delanteros tienen acceso. Pero sólo es impresionante si nos callamos el dato de que acabó la temporada tirando 5.2 tiros a puerta/partido. Por los 35 partidos de liga que jugó, suman 182 disparos. Ahí han residido siempre su virtud principal y su defecto más sangrante. Un jugador que dispara 182 veces a puerta en una Serie A, es un jugador que está generando ocasiones y que siempre está ahí. Gran virtud. Cuando de esos 182 disparos a puerta sólo metes 36...desesperas al santo Job. Defecto mortal. Por esto mismo, allí donde ha estado ha sido un jugador que ha generado polémica con su juego. Yo siempre me decanté por pensar que le habría ido mucho mejor jugando de extremo como en sus inicios en River(argumento respaldado por poca gente, la verdad sea dicha), pero lo que sí que he compartido con más aficionados es que como rematador no vale. Es más, como delantero centro, es malo (tirando a muy malo). Y es que es impresionante ver como, toda vez que ha hecho oficial que ha dejado la selección, sus más acérrimos fans siguen con el discurso de: "CON TODAS LAS OCASIONES QUE TIENE...YA VERÁS CUANDO LE EMPIECEN A ENTRAR..." Pues, sinceramente, igual se acaba su carrera deportiva y todavía veremos a gente esperando a ver si termina de romper como goleador. Es que ya hemos llegado a dejar la selección y seguimos igual. Es cierto que, con 31 años, igual ha sido una calentada por parte del jugador. Pero aquí seguimos igual...esperando. Su último año en la Juventus (porque de sus pasos por el AC Milan y el Chelsea actual, mejor ni hablamos) acabó con 32 partidos jugados, 2.9 disparos a puerta/partido (93 disparos en total) y 16 goles. Mismo año, jugando por detrás, Dybala hizo 22 goles en 26 partidos con, eso sí, 3.5 disparos por partido (91 disparos en total).
En resumen, se retira de la selección un jugador al que he visto debutar, lo que me mete unos cuantos años encima. Además, es un jugador que nunca me convenció de ser la estrella mundial que su seguidores dicen que es y del que, reconociendo que hay jugadores peores (como en casi todo en esta vida), jamás podré decir que es un buen futbolista. Porque de nada me sirve un portero que tire faltas si luego, bajo palos, me compensaría poner una silla y jugar con uno más de campo. Por las mismas, un central que marca muchos goles pero que en defensa se limita a penalti y expulsión, por muchos goles que meta, es malo. Y un delantero que necesita seis o siete ocasiones de gol para materializar una, por mucho que corra y genere...pues más de lo mismo. Desconozco la finalidad de expresarse públicamente como lo ha hecho Higuain, ni sé del destinatario último de sus palabras. Lo que sí que sé es que, si eso iba dirigido a mi (y a otros tantos como yo, es decir, no personalmente si no como miembro del colectivo crítico), estamos completamente de acuerdo. Nos damos la mano, cerramos aquí el capítulo de tu paso por la albiceleste, y tan amigos.
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