miércoles, 7 de noviembre de 2018

¿MALCOM O DEMBÉLÉ?


No es ningún secreto que el FC Barcelona se está planteando la salida de ambos por no rendir al nivel que se esperaba de ellos. Pero...¿realmente han sido malas inversiones? y, sobre todo, dada la edad de ambos, ¿se trataba de inversiones tan a corto plazo? Creo que la respuesta a ambas preguntas es un rotundo "NO". Y ahora vamos a ver las posibles soluciones que pueden pasar por vender a los dos, a uno sólo, cesiones o, simplemente, más minutos...

En primer lugar, veamos como son los jugadores. Y es que creo que aquí reside gran parte del conflicto abierto contra estos dos jugadores (y en parte también contra Coutinho). Ninguno de los dos estaba preparado en el momento de su fichaje para hacer olvidar a la afición azulgrana la venta de Neymar. Tanto Dembélé como Malcom son dos jugadores del corte de Neymar, con velocidad, regate, disparo y gol. Pero claramente a dos o tres escalones de la estrella del PSG. ¿Eso los convierte en jugadores inservibles? ¡Para nada! pero cuando una figura de la dimensión de Neymar deja un equipo, la sombra que deja es sumamente alargada. Y en este sentido, creo que es de recibo ensalzar aun más (si cabe) la figura de Leo Messi. Porque ni Dembélé ni Malcom son malos jugadores. Pero no cubren el vacío dejado por Neymar...como Messi cubrió el vacío dejado por Ronaldinho. Dembélé es muy rápido, habitual de la selección campeona del mundo con tan sólo 21 años y tan ágil con ambas piernas que ni él mismo sabe si es zurdo o diestro. Porque el chiste de que un futbolista sea tan limitado que no sepa si es zurdo o diestro se acaba cuando eres el equipo rival y ves que tú tampoco tienes claro cual su mejor pierna de golpeo. Entonces el chiste ya no hace tanta gracia, sobre todo cuando tienes que defenderlo y no sabes si el regate saldrá a izquierda o derecha teniendo, en ambos casos, capacidad para disparar o habilitar a un compañero sin necesidad de volver a recortar. Como ejemplos contrapuestos tendríamos a Bale o, sobre todo, Robben. Jugadores que, aunque te puedan sacar el regate hacia la derecha, sabes que la preocupación real vendrá cuando vuelvan a recortar hacia su pierna izquierda. Es decir, que por mucha gracia que me pueda hacer que un futbolista diga que es zurdo, para luego responder a la pregunta: Entonces, ¿por qué has tirado el penalti con la derecha? "Porque le pego mejor", luego, sobre el verde, confirmar que esa indecisión tiene cierto fundamento ya no es tan divertido. Sin embargo, como no podía ser de otra manera, ese nivel de indecisión que muestra al no saber con que pie juega mejor, también se materializa muchas veces sobre el campo en forma de dudas o malas decisiones. Pases que no llegan (casi siempre por elegir mal el momento de darlo), disparos a la grada por mala colocación del cuerpo (síntoma, por lo general, de ansiedad) y regates que no sirven más que para "meterse aun más en la boca del lobo" están siendo la tónica dominante del año de Dembélé. Pero aunque eso ocurra, se ve tanto potencial en el chaval que, si preguntamos a la afición azulgrana, casi todas las críticas van dirigidas hacia sus buenas actuaciones con frases como: "si jugase así siempre..."

El caso de Malcom es distinto...pero no tanto. Partamos de la base de que es un fichaje incomprensible, vista la plantilla del Barcelona. Es un fichaje a la altura del fichaje de Courtois por el Real Madrid. ¿Es malo? no. ¿Era necesario? tampoco. Personalmente, me parece un movimiento para demostrar a Griezmann que al Barcelona no se le debe decir que no. Porque si le dices que no, en menos de 15 días alguien habrá ocupado tu puesto. Pero especulaciones a parte, lo que tampoco tenía yo muy claro era el fichaje del propio Griezmann. Suarez, Messi, Coutinho, Dembélé... pues ha sido Malcom quien ha acabado pagando la fiesta. Porque con ese grupo de atacantes, el nuevo tiene que "echar" al mejor del mundo, o a su escudero fiel, o a dos tipos que, juntos, han costado "un cero" más que él. Literalmente lo de "un cero". 30 millones contra 300. Aunque a nivel futbolístico me parezca, y ya en su día lo comentamos en MALCOM: LA SOMBRA DE ROBINHO, un gran jugador con una proyección bastante interesante, y del que, en su día, dije que parecía estar llevando una carrera con bastante cabeza y cumpliendo con todos los escalones en su ascenso hacia la cima y, de repente, intentó saltarse dos escalones de golpe para llegar antes. Error entendible, pero que sea entendible no le resta importancia ni valor crítico al fallo. Porque el paso por la Roma habría sido lo más lógico y, hoy por hoy, sería considerado ya como una de las estrellas del equipo romano. ¿Ir al Barcelona, Madrid, Bayern...? Digan lo que digan, con 21 años, aun hay tiempo más que de sobra para que ese tren vuelva a pasar en un momento de mayor madurez. Si a esto le sumamos que tanto Malcom, como Lemar o Mariano están demostrando que el nivel de la liga francesa está donde está y que los fichajes provenientes de esa liga son una "ruleta rusa", seguimos sumando puntos para argumentar el error de Malcom al elegir el Barcelona antes que la Roma. Si el paso lógico con la calidad que demuestras es la Roma por edad, cualidades, distancia de salto (no es lo mismo Girondins - Barcelona que Girondins - Roma), etc...si a eso le sumamos que la liga en la que estás hace que parezcas mejor de lo que en realidad eres, tenemos todo para poder afirmar que te has equivocado en la decisión. Decisión errónea que, como digo, siendo entendible, no deja de ser crítica. Porque visto ya el rendimiento dado en el Barcelona, habrá que ver cuanto tiene Malcom que hacer en otro equipo de menos nivel para recuperar el interés de los grandes en él.

Dicho todo esto y, a pesar de las críticas hacia ambos (recordemos que estamos hablando de jugar en el FC Barcelona, no en el equipo de mi pueblo), creo que si fuera miembro de la junta directiva del equipo azulgrana y tuviera que decir algo al respecto, vendía a Dembélé con opción de recompra por si se diera el caso de que se centra a nivel mental, y metía en su lugar de las rotaciones a Malcom. Simplemente porque creo que está con la cabeza más en su sitio teniendo la misma edad (son los dos de 1997). Siendo los dos buenos y teniendo en cuenta que se tratan de inversiones a largo plazo que están siendo tratadas por aficionados y prensa como si lo fueran a corto (cosa que me parece altamente injusta pero, insisto, es el Barcelona y no un equipo de medio pelo), considero que los 150 millones por Dembélé pesan muchísimo para un chaval de 21 años que, además, insisto, no ha preparado todavía ninguna digna de mención pero, por algunas declaraciones y decisiones sobre el campo, tengo la sensación de que en breves se puede convertir en un miembro por derecho propio de la CCP (Cofradía del Cable Pelao). Mientras que Malcom me parece un tipo más sereno, más consciente de dónde está (las lágrimas tras el gol contra el Inter demuestran lo mal que lo está pasando al no jugar) y que con 30 Millones de inversión sobre sus espaldas, creo que se corre bastante más ligero que con 150. A lo que debemos añadir que, mientras haya en la plantilla alguien que ha costado 150 millones no va a jugar en esa posición alguien que ha costado 30, porque la inversión de los 30 no urge tanto recuperarla.

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