Cuando se habla de fútbol, la cantidad de veces que se mete la pata son incontables, pero es bueno reconocerlo para seguir mejorando. Desde que salió la lista de los convocados de Francia, y viendo su escaso fútbol en la fase de clasificación, un servidor ha menospreciado a Deschamps y a la selección francesa, y por eso hoy, me toca irme a la cueva.
La lista de Francia nunca me llegó a convencer, es cierto que tenía sus cosas buenas y así lo comentamos, pero por otro lado no me producía ninguna esperanza un conjunto que dejaba a Rabiot en casa, por ejemplo. No podía estar más equivocado. El seleccionador francés me ha cerrado la boca de una manera muy formativa. Lo importante es el libreto y adecuar tu estilo de juego a los jugadores que tienes y que más partido les puedes sacar. ¿Que Lemar no encaja? pues no lo pongo, el equipo está bien con estas directrices y estos jugadores y muero con mi idea hasta el final, mis respetos.
Francia ha cerrado ese debate de que sólo hay una forma de jugar bien al fútbol. Al fútbol se juega bien cuando lo que tienes en la cabeza lo sabes transmitir a tus futbolistas, y éstos tienen las características adecuadas para llevarlo a cabo. No se puede triunfar si adaptas un grupo de once personas a tu estilo, es más sencillo y más eficaz adaptar tu estilo a ese grupo de personas y así lo ha hecho Francia. Deschamps ha conseguido que todo el grupo vaya a una y que nadie se salga del plan establecido en ningún momento, todo el mundo tenía claro su papel y hasta donde llegaban sus competencias. Pero ojo, tampoco estoy diciendo que este sistema valga para todos.
Como he dicho, no ha sido un fútbol deslumbrante, no había un medio campo de creación y habilidad tipo Croacia o España, era un fútbol de presión y de poderío físico, y ni tan mal, para poner la magia ya estaban Griezmann o Mbappé. Cuando once personas se juntan y se entienden de esta manera es muy difícil ganarles. Muchos nos acordaremos de la Euro2016, pero el equipo tiene notables cambios en la forma de construir ese bloque, como lo ya comentado sobre Lemar. Han dado un giro de 180º, pasando de intentar controlar los partidos ha anotar cuatro goles con 8 ocasiones y un 39% de posesión.
La Francia de Deschamps ha ido de menos a más en este torneo. Argentina fue, sin duda alguna, el punto de inflexión. Como ya comentamos al hablar de Mbappé, Francia ha demostrado que podía ganar sin apenas esfuerzo, como en la ronda de grupos, y cuando le exigían su mejor versión, como contra Argentina o Bélgica. La verdad que ha sido una selección que, además de justa campeona, ha sido toda una revelación, y por esto, me la tengo que envainar.
Esta Francia no sólo nos ha dejado con la ya sabida condición de gran jugador de Mbappé o Griezmann, nos ha dado unas revelaciones espectaculares. Umtití o Varane no son revelaciones, pero el nivel que han dado ha sido elevadísimo en comparación con sus compañeros españoles. La implicación de Giroud en el trabajo colectivo es impropia de un delantero al uso, sacrifica su gol para ser el albañil de las otras dos bestias arriba. Por fín he visto a un Pogba que se ha centrado en jugar al fútbol y no en sus peinados, aunque sigue sin ser un jugador de 120 millones en mi opinión. Matuidi y Kanté han sostenido un centro del campo, casi siempre con menos efectivos que el rival, contra viento y marea. Y finalmente, lo que más me ha sorprendido y que me sorprende que sólo el Bayern esté interesado en él, y me sorprende más que juegue en el Stuttgart, es Pavard. ¡Qué pedazo de lateral hay ahí!. Ya no por su golazo contra Argentina, sino por su forma de saber estar, su profesionalidad, la perfecta consciencia de sus limitaciones y la manera de explotar sus virtudes, y sólo con 22 añitos que tiene la criatura.
Francia me ha cerrado la boca y Deschamps me ha mandado a la cueva, lo admito y lo acepto, no me queda otra que felicitar a 'Les Bleus' y reconocer mi error. Siempre hay alguien que sabe más que tú, y por eso Deschamps es el seleccionador de la campeona del mundo y yo escribo en este humilde blog. Cuando ocurren cosas así, solo queda callar, escuchar y aprender. E insistiendo que este sistema no vale para todos, sólo me queda rectificar y quitarme el sombrero en este campeonato ante los justos campeones.
¡Enhorabuena Francia!
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