LOS NÚMEROS DE MESSI AL DESCUBIERTO

Estos últimos días, en varios programas resumen, he podido observar una corriente de pensamiento muy marcada. Son muchas las voces de especialistas que dicen que Messi, sobre todo tras la pandemia, ha bajado mucho su nivel. No niegan que haya sido el mejor jugador de la liga, ya que domina las estadísticas, pero hay una creencia generalizada en que Messi podría haber hecho más.

Que a Messi se le ve cansado es una obviedad. El tener que salvar siempre al equipo desgasta una barbaridad y es cierto que al astro argentino se le ve cansado, pero analizando sus números al detalle, el socio culé debería estar más preocupado por el equipo que por Messi.

Esto hay dos maneras principales de enfocarlo. La primera y más sencilla es que con Messi liderando estadísticas no le llega y la segunda es que Messi ha hecho un año regular pero los demás han estado mal y por eso es Pichichi, pero que debería haber metido 38 goles. Esta segunda forma de verlo es la que venimos a desmontar.

Es innegable que el año del Barcelona ha sido tremendamente convulso, pero eso no ha impedido que Messi lidere las estadísticas individuales y haya sido uno de los mejores jugadores de la Liga si no el mejor.

Los datos puros nos arrojan que Messi ha jugado un total de 2.876 minutos repartidos en 33 apariciones. En estos minutos, Messi ha anotado 25 goles y ha repartido 20 asistencias. Es decir, que de los 86 goles anotados por el Barcelona, Messi ha participado de manera directa en 45, más de la mitad, pero la pregunta viene ahora, ¿son suficientes 25 goles? ¿debería haber marcado más?

Para responder a esto hemos de irnos al análisis de los números para darnos cuenta de que el problema no ha sido el rendimiento de Messi, el problema es que no ha tenido ningún socio que pueda respaldarle y completar con éxito el rendimiento que da el argentino. Me explico a continuación.

Messi tiene un cifra de 25 goles anotados y 20 asistencias. Si nos vamos a los XG (Expected Goals) que ya hemos comentado que es una probabilidad que se calcula en función del jugador, el tipo de jugada que realiza y la posibilidad de que anote, vemos que Messi tiene unos XG de 20,85 y unas asistencias esperadas (XA) de 16,59. Esto es que Messi ha metido casi 5 goles más y casi 4 asistencias más de lo que debería si todo hubiese salido según los datos. Jugando el Barcelona como ha jugado, si Messi hubiese hecho lo que se le pedía, habría marcado 20 goles y dado 16 asistencias. Esto es lo que arrojan los datos y los datos nos dicen que Messi ha hecho un muy buen año.

¿Donde está el problema entonces? Si consultamos las estadísticas de otros años, como el año pasado por ejemplo, vemos que Messi acabó con 36 dianas, que es más, pero es que sus XG también suben, a 26,00. En la 2017/18 sus XG eran de 28.95 y en la 2016/2017 de 26,89... Hay una clara merma en las probabilidades de que Messi haga más goles por partido y eso deriva directamente del juego de su equipo. A Messi se le ha puesto en menos situaciones de tener una alta probabilidad de marcar. No es menos cierto que por eso ha generado más asistencias, pero su número de asistencias esperadas no ha variado tanto, es decir, los 16,59 XA de este año tiene poca variación con las 15,34 que se esperaban del año pasado y de las que completó con éxito 13. Messi llega en posiciones más favorables para continuar con el pase que con un disparo, y esto es un problema, como lo es con la selección.

Parece claro que hay un problema con lo que Messi generaba y genera ahora. Messi el año pasado chutó un total de 170 veces, 92 desde fuera del área, 71 dentro del área y 7 veces en el área pequeña además de repartir un total de 91 pases clave en la temporada. Este año ha tirado 159 veces, menos desde fuera del área, 84, menos desde dentro del área, 66, y 9 veces desde el área pequeña pero en pases clave en esas zonas está muy similar, 87 pases clave.

La definición de Messi en el área pequeña no es la mejor, pero en general tira menos. Su importancia en el juego del Barcelona sigue siendo fundamental, vital, pero no hay un sistema de juego que le haga poder ubicarse en las zonas donde tiene peligro. Se le está imponiendo una zona donde crea peligro pero no en la que más peligro crea, evidentemente los números se han de reducir.

A Messi le han faltado socios, pero por el juego que ha desplegado el Barcelona. Luis Suarez, el 9 del equipo, el matador, ha acabado con 16 goles y unos XG de 13,91 (Los XG tienen en cuenta la lesión que al final no le ha hecho perderse tantos partidos) por los 24.39 del año pasado. A Griezmann, con un rendimeinto más que cuestionable, con 9 goles, que no está mal, y sus XG que han bajado de 14,61 el año pasado en el Atlético a 8.26 esta temporada, y eso si está mal. Ahí se ve que hay algo que no está funcionando.

Arturo Vidal y Ansu Fati han sido los que tienen los números en función de lo esperado más cerca de Messi. Y ahí está la clave. Un chaval de 17 años, con unos XG de 3.73 ha anotado 7 goles. Vidal de 5.74 esperados a 8 anotados. Es decir, si los que este año han estado por encima de las expectativas y son los que tienen que tirar del carro son un chaval de 17 años y un buen jugador pero que para nada es a lo que le gusta jugar al Barcelona, hay un problema.

Diferencia de los disparos de Messi la temporada pasada (arriba) y esta (abajo).
Se aprecia que el año pasado llegaba más por el centro y
en zonas más cercanas a la portería.

Un problema que se resuelve buscando jugadores que hagan que los demás vuelvan a sus números o buscando un estilo en el que Messi, Ansu y Vidal dirijan el cotarro, pero intentar lo de Xavi e Iniestoa con Vidal, simplemente no llega.

Messi ha hecho un gran año dentro y fuera de lo que se le pedía y el mismo ha podido. El problema no lo tiene Messi, lo tiene el Barcelona.