Tras el parón, contamos con tres jornadas de Liga completas y la cuarta empezada y la Liga toma un cariz en el que la eficacia se presenta como el factor a tener más en cuenta. Atrás ha quedado la importancia del jugar bien, de brillar, de levantar al público de su asiento. Hemos entrado en un sistema en el que lo primordial es hacer gol, por la vía que sea.
La reanudación de la competición nos está trayendo auténticas sorpresas. Vemos como hay equipos a los que el parón no les ha sentado nada bien y sin embargo a otros que viendo cómo juegan se podría decir que les ha sentado muy mal parar, con las estadísticas en la mano es innegable que están haciendo buen trabajo tras tres meses en cuarentena.
La Real Sociedad está lapidando sus opciones de Champions al no haber ganado ningún partido tras el confinamiento. Un empate y dos derrotas le han hecho bajar del cuarto puesto al séptimo en tres jornadas. Otro equipo que está sufriendo mucho las consecuencias del parón es el Getafe que si bien aguanta como un jabato en la quinta posición, sus tres empates consecutivos le alejan de la tercera plaza que llegó a ocupar en invierno.
Por la zona de abajo, el Osasuna y el Eibar lo están pasando realmente mal. El Osasuna está tirando por tierra el buen trabajo de la primera vuelta ya que a pesar de cosechar dos derrotas y un empate, sigue en un duodécimo puesto, que es válido, pero que lejos está de parecerse al top 10, e incluso top 8, que ha disfrutado durante gran parte de la temporada. Por su parte, el Eibar es el peor equipo de la Liga si tomamos en cuenta los últimos cinco partidos. Un Eibar, que lleva dos puntos de los últimos 15 aún cosechando dos empates tras el confinamiento, observa cómo el Celta se le escapa poquito a poquito y no está en descenso porque el Mallorca se ha propuesto que esto no sea así mediante el abono a la decimoctava plaza.
Esto en cuanto a equipos que lo están pasando realmente mal, ¿pero qué pasa con el título del artículo? Si algo tienen en común los equipos mencionados en la primera parte del artículo es que intentan jugar bien. El Eibar plantó cara al Madrid, ¡y de qué manera!, me atrevería a decir que le dio un señor meneo. El Mallorca se encontró un gol excesivamente tempranero contra el Barcelona pero no está jugando mal, la Real cuarto y mitad de lo mismo, no le mete un gol al arco iris pero está intentando jugar a su fútbol. Es ahí a donde quiero llegar.
Atlético de Madrid, Barcelona, Real Madrid, Villareal están haciendo un buen trabajo, pero... ¿se puede jugar peor?. La respuesta no es trivial. Si analizamos los partidos en función del resultado se podría jugar peor porque se podría jugar así y perder, como el Betis (con todos los respetos). El Atlético de Madrid ha ganado los tres partidos que ha disputado, y quitando al Osasuna, que se acabó yendo del partido, los partidos son unos bocatas de cemento importantes. El Barcelona nos ha regalado auténticas siestas contra el Leganés y Mallorca y anoche hizo uno de los peores partidos que le recuerdo. El Real Madrid directamente no sabe a qué juega, vive de zarpazos y sobrevive en el caos. El Villareal ha ganado dos partidos 1-0 y ayer empató a 2 con el Sevilla, que lleva ya tres empates seguidos. No es un mal trabajo, van ganando, pero tampoco es brillante.
No nos equivoquemos señores, aquí gana el que mete la pelotita dentro del arco y esto se acentúa aun más sin público. No hay pitos, no hay quejas, no hay gente en las gradas a las que contentar. Los análisis de buen juego que podemos leer a diario en los tabloides nos muestran una imagen sesgada de la realidad. Los equipos han abandonado el brillo en pro de la eficacia.
Algunos puede que nos opongamos de manera frontal a esta realidad, pero cuanto antes lo aceptemos más difícil será que nos tomen el pelo. Puede ser un tema físico, no lo pongo en duda, pero al final del día hay determinados indicativos de lo que venimos hablando.
Zidane, el otrora rey de las rotaciones, no sólo emplea a los mismos jugadores en bastantes ocasiones seguidas, si no que además no agota los cambios. Quique Setién nos vende en la previa que Luis Suárez no está para 90 minutos y jugó 96 contra el Sevilla. Parece que el tema físico es importante, pero tampoco tanto.
El Villarreal gana 1-0 chutando menos que el Mallorca y contra el Granada convirtió el único disparo entre palos. El Atlético se basa en la potencia física más que nunca. El Real Madrid vive de zarpazos, sin dominar los partidos, Eibar y Real Sociedad le quitaron el balón además de sacar a la luz sus carencias defensivas. El Barcelona gana 1-0 a un Athletic lleno de suplentes con un 72% de posesión a base de marear el balón y en puntos del partido hasta lo pasó mal. ¿Es esto jugar bien?.
Podemos entrar al debate de si todo lo que sea ganar se debería considerar jugar bien ya que estás sacando partido a tus armas y bla bla bla. Yo siempre he dicho que no es lo mismo jugar bien que jugar bonito, y lo mantengo, pero para jugar bien, aunque no sea bonito, hace falta cierta brillantez. El Liverpool campeón de Europa en 2005 no jugaba bonito, pero era brillante en las transiciones y en los disparos lejanos. Explotaba sus fuertes, no jugaba bonito, pero era brillante en desplazamiento de balón y carácter y por ende, jugaba bien.
Hacer lo mínimo e imprescindible para ganar un partido siendo ese mínimo una minúscula parte de tu potencial no es jugar con brillo, es ser tremendamente eficaz. Este es el nuevo fútbol, el zarpazo, el saber que haciendo un esfuerzo mínimo ganarás por la mayor calidad de tus futbolistas y yo me niego en rotundo a calificar esto de jugar bien. No se está jugando bien, me atrevería a decir que los únicos de los que se puede decir que han jugado bien desde la reanudación han sido el Alavés contra la Real Sociedad y el Celta contra el Alavés.
No compro la moto. El Madrid no hizo una buena primera parte contra el Eibar ni Vinicius fue un espectáculo en Anoeta, el baño del Atlético al Osasuna fue más demérito de los navarros que otra cosa, el Barcelona nos regala auténticas siestas y el Villarreal gana con un disparo a puerta. No compro. Es el nuevo fútbol, pero se está perdiendo el brillo en pro de una eficacia más propia de otros deportes como el fútbol americano que del nuestro.
No debemos irnos contentos con lo que vemos, una victoria no debería ser suficiente si se ha jugado horrible. No sé vosotros, pero a mi me gusta ver buen fútbol. Y ahora vosotros, ¿qué opináis? ¿estáis contentos con el desempeño de vuestros equipos más allá de los resultados? ¿os vale como cierto que el análisis de un partido dependa del resultado? Dadnos vuestra opinión en comentarios, estaremos encantados de leeros.
No vale todo con tal de ganar. A mi me gustaría que se intentara jugar bien aunque luego se perdiera.
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