Fruto de las declaraciones del croata de hace unos días, he podido ver como la gente se ha acordado de los Casillas, C. Ronaldo, Raúl, Guti...y de sus salidas del conjunto blanco. Tres cuartas de lo mismo ocurre en el FC Barcelona con jugadores como Ronaldinho, Eto'o, Deco, y en tantos otros equipos de primer nivel. Pero ¿Por qué es tan dificil retirarse en estos equipos? Ahora lo veremos...
En primer lugar, partamos de la base de que, retirarse en un club de primera división, es algo bastante complicado. Requiere de mucha calidad, mucho trabajo, mantenido en el tiempo, con la dificultad intrínseca al paso del tiempo y la edad...y sobre todo mucha suerte. Sí, suerte. Porque además de mantener tu nivel, has de tener la suerte de que no aparezca un chaval de 19 años que haga las cosas mejor que tú (en el caso de Modric, por ejemplo, la irrupción de Valverde le ha supuesto un problema en este sentido). Y dado el nivel de finura del scouting en los últimos años, con todas las mejoras tecnológicas aplicadas, pensar que no va a aparecer el chaval que te siente en el banquillo cuando alcances los treinta y...es una ilusión. Ese chaval va a aparecer, e independientemente de la diferencia de edad, que quedará reflejada en el verde, tampoco hay que descartar la posibilidad de que ese chaval te siguiera superando aunque tuvieseis la misma edad. ¡Y todavía no hemos hablado de los grandes clubes! Esto es así, en cualquier club de primera división de cualquier liga europea. Ahora, a esta dificultad, añadámosle la cuestión de la presión por ganar que existe en los grandes clubes. Clubes en los que, además de la exigencia propia del nivel al que se está jugando, justifican todo lo que haya que justificar en la consecución de los 3 puntos.
Por otro lado, es cierto que nadie es ajeno al sentimentalismo que desprende este deporte. Ni siquiera los grandes clubes. Es más, diría que los grandes clubes son más proclives a este tipo de pasiones, fruto del cariño a su historia, colores, tradición...llamémoslo como queramos. Eso hace que jugadores que han hecho mucho por conseguir títulos para un equipo tengan cierta seguridad en el respaldo de la afición. Pero cuando ese club se llama Real Madrid, FC Barcelona, Atlético de Madrid, Bayern, Manchester United, Liverpool o Juventus, tenemos otra realidad innegable: los clubes que forman el escalón más próximo en nivel por abajo están deseando que los grandes digan a una de estas estrellas "Ya no estás al nivel de antes".
En este punto, tenemos una decisión personal del futbolista que marcará el devenir de los acontecimientos. Un devenir que después, desde el departamento de imagen del futbolista, será vendido a la prensa desde el punto de vista más favorable para el propio jugador. Dicha visión de lo ocurrido, cercana o no a la realidad, será comprada integramente por la afición del eterno rival para hacer escarnio público. Y esta es la realidad de las cosas, señores. Y en Aritz Aduriz, del que escribí hace poco acerca de su retirada sobrevenida por la situación, tenemos un claro ejemplo de alguien que toma la decisión contraria a la habitual. Cuando tu equipo considera que no estás rindiendo al nivel que del titular de la posición que ocupas se espera, eres relegado al banquillo. A partir de ahí, tus aportaciones al club pueden venir desde la experiencia en entrenos y concentraciones, hasta actuaciones relevantes en minutos finales de partidos o en partidos en los que el titular no pueda jugar por el motivo que fuese. Este papel que con tanto gusto ha representado Aduriz en sus últimas dos temporadas, es el papel que debe asumir el futbolista que, de verdad, se quiere retirar en el club en el que está. Y eso es demostrar con hechos que tu club está por encima de todo, más allá del hecho de la nómina que te pague. ¡Ojo! No quiero decir con esto que sea ilegítimo que el cariño a un club vaya en función de la nómina recibida. Al final, uno está enamorado de su profesión, no de la empresa para la cual desempeña dicho trabajo. Podrás estar agradecido, feliz, entusiasmado,etc...pero enamorado se está de la profesión. ¿Se puede estar enamorado del club por cuestiones personales? ¡Por supuesto! Pero la única prueba de que ese amor es real, y no sólo palabras, es actuar como Aduriz. Preferir 5 minutos en tu equipo que 90 en otro, independientemente de la diferencia de nivel, es amor. Porque llegado el momento de dar un elegante paso a un lado en favor de un futbolista más joven, sobre todo en estrellas de los grandes clubes, las ofertas de equipos "cuasi-equivalentes" en nivel ofreciendo titularidad y capitanía no taradarán en llegar. Ahí es dónde se ve que pesa más: seguir jugando a nivel élite o seguir perteneciendo a la estructura de tu "querido" club. Insisto, no es, ni mucho menos, ilegítimo. Pero tampoco me parece correcta la actitud de echar la culpa al club cuando estás pidiendo imposibles. Si te quieres retirar en un Real Madrid, Barcelona o Bayern, sólo puedes hacer dos cosas: hacerte a un lado y asumir tu nueva condición de jugador número 12, 13 o 14. O marcarte un "Zidane". Hacer un Zidane es salir sin previo aviso y en un momento que nadie se lo espera. Zinedine lo hizo como jugador y lo repitió como entrenador. Zidane se retiró como futbolista en el Real Madrid cuando nadie lo entendía. Tenía, por lo menos, 2 o 3 años de nivel élite. Dejando a toda la gente con ganas de más, también te puedes retirar en estos grandes equipos. Pero, lo normal, es que un jugador busque alargar su carrera lo máximo posible. Y dentro de esa búsqueda, parece lógico considerar más efectivo el fichaje por un club que ofrece 90 minutos por partido que seguir en uno que te da 5 en el mejor de los casos. Pero lo que no es de recibo es que, ante esa legítima elección, se intente "blaquear" la imagen del futbolista ensuciando la del club.
El Real Madrid, Barcelona, Bayern, etc...no se portan mal con los futbolistas. El nivel de exigencia de estos clubes no se puede supeditar a los intereses de un único jugador por mucho que haya dado a la instittución. Y, si tengo que decir que alguien ha actuado "mal", diría que el futbolista, en su derecho de seguir su carrera como se le antoje, ha decidido dejar al club que dice "amar" sin un suplente de garantías, cuando todos sabemos lo complicado que es para estos equipos encontrar a ese perfil de futbolista que, sin quejarse, juega lo que tenga que jugar siendo verdaderamente eficaz. En su lugar, se ficha a 18 titulares indiscutibles y se pasa la "patata caliente" al entrenador que, a partir de entonces, tiene un problema. Ahora es cuando Zidane, Valverde o Flick tienen que dejar a los Bale, Coutinho, James o Perisic en el banquillo. Y si eso pasa es porque los C. Ronaldo, Eto'o o Ribery no han querido asumir su papel más secundario fruto de la edad. Dicho esto, veremos realmente las intenciones de Modric cuando Valverde sea titular indiscutible (a no mucho tardar) y Mourinho quiera hacer de él su nuevo Sneijder. Ofreciéndole, en el Tottenham, los minutos y galones que ya no tiene en el Madrid. Ahí sabremos si de verdad quería retirarse en el Madrid o estaba pidiendo seguir siendo titular a pesar de los números...
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