Hace ya algún tiempo, la UEFA Champions League echó a andar con la intención de sustituir y hacer más grande (si eso era posible) a la figura de la antigua Copa de Europa. Vamos a adentrarnos un poco en la historia de esta competición y de sus cambios a lo largo de los últimos años...
En primer lugar, tenemos que centrar los cambios realizados y los años en los que éstos se produjeron. No fueron decisiones tomadas de golpe, en plan revolución, por lo que tenemos una progresiva transformación de la competición hasta llegar a lo que hoy conocemos. Empecemos por el cambio en la nomenclatura: De Copa de Europa a Liga de Campeones de la UEFA (o UEFA Champions League). Este cambio se produjo en el año 1992 y no sólo afectó al nombre en aquel año. Durante unos cuantos años, hasta el año 2000 aproximadamente se vino a denominar por los medios de comunicación en su versión traducida: en España, por ejemplo, era más común oir hablar de la "Liga de Campeones" que de la "Champions League" y, todavía hoy, algún nostálgico queda al que podemos escuchar definir con esas palabras a la competición más importante de Europa. Pero en el año 2000, además de consolidarse el modelo actual, se hizo una campaña publicitaria muy fuerte para que las palabras CHAMPIONS LEAGUE fuesen consideradas por el pueblo llano y sencillo como una marca. Sin traducción. Porque, aun siendo así legalmente desde 1992, vieron que el aficionado medio seguía haciendo alusión a la competición con la denominación anterior o con la actual, pero traducida. Tardó 8 años en consolidarse como formato, como marca y como producto con su específica (y nueva) denominación. Como digo, hoy, 2020, es más complicado encontrar a alguien definiendo a ésta competición como "Liga de Campeones" que como "Champions League" o, simplemente, "Champions". En los años 90's era justo al contrario.
En 1992, coincidiendo con el cambio de First Division a Premier League en Inglaterra, la UEFA Chmpions League introdujo una serie de cambios en el formato que, claramente, necesitaban una vuelta de tuerca hasta que se atinara con la fórmula correcta. Los experimentos fueron de lo más variopinto y pintoresco. Con el primer experimento nos encontramos al Olympique de Lyon como campeón de la primera edición de la UEFA Champions League. Un torneo que constaba de: ronda previa (similar a la actual), dieciseisavos de final (con los equipos que hoy entrarían en los bombos del sorteo actual), octavos de final y, después de esto, fase de grupos con dos grupos. Los campeones de ambos grupos disputarían la final, eliminando la presencia de cuartos de final y semifinales. Espero que se me haya entendido la explicación porque sí, fue tan lioso como suena. Un primer experimento que no convenció a nadie. Bueno, a nadie no. A los aficionados del Olympique les puso una copa en sus vitrinas de la que nadie más en todo Francia puede presumir. Además, el único beneficiado del nuevo sistema resultó ser imputado por sobornos e irregularidades financieras cometidas por su presidente Bernard Tapie, siendo excluido el OM del siguiente año en la competición. Es la única vez en la historia que el vigente campeón no ha defendido el título al año siguiente.
Al año siguiente (1993/1994) se introdujo el primer retoque a un formato que había empezado con mal pie. La liguilla se mantuvo después de octavos de final pero, esta vez, pasaban los dos primeros de cada uno de los dos grupos, recuperando así la fase semifinal. Aquel año, el "Dream Team" de Cruijff recibió un severo correctivo por parte del A.C. Milan de Fabio Capello en una final que terminó con el resultado de 4-0. Con ese 5º título europeo, el A.C. Milan se quedaba a tan sólo uno del Real Madrid, el cual, llevaba 28 años sin ganar y 13 sin jugar una final. Al año siguiente, viendo que el sistema seguía sin convencer, se volvió a "recoger cable" desde la UEFA, y se puso la fase de grupos en la fase que correspondería a unos octavos de final, recuperando los cuartos de final a doble partido. Aquel año, el A.C. Milan, que se veía igualando en laureles europeos al Real Madrid, fue superado por un jovencísimo Ajax de Amsterdam en el que destacaron futuras estrellas como Seedorf, Kluivert, los hermanos De Boer o Edgar Davids. Al año siguiente, mismo formato, fue la Juventus la que sorprendió a un Ajax que se había plantado en la final por 2º año consecutivo. En esta ocasión, la lotería de los penaltis decidió el partido a favor del equipo de Turín.
Año 96/97: LEY BOSMAN. Como ya escribió mi compañero la semana pasada, la Ley Bosman supuso un antes y después en lo que a planificación de plantillas se refiere. Ya no se miraba la nacionalidad sino la pertenencia o no a la Comunidad Europea. Esto produjo, entre otras cosas, que la competición más reñida y cotizada del continente se quedara en manos de los equipos pertenecientes a las cuatro grandes ligas. Desde entonces, salvo el título que levantó el Oporto en el año 2004, todos los ganadores han sido españoles, ingleses, alemanes o italianos. Curiosamente, el primer ganador del UEFA Champions League con la Ley Bosman ya vigente fue el Borussia de Dortmund. Un equipo que nunca destacó por su capacidad para fichar jugadores ni por capacidad económica ni por capacidad de atracción de jugadores por historia o prestigio (si bien es cierto que pocos jugadores dirían que "no" al Dortmund, menos aún son los que dirían "sí" teniendo, a la vez, sobre la mesa, otra oferta del Bayern, Barcelona o Real Madrid. Esto, en 1997, era así) Un equipo basado en una serie de piedras angulares muy concretas: Klos, Sammer, Andreas Möller, Chapuisat y el entrenador, Ottmar Hitzfeld (al que muchos recordarán de su exitosa carrera en el Bayern). Ni estaba plagado de extranjeros (no había dado tiempo) ni tenía un '11' que dieran auténtico miedo como, por ejemplo, la Juventus que al año siguiente perdió contra el Real Madrid o el futuro Bayern que formaría el mismo Hitzfeld. Eso sí, entre las piezas clave, un central galardonado con un Balón de Oro (Sammer, uno de los únicos 3 centrales que lo han ganado), un buen portero, un mediapunta expectacular como Möller y un delantero cuya virtud era lo único que se le pide a un delantero: el gol.
Año 97/98: Se ve venir el jaleo. Se permitió la participación de los subcampeones de las grandes ligas: Inglaterra, Alemania, Italia y España. Se amplió el número de grupos de la fase final (recordemos, una ronda de grupos en lo que hoy conocemos como octavos de final) de 4 grupos a 6. para cuadrar que se clasificase el número de equipos necesarios para disputar unos cuartos de final, como ya no salían las cuentas, se tiró de chapuza. Se clasificaron para cuartos de final los primeros de cada grupo (ya tenemos 6 equipos, faltan 2) y los dos mejores segundos. Éstos fueron el Bayer Leverkusen con 13 puntos y empatado a puntos con el campeón de su grupo, y la Juventus de Turín que, con 12 puntos, empató como "mejor segundo" con el PSG, pero pasó por diferencia de goles (+4 los italianos por el +1 de los parisinos). Fue la primera edición el la que participaron tres conjuntos de un mismo país, al aprobarse la participación del subcampeón de la Bundesliga y participar el Borussia Dortmund sin haber quedado ni 1º ni 2º, sino como actual campeón de la Champions. El título se lo llevó el Real Madrid después de 32 años en el "dique seco".
Año 98/99: Primer balón diseñado para ésta competición. Básicamente, jugándose la final en el Camp Nou, fue Nike, la suministradora de balones para la liga española, la que dio el paso de realizar un balón conmemorativo de la final. Hasta entonces, el balón lo suministraba, obviamente, el conjunto local, de la marca con la que el club tuviese el contrato de patrocinio habitual (normalmente, el mismo con el que se disputaba la competición liguera). Ésto se vió desde la UEFA como una idea estupenda para seguir dando empaque, independencia y fuerza a esta competición. A continuación, Nike desarrollaría el balón de la siguiente final, y el balón con el que se jugaría la edición completa 2000-2001 (Nike Geo Merlín). Adidas vio la jugada y tardó menos de un mes en "levantarle" a Nike el contrato con la UEFA, diseñando, para la temporada 2001-2002, el primer balón estrellado con el que ya todos identificamos a ésta competición, el Adidas finale 1.
Año 99/00: El sistema de los dos mejores segundos no gustaba. Y, como siempre, alguien apareció para terminar de rematar la faena. "Como no gusta lo de los dos mejores segundos, ¿que os parece si metemos dos liguillas seguidas, al tercer clasificado de la 1ª liguilla se le invita a jugar la Copa de la UEFA, y de la segunda liguilla sacamos a los 2 primeros para unos cuartos de final, como se hacia antes?". Menudo jardín. Así se hizo y pocos en Europa teníamos claro contra quién nos tocaba jugar o si seguíamos siquiera vivos en la competición. Además, por si fuera poco, es el año en el que se decidió ampliar la participación de clubes de las 3 ligas con mejor coeficiente hasta el 4º clasificado de cada liga. (Norma ampliamente criticada por aquellos más nostálgicos que ya criticaban la participación del 2º clasificado de cada liga. El motivo no es otro que el origen de la Copa de Europa previa a la Champions, que recibía el nombre de Copa de Clubes Campeones Europeos porque sólo participaban campeones de liga (o en francés, Coupe des Clubs Champions Européens, palabras que se siguen tallando en la copa que se entrega como campeón de la actual Champions League)
Año 03/04: Por fin. Se acabó el suplicio. Se dio con la tecla correcta. Un formato de 32 equipos divididos en grupos de 4, con sus octavos, cuartos, semifinal y final. Pasan a octavos los dos primeros y los terceros clasificados de cada grupo va a parar a la UEFA Europa League (otra competición que merece artículo a parte y que, por extensión, mayor que éste incluso, creo que constará de varias entregas) Y todo lo que conllevase incluso o exclusión de federaciones o número de clubes por federación debería ser suplido por otra federación o afectar, exclusivamente, a la fase preliminar (antes del sorteo que conocemos). En los años en 99/00 y 03/04, se mantuvo el sistema de dos liguillas, cuartos, semifinal y final, yo creo que por la dificultad para la crítica. Y es que no se puede criticar como bueno o malo lo que no se termina de entender. Fue el año en el que el Oporto de Portugal se proclamó campeón, siendo, hasta la fecha, el único campeón que no pertenece a las cuatro grandes ligas europeas.
Espero que os haya gustado la historia de evolución de la competición continental más importante del mundo (con el permiso de la Copa Libertadores), y de como se han ido "pegando tiros al aire" hasta que se ha dado con la tecla correcta.
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