Hoy vengo con un futbolista del que pocos han oido hablar. Por lo menos hasta ahora. Un delantero que acaba de recalar en la plantilla del Real Madrid-Castilla para intentar demostrar lo que vale y que, con el conjunto que dirige Raúl González Blanco lleva dos goles en dos partidos (el último, un gol de bella factura). Pero, ¿de dónde viene? ¿cuántos años tiene? ¿que perspectivas hay con respecto al chaval? Ahora lo veremos...
Marc Gual es un delantero español que, a sus 23 años, ha pasado por dos canteras y dos primeros equipos sin suerte en ninguno de éstos. De la cantera del Espanyol pasó a la del Sevilla con unos números interesantes: 15 goles por temporada. En la cantera del Sevilla mantuvo su media goleadora, lo que hizo que todo un Real Zaragoza se fijara en él. Pero su salto a la élite no terminó de dar los frutos deseados y el chaval volvió al Sevilla Atlético. Tras la mala experiencia de Zaragoza (dónde se le recuerda más por las ocasiones generadas y erradas que por sus goles), el Girona, equipo con más presupuesto de la 2ª División española, puso sobre la mesa un contrato de cesión. El motivo no era ni económico ni que la intención fuese completar con Marc la plantilla con vigesimosegundo jugador. Más bien, el motivo de ofrecer una cesión y no un traspaso residía en las dudas generadas por el futbolista durante su paso por el Zaragoza. Pero, en principio, la idea era probarlo en una dupla con Stuani (máximo goleador de 2ª). Si bien es cierto que su paso por el Girona no fue tan poco fructífero como lo fue su etapa en Zaragoza, también lo es que en combinado catalán tampoco terminó de encajar. Por lo menos, no lo suficiente como para plantearse un traspaso.
Entonces, tras haber jugado en 3 conjuntos que militan en la 2ª División española, Raúl González se fijó en él. Es cierto que se fijó por una acuciante necesidad de gol ante las lesiones de Pedro y Rodrigo (los dos delanteros del Castilla llamados a destacar en LaLiga), pero eso no quita para entender que, si un club-cantera como el Castilla se fija en un futbolista, rara vez lo hace como medida de solución momentánea de la situación. Porque, para eso, se prueba al delantero del siguiente equipo del filial y arreglado. Algo tiene que tener el futbolista para que un Castilla o un Barcelona B se fijen en él.
En este caso, además de una calidad digna de mención, Raúl busca un revulsivo del vestuario. Un jugador que, habiendo conocido ya la cara amarga del fútbol profesional, esa en la que tu fútbol, simplemente, no gusta, hagas lo que hagas. Y que, con esa experiencia vital, pueda explicar a los "mirlos" de la fábrica blanca que no todo es de color de rosa fuera de la burbuja en la que viven los canteranos del Real Madrid. Es conseguir varios objetivos con un único movimiento: fichar un delantero de calidad, meter en el vestuario a alguien que, habiendo jugado en equipos de cierto nombre y en una categoría superior, sea capaz de ejercer de líder de la plantilla por experiencia, que dicha experiencia pueda enderezar un poco el rumbo, en lo que a actitud se refiere, de ciertos canteranos blancos, conseguir tener bajo su mando a alguien que, habiéndolo pasado mal en otros equipos, utilice su propia experiencia también para escuchar, atender y obedecer a Raúl con la intensidad que al ex-capitán del conjunto blanco le gustaría que lo escucharan. Y no hace falta que se cumplan todas las espectativas anteriormente descritas. Con que se hicieran realidad dos o tres de ellas, el fichaje para el Castilla se podría considerar todo un éxito.
Desde el punto de vista del futbolista, puede parecer un paso atrás. De 2ª a 2ªB, del primer equipo del Girona al Castilla...pero no olvidemos que se trata del Castilla. Tanto el primer filial blanco como el Barça B son clubes-cantera que no suelen acudir al mercado de fichajes como primera opción. Digamos que son clubes dónde prima siempre la promoción interna por motivos obvios. Y, de acudir al mercado, será en busca de un futbolista con clara proyección de crack mundial que, por edad, pudiera ser perjudicial tenerlo tan pronto con el primer equipo. Por lo tanto, a pesar de sus 23 años, Marc Gual ha visto una oportunidad de volver a empezar haciendo bien las cosas en busca de un sitio entre los mejores de este deporte. Una oportunidad que, además, es tan rara y poco habitual como un premio de lotería. ¿Es un paso atrás? Hombre, a priori, sí. En una visión superficial y cortoplacista, pasar de 2ª a 2ªB y de un primer equipo a un filial, no hay duda de que es un paso atrás. Pero, si miramos un poco más allá, creo que, como digo en el título, se trata de un paso atrás para coger impulso y dar dos hacia adelante.
En resumen, un futbolista con 23 años que ficha por el Castilla no tiene muchas perspectivas de llegar a ningún puerto mundialmente conocido, pero dadas las circunstancias, la calidad del chaval, la presencia de Raúl González y sus métodos de trabajo exhaustivos, y la capacidad que tiene el filial blanco para colocar jugadores en 1ª División, creo que Marc Gual es un futbolista a tener en cuenta de cara al futuro y, aunque puede ser (de hecho, siendo sincero, lo considero más que probable) que nunca lo veamos de blanco en el Bernabéu o de azulgrana en el Camp Nou, si veo posible que acabemos preguntándonos: "¿Este chico no jugó en el Castilla?" Como ha ocurrido con Negredo, Luis García, Willian José y tantos otros...
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