Hoy vengo con ganas de marcha. No se puede consentir que un señor al que se le llena la boca hablando de la historia del club que él mismo preside, tenga semejante falta de respeto por un hito de este deporte como es el estadio del Liverpool, conocido como Anfield o Anfield Road Stadium en su nomenclatura completa. Además, esta cariñosa reprimenda hacia el presidente del Atlético de Madrid (que entiendo que no piensa las barbaridades que dijo y que todo formaba parte de un jocoso afán por calentar la eliminatoria de Champions), nos va a servir para acercarnos un poco más a la historia del fútbol. Vamos allá...
En primer lugar, me gustaría decir que la actitud de Enrique Cerezo, en esas declaraciones, parecía la de alguien que acaba de salir de una relación y se intenta autoengañar pensando que tampoco estaba tan agusto en aquella relación. Y es que, cuando te obligan a tirar tu estadio, te obligan a tirar una parte muy importante de tu historia. Y cuando esa historia sólo permanece ya en tu memoria, entiendo que prefieras definir los estadios que sí conservan ese "olor de antes" como "viejos". Porque Anfield Road, hoy por hoy, puede mostrar a las generaciones futuras como se jugaba al fútbol en el S.XIX (con sus reformas, es cierto, pero manteniendo lo básico). El Vicente Calderón, ya no. Seguro que las pirámides de Egipto le gustaron mucho a nuestro apreciado presidente pero "es que...son viejas, ¿no?". Y es que, hacer de la necesidad, virtud, es una de las señas de identidad de este curioso personaje público. Sin ir más lejos, hace un mes, protagonizó otra del estilo con el caso Cavani al convertir el hecho objetivo de que, por el motivo que fuese, un club como el Atlético de Madrid no iba a afrontar el desembolso necesario, en otra historia. Otra realidad. Una realidad en la que el club no estaba dispuesto a "sentirse atracado" en un fichaje. Sin, ni siquiera, acertar en la denuncia pública sobre quién le estaba intentando atracar (acusó al entorno del futbolista cuando lo cierto es que las negociaciones no llegaron a buen puerto, en primer lugar, con el PSG). Aun así, no quiero dejar la imagen de ningún tipo de animadversión hacia D. Enrique Cerezo. Nada más lejos. Me parece que es un señor que defiende los intereses de su club (como haríamos cualquiera de nosotros) y que, además, lo suele hacer con un punto cómico que le da cierto aire entretenido a esto del periodismo deportivo. No podemos negar que Cerezo es un presidente que genera titulares. Aunque, a veces, como en este caso, sea conveniente marcar un poco los límites. Y es que, Cerezo lleva un mes bastante inspirado. Del "no estamos aquí para que nos atraquen" al "lo único que está en juego hoy es la continuidad del 'cholo'...la continuidad de buenos resultados me refiero, que luego lo interpretáis como queréis" hasta el "Anfield es un estadio viejo...", parece que nuestro querido presidente ha decidido no dejarnos tiempo para escribir la anterior antes de liar la siguiente.
Pero centrándonos en la importancia de Anfield Road, vamos a mostrar una serie de datos interesantes que pueden ensalzar la imagen de dicho templo (término que reservo para estadios muy concretos, Anfield entre ellos) del fútbol. El estadio abrió sus puertas por primera vez en 1884, siendo el 3º estadio con más historia de la Premier League (sólo por detrás de Bramall Lane, casa del Sheffield United desde 1855) y de Stamford Bridge, 1877) y el 4º del mundo. Colándose en 2ª posición el Sandygate Road del año 1860, dónde disputa sus partidos como local el Hallam FC, equipo apodado "The Countrymen", que se traduciría algo así como "los paisanos" y que milita en la 8ª división inglesa (formando parte de las divisiones consideradas ya como semi-profesionales).
Volviendo a Anfield, el primer dueño del estadio por aquel 1884 fue John Orrell, un cervecero amigo del fundador del Liverpool FC, John Houlding (también empresario cervecero). John Houlding fue presidente del Everton desde 1884 hasta que decidió fundar el Liverpool FC en 1892. Y todo porque los directivos del Everton, que por aquel entonces jugaba en Anfield gracias a su presidente, por discrepancias con Houlding, compraron un terreno al otro lado del parque que había junto a Anfield y, allí, construyeron Goodison Park, llevándose al equipo consigo. Houlding, con estadio pero sin equipo, decide entonces fundar el Liverpool FC, como digo, en 1892. Pero claro, el derby más antiguo de la Premier League, el derby de Merseyside, no nace en una época en la que el fútbol se fanatice como ahora, ni se usó de excusa para encubrir otro tipo de rivalidades (como ocurre con el más antiguo del mundo, el Old Firm escocés, que oculta una rivalidad política y religiosa que mantiene dividida a toda Escocia entre protestantes y católicos que, a su vez, son pro-Inglaterra o independentistas respectivamente). En este caso, no. De hecho, el derby de Merseyside es conocido como "el derby de la amistad" por la cantidad de familias divididas futbolísticamente pero sin grandes consecuencias. Es de los pocos derbys en todo el mundo en el que no se diferencian zonas dentro del estadio entre locales y visitantes. Aunque, es verdad que, desde la creación de la Premier League en 1992, es el partido que más tarjetas rojas ha registrado. La rivalidad deportiva es atroz. Y es raro el año que el fútbol no pone a uno en el camino del otro para "arruinarle la fiesta". Aviso para Jürgen Klopp y sus chicos: En marzo de 1988, el Liverpool se presentó en Goodison Park con 29 partidos consecutivos sin perder. ¿El resultado final? 1-0 para el Everton. Un año más tarde, aquel trágico 15 de abril de 1989, la famosa tragedia de Hillsborough en la que una avalancha de gente (fruto del exceso de aforo) contra las vallas del campo acabó con la vida de 96 aficionados del Liverpool. Ese trágico suceso sirvió para mostrar al mundo, aun más si cabe, la relación entre aficiones, siendo aficionados del Everton los que se unieron al boicot de The Sun por sacar a la luz la verdad de lo ocurrido y, cuando se consiguió por fin, allá por 2012, la afición del Everton, en un Everton-Newcastle, homenajeó a las victimas mientras sonaba la canción de The Hollies “He ain’t heavy, he’s my brother”.
Y es que, Anfield Road es un símbolo del fútbol. Es una foto del origen de este deporte, y es un estadio en el que "nunca caminarás sólo". Aunque hubo negociaciones muy avanzas (con la administración pública incluso) para trasladar al Liverpool a otro estadio que se construiría a escasos 270 metros del actual, la presión de la afición y de la opinión pública forzó que se replantearan las cosas. Finalmente, no se va a construir un nuevo Anfield a 270 metros para derruir el actual. Se va a remodelar el existente.
Espero que, con estas palabras, haya podido mostrar unas breves pinceladas de la historia de este deporte, de este estadio, y de por qué me parece que tratar a un "Gran Reserva" como es Anfield como si fuera un "vino picado" me pareció una falta de respeto digna de respuesta en forma de artículo. Un estadio con 73 años de historia más que el Camp Nou, 63 más que el Bernabéu y 82 años más que el ya desaparecido Vicente Calderón.
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