miércoles, 18 de diciembre de 2019

HOUSSEM AOUAR: CUANDO ESCASEA LA NORMALIDAD, SE VALORA MÁS



Hoy os traigo a un verdadero JUGADOR A SEGUIR. Un chaval que merece que depositemos en él nuestra atención, aunque sólo sea para descartarlo, si queréis. Pero es que su juego nos está dando una lección de como se pueden hacer las cosas bien sin necesidad de estridencias, ni "super-regates" ni actuaciones sobre humanas. Uno de esos jugadores que demuestran que se puede destacar siendo un ser humano medio, sin necesidad de dotes técnicas, tácticas o físicas inigualables.


Sinceramente, no os voy a mentir, no tengo ninguna fe en nada que salga de la Ligue 1. Mariano, Malcom o Fekir me han demostrado que la liga francesa es la nueva Sudamérica, con un pequeño matiz: la adaptación desde las ligas del otro lado del charco es necesaria por ser un futbol diferente (hablo de Brasil y Argentina, exclusivamente), mientras que la adaptación necesaria desde Francia es por tratarse de una liga sensiblemente menor. Por lo menos a día de hoy. Ni el PSG puede llegar más lejos en Europa mientras no tenga un poco más de competitividad local, ni los OM u OL son ni sombra de lo que fueron hace relativamente poco. Del resto de equipos, mencionar que el Lille con Pépé y Rafael Leao se metió en la lucha por la liga el año pasado y que hoy, ambos jugadores, luchan por meterse en ritmos de competición de Premier y Serie A respectivamente, sin aparente éxito por parte de ninguno de los dos. Dos nombres más que añadir a la lista de los últimos fracasos sonados exportados por la liga francesa. 80 kilos pagó el Arsenal por Pépé y 23 pagó el Milan por Leao. Ventas que me recuerdan a las que efectúan los equipos portugueses (sobre todo el Oporto), en las que parece darse a entender, por las cifras manejadas, que la adaptación no sólo está garantizada sino que, además, da la sensación de que incluso será más fácil de lo que cabría esperar cuando se mira al mercado extranjero. Fichajes que dejan la sensación de que el equipo comprador es el equipo de menos nivel. ¿Cómo consiguen esos acuerdos? Ni idea. Pero desde que tengo uso de razón, el Oporto vende futbolistas a unos precios como para tener más dinero acumulado que el dueño del City. Falcao, James, Pepe, Jackson Martínez, Maniche, Ricardo Carvalho, Joao Moutinho, Ruben Neves, Oliver Torres...todos ellos, en mayor o menor medida, vendidos por encima del precio de mercado lógico en cada caso. Y los 80 millones de Pépé parecen fruto de una negociación dirigida por representantes del Oporto en lugar de los representantes del equipo francés.

Dicho esto, centrémonos. Aouar. Mediocentro organizador de los que te sirven para defender y para crear. Hay gente que opina de este chaval que no termina de ser estelar en ninguna de las dos funciones, mientras que yo creo que, para ser un humano normal realiza, excelentemente bien, ambas funciones. No tiene el físico de Kanté o Pogba ni la inteligencia sobre el campo "sobre humana" de Zidane o Henry. Pero con sus maneras demuestra que se puede destacar en el fútbol profesional con 21 años e, incluso, ser nominado al Golden Boy, sin necesidad de destacar salvajemente como M'Bappé por físico, técnica, etc... Houssem Aouar no es nada de eso. Pero cuando lo ves jugar, ves a un chaval que ha nacido para ser futbolista. Tiene buen tacto con el balón (control, disparo, desplazamiento en largo y en corto...) sin ser Lampard o Gerrard, tiene buen regate sin ser Zidane o Ronaldinho, y tiene un muy buen entrenamiento táctico sin ser Mascherano o Kroos. ¿Tan dificil es cumplir con el estandar que se pide a nivel élite? Parece que sí. Hoy en día, parece que no se puede quedar en ser buen regateador y hay que seguir hasta que salga la "lambreta". Uno no puede ser buen pegador hasta que meta un gol desde el 45 metros de falta pegándole a romper o no se puede ser un buen '5' al estilo argentino si pierde la posición aunque sea por un único segundo. Y Aouar es un futbolista que desmuestra que eso no es verdad. Que el fútbol nunca (o rara vez) tiene situaciones idílicas en las que sepas que vas a poder explotar al máximo tus virtudes. Que (casi) nunca se te queda el balón botando en el punto de penalti, o ves al defensa venir en la posición perfecta para el 'caño' o lees perfectamente la jugada rival y el contrario hace exactamente lo que tu pensabas que haría, demostrando así tu gran capacidad de anticipación. Por lo general, el fútbol, es pegarle lo mejor que puedas, regatear como sea (haciendo de la improvisación virtud y cuando no te quede más remedio para poder seguir en posesión de la pelota) y jugártela posicionalmente a que van a hacer algo que te pille absolutamente a contra pie. Y no pasa nada cuando, haciendo las cosas con normalidad, no salen perfectas. Por eso el fútbol además de un deporte también es un juego. Y la presencia de jugadores como Aouar nos recuerda esta realidad. Pero además, resulta que esta "normalidad" de actuación sobre el campo, se oferta poco hoy en día en el mercado futbolístico. Por eso Aouar es un jugador tan cotizado. Porque los futbolistas creen que no pueden fallar, cuando lo que realmente se busca es la efectividad. Y ésta sube una barbaridad cuando no se hacen cosas raras sobre el verde y se ejecutan acciones sencillas por parte de gente que es muy buena haciendo esas cosas "normales". En este sentido, Cruijff dijo una vez: "El fútbol es deporte muy sencillo, pero hacer un fútbol sencillo es muy dificil" y es algo con lo que estoy de acuerdo. Pero si, siendo complicado 'per se' el realizar un fútbol sencillo, si encima lo complicamos más con 'lambretas', disparos imposibles o carreras de velocidad olímpica por la banda...lo complicamos aun más.  Y, al final, un futbolista como Aouar, capaz de hacer muchas cosas "normales" bien debería valorarse mejor que un jugador con gran disparo y nada más, o con regate, o velocidad, etc...pero con el resto de habilidades a nivel de juvenil.

En resumen, un jugador con muy buenas capacidades para hacer todo lo que se le ha de exigir a un mediocentro e, incluso, algo más (tanto a nivel defensivo como ofensivo), y con un 'pero' enorme: juega en la Ligue 1. Hasta que no salga de ahí y demuestre que lo que hemos visto en Francia no ha sido fruto de la falta de nivel de la liga, no me atreveré a decir que estamos ante uno de los grandes del futuro. Pinta tiene, eso sí, pero como muchos otros anteriormente mencionados...de momento, creo que puede formar parte de esos JUGADORES A SEGUIR

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