Soy consciente de lo elevado del título. Incluso podríamos hablar de que suena hasta "cursi". Pero es que hoy venimos con un personaje que es, ni más ni menos, que eso. El gol. Inzaghi representa la máxima expresión de lo que deberían ser los delanteros, y más aún desde la profesionalización del deporte. Nadie como 'Il Pippo' ha vivido los goles como lo que son: su trabajo. Su vida.
Y es que, independientemente de lo mucho o poco que se pueda ganar en un puesto de trabajo, la ética que te lleva a darlo todo en tu trabajo está al alcance de muy pocos. Es un don. Ya sólo el hecho de saber diferenciar la implicación laboral del sueldo es, cuanto menos, digno de mención. Pero es muy importante no confundir la implicación con el nivel de motivación, donde sí que entra en juego el sueldo. Porque la palabra "motivación" deriva de la palabra "motivo", y el motivo por el que se trabaja es el salario. Si no me pagas lo que sí me pagan en otro sitio por lo mismo, me iré. Y si no me voy (porque no me quieren/necesitan en el otro sitio) desde luego que no voy a rendir igual sabiendo que podría vivir mejor trabajando lo mismo.
Bien. Aclarar esto me parece muy importante para hablar de la carrera de una leyenda del gol. Un jugador que saltó a la fama como goleador del Atalanta en el año 1997, pero que desde el Piacenza al Atalanta, pasando por el Parma, el Chievo o el AC Milan, siempre marcó goles. Muchos goles. Y todos ellos como si fuesen, a la vez, el primero y el último de su carrera. Por lo menos, eso parecía leerse de sus celebraciones. Nadie ha celebrado un gol como "Il Pippo". Por lo menos en lo que a intensidad se refiere. Tanto es así, que cuando le marcó el primero de sus dos goles al Liverpool en la final de la Champions del año 2007, yo pensaba que le daba un ataque al corazón, una subida de tensión o algo así. Jugaba con la misma intensidad siempre, buscando la portería rival constantemente. Considerado el mayor ejemplo de "ratón de área", sus 181 cm de altura demuestran que no buscaba ser el más rápido por falta de altura/físico, si no más bien por sobreabundancia de intensidad. Lo más curioso del caso es que su mejor año a nivel de reconocimientos individuales fue ese 2007 (34 años). Nombrado mejor delantero del mundo por la asociación de futbolistas en ese año, así como mejor delantero italiano y jugador más valioso de la Champions, habiéndose convertido ese año en el máximo goleador histórico de competiciones europeas superando los 62 goles de Gerd Müller...¡en una temporada de 11 goles en total! Un delantero con temporadas de 25 y 30 goles antaño, fue reconocido individualmente en una de sus temporadas más flojas (aunque, ciertamente, más decisivas).
Para quién no lo sepa y quiera buscar algún video al respecto, Inzaghi fue ese delantero desaparecido del juego hasta que aparecía para empujarla durante su última etapa. Al principio, su aportación al juego era mayor, aportando juego y peligro desde los 3/4 de campo en adelante. Y si no se le recuerda así es porque aunque nos choque, nació en 1973, por lo que hizo la treintena en 2003 y se retiró en 2012 con 39. Una auténtico 'killer' reconocido a posteriori. Cuando ya quedaba para poco más que empujarla...
Para quién no lo sepa y quiera buscar algún video al respecto, Inzaghi fue ese delantero desaparecido del juego hasta que aparecía para empujarla durante su última etapa. Al principio, su aportación al juego era mayor, aportando juego y peligro desde los 3/4 de campo en adelante. Y si no se le recuerda así es porque aunque nos choque, nació en 1973, por lo que hizo la treintena en 2003 y se retiró en 2012 con 39. Una auténtico 'killer' reconocido a posteriori. Cuando ya quedaba para poco más que empujarla...
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