Diego Forlán, sin ningún género de dudas, es una leyenda para los seguidores del Atlético de Madrid, pero además de lo conseguido con la elástica rojiblanca, es un héroe en Uruguay, donde consiguió grandes cosas. Hoy, tras mas de un año sin jugar, pone fin a su carrera una leyenda del fútbol de los últimos años y uno de los mejores jugadores uruguayos que hemos podido disfrutar.
Es cierto que ha habido jugadores uruguayos ilustres como Obdulio Varela, Juan Alberto Schiaffino, Alberto Andrade (primer jugador de raza negra de la historia del fútbol), Hector Castro (el divino manco) y Enzo 'El Príncipe' Francescoli, pero sin duda ninguna, Forlán estará sentado con ellos, e incluso por encima de muchos. Quizá Francescoli sea de los pocos que supera a Diego. Los integrantes de la selección del 50 siempre estarán ahí por el famoso Maracanazo, pero en términos de grupo. En lo que se refiere a la individualidad, Forlán es de lo mejor que ha dado el país 'Charrúa'.
Hablamos de un jugador que pasó sus momentos malos, como casi todos, pero con esfuerzo los superó, y le dio a sus equipos momentos gloriosos. Hablamos de un delantero que consiguió la Bota de Oro en 2005 jugando para el Villarreal. Diego Forlán era un delantero que ganó el trofeo pichichi de la Liga Española con dos equipos distintos y ninguno fue Real Madrid o Barcelona.
Diego Forlán llegó muy jovencito, con 17 años a la Liga Argentina para unirse al equipo sub20 de Independiente. Su buen hacer, le llevó al primer equipo en 1998, y allí permaneció hasta 2001. En su primera temporada, prácticamente no jugó, pero en las tres siguientes se destapó como promesa de lo que más tarde el mundo vería: 40 goles y 9 asistencias en 89 partidos. Un rendimiento realmente espectacular para un chaval tan joven no pasó desapercibido en Europa y el Manchester United de Alex Ferguson lo fichó.
Manchester fue la primera prueba dura de verdad para Forlán. Las cosas no se dieron como todos querían. Una primera temporada nefasta, en la que participó hasta en 13 partidos de liga y cinco de Champions sin anotar ni asistir le pusieron en el disparadero. Los 11 millones de euros que había pagado el United se antojaban muchos para ese rendimiento. La segunda temporada, algo mejor pero aun discreta con 9 goles y 3 asistencias en 45 partidos pasó más desapercibida por la conquista de la Premier por el United, sin embargo, el conseguir únicamente la FA Cup en la 2003-04 unido a sus 8 goles y cinco asistencias en 35 partidos agotó la paciencia de un United que ya contaba con Cristiano Ronaldo como ídolo del futuro.
Así, Forlán hizo las maletas rumbo a España. Recaló en las filas del Villarreal y en su primer año, la rompió: 25 goles y una asistencia en 38 partidos para ganarle la Bota de Oro a Eto'o y clasificar al 'Submarino Amarillo' para la Champions. Junto con Riquelme, hicieron las delicias de una afición que pudo tocar el cielo con las manos, pero el sueño llegó a sus fin en las semifinales de la Champions League, donde cayeron derrotados contra el Arsenal. En la siguiente temporada, tras la caída en semifinales, el Villarreal tenia una herida abierta difícil de cerrar, no obstante, los 21 goles anotados por Forlán ese año, le valieron para alcanzar la nada despreciable media de 0,47 goles por partido en su periodo hasta entonces en La Liga. Los 58 goles anotados en 121 partidos le valieron su traspaso al Atlético de Madrid para la 2007-2008.
El Atlético es el punto álgido de la carrera de Forlán. Estuvo hasta la 2010-2011 y consiguió una media de 0,49 goles por partido. Anotó 96 goles y repartió 32 asistencias en 198 partidos en los que participo, siendo su doblete en la final de la Europa League 2009-10 ante el Fulham aun recordado. En la 2008-09 se proclamó pichichi con 35 goles. En la 09-10 ganó la Europa League y la Supercopa de Europa. En 2010 tuvo una media global de 1 gol cada dos partidos, llevó a Uruguay a las semifinales de la Copa del Mundo y en 2011 ganó la Copa América con la celeste. Forlán era una estrella, considerado como uno de los mejores del mundo junto con su compañero Agüero, los grandes equipos europeos andaban detrás de ellos sin miramientos.
Tras un lío entre Real Madrid y Atlético, Forlán puso rumbo a Italia al no poder recalar en el equipo vecino. Milán y el Inter daban la bienvenida a su nuevo crack mundial. En Milán las cosas no acabaron de funcionar del todo bien. Forlán no pudo jugar la fase de grupos de la Champions por haber jugado la clasificación de la Europa League con el Atlético. Su intermitencia y sus 32 años le hicieron bajar el nivel y únicamente pudo anotar 3 goles en los 21 partidos disputados.
Tras esa temporada, se marchó a Brasil, con un contrato por una temporada al Inter de Portoalegre, donde resurgió a sus 33 primaveras con 22 goles en 55 partidos. Tras ese año, se marchó a Japón, donde mantuvo su registro goleador con 19 tantos en 51 partidos. Peñarol, Mumbay y la liga China fueron los últimos latigazos de la carrera de uno de los mejores jugadores uruguayos de la Historia.
Con 40 años, y teniendo ofertas, Diego Forlán a anunciado su retirada. Se va un grande pero su carrera nunca será olvidada. Diego Forlán, una Europa League, un Supercopa de Europa, Una Copa América, una Premier, una FA Cup, semifinalista de Champions y de un Mundial, dos veces Pichichi, una bota de oro, más de 200 goles y más de 600 partidos ligueros en Argentina, Inglaterra, España e Italia, un auténtica leyenda de Uruguay e incluso de nuestro deporte. Si te gusta el fútbol, te gustaba Forlán.
Hasta luego, Diego.
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