Por todos es sabido lo que ocurrió con la final de la Copa Libertadores en diciembre del año pasado. Tras unos hechos bochornosos, River Plate se hacía con el trofeo en un partido de vuelta en el Bernabeu con ambas aficiones en las gradas. Para el aficionado de Boca, será muy difícil de superar, sin embargo, el destino parece querer darle una segunda oportunidad al conjunto 'Xeneize', esta vez en semifinales.
Anoche, se puso punto y final a los partidos de ida de los cuartos de final de esta nueva edición de la Copa Libertadores. Por la parte de abajo del cuadro, que es la que ahora mismo casi nadie mira, copada por equipos brasileños, dejó la victoria del Flamengo de Filipe Luis por 2-0, doblete de Bruno Henrique, ex del Wolfsburgo y Santos, contra el Inter de Portoalegre de un ya talludito Rafa Sobis. En el otro partido, Palmeiras sufrió de lo lindo, gracias entre otras cosas a la expulsión del siempre rústico Felipe Melo, para ganar por 0-1 contra el Gremio de la sensación de la Copa América, Everton.
Más allá de los propios brasileños, como es lógico, poco interés se está mostrando por este lado del cuadro por la bomba que se avecina por la parte superior y que nos puede dejar un Boca vs River de nuevo, aunque esta vez en semifinales.
Boca Juniors ha perdido a Benedetto (traspasado al Olympique de Marsella), a Cristian Pavón (cedido a LA Galaxy) y a Wilmar Barrios (abandonó el club el invierno pasado rumbo al Zenit) con respecto a los que jugaron aquella final del Bernabeu. No obstante, los refuerzos como De Rossi o Salvio están dando sus frutos, además, con la salida de Schelotto y la llegada de Alfaro, jugadores veteranos como Tévez o Zárate, a pesar de su lesión, parecen haber encontrado savia nueva en sus piernas y juegan con energías renovadas cuando les toca disfrutar de los minutos que el técnico les ofrece. En la SuperLiga, su rendimiento ha empezado de manera correcta, terceros, empatados a puntos con River tras dos victorias por 2-0 y un empate a cero. Buen inicio de campeonato, pero aunque parezca imposible, en Libertadores se está mostrando todavía más sólido. Una buena fase de grupos, en la que pasó primero, y dos victorias, para sumar un global de 0-3 en octavos contra el Athlético Paranaense. Con esas, le llega el turno a Liga de Quito, que venía haciendo las cosas bien, y no hizo un mal partido, pero Boca lo hizo mejor: un gol en propia puerta sumado a los anotados por Abila y Reynoso (entró por la lesión que el propio Zárate tildó de "lesión rompehuevos" y que le dejará fuera un mes) ponen un parcial de 0-3 que les deja a las puertas de una semifinal de Libertadores y probablemente, contra River.
Por su parte, River, que en la Superliga empata con Boca a puntos pero anota bastante más, hasta seis goles más en tres partidos, en Libertadores está dejando un rendimiento algo más pobre y parece sacar ciertos partidos por eso que conocemos como 'la suerte del Campeón'. Pasó como segundo de grupo, cuatro puntos por debajo de Inter de Portoalegre y en octavos pasó de milagro, por penales, tras 0-0 en ambos campos contra el Cruzeiro. Aunque ojo, porque Matías Suarez falló un penalty, bien indicado por el VAR, en la ida en el Monumental, en el minuto 98. Este hecho, salió ayer a la luz de nuevo en la victoria de River por 2-0 sobre Cerro Porteño.
Es cierto que River fue muy superior al equipo de Nelson Valdez, Amorebieta, Larrivey y Carrizo, pero igual de cierto es que el penal, correctamente pitado por el VAR en el minuto 1, de Larrivey sobre De La Cruz, puso el partido muy de cara para los argentinos. Insistiendo en que el penalty está bien pitado, aunque sin el VAR jamás se hubiese señalado, mucha gente empezó a murmurar. Los murmuros callaron cuando, otra vez el VAR anuló el 2-0 a Nacho Fernández por una mano de Matias Suarez en el control antes de centrar, pero se desató la ira de los paraguayos cuando Santos Borré anotó el definitivo 2-0, también de penal y también correctamente señalado aunque bastante más dudoso, Palacios hizo mucho por caer ante la salida de Carrizo. A pesar de que ambos penaltis están bien pitados, las quejas contra River y contra lo que Chilavert a denominado Corrupbol, refiriéndose al máximo organismo de la Confederación Sudamericana son constantes.
Dejando eso a un lado, parece que River está echando mucho en falta al Pity Martínez y a Matías Suárez le está costando un poquito, menos en entender el juego pero más en anotar en Libertadores. Las tiene, pero falla muchísimo.
El 2-0 es un gran resultado, pero le toca ir a jugar a Paraguay y 'el Muñeco' Gallardo tendrá que andarse con ojo, Cerro Porteño tiene dinamita en ataque, y un buen partido en casa, puede dar con la remontada, aunque difícil.
Los dos lo tienen bastante bien, Boca quizá un poco mejor ya que juega la vuelta en la Bombonera y tiene un gol más de ventaja. Lo cierto es que, respetando a Liga de Quito y a Cerro Porteño, el mundo del balón vuelve a girar la cabeza hacia Argentina por segunda vez en pocos meses. Otro Superclásico, esta vez en semifinales, pero que todos ansiamos ver.
¿Conseguirá Boca la tan ansiada revancha?
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