Hoy traemos a ese desconocido que no hace más que salir en portadas de periódicos como posible refuerzo de grandes clubes (Real Madrid, como principal candidato) pero del que poco o nada se sabe. Un jugador que juega de centrocampista, del clásico box-to-box como dicen en Inglaterra y que, como tal, siempre es difícil de definir de manera que quede claro lo que se le puede y no se le puede exigir al chaval. Analicémoslo para intentar encajarlo lo más posible en un perfil y que nos quede un poco más claro.
En primer lugar, y como primera gran definición, diremos que se trata de un box-to-box, como hemos dicho anteriormente. Este tipo de jugadores se caracterizan, principalmente, por estar en las dos áreas casi de modo simultáneo. Centrocampistas con capacidades defensivas y ofensivas casi a partes iguales. A dichas capacidades, obviamente, tenemos que añadir un derroche físico casi inigualable. Quizás, la principal virtud de un centrocampista de estas características sea esa: ser capaz de estar corriendo del km 13 al 14 como del 0 al 1. En algunos casos por potencia física (como ocurría con Essien o Vidal en sus mejores años) y en otros por capacidad para medirse y "regularse el combustible" como en los casos de Gerrard o Lampard. Y de todos ellos tiene un poco nuestro protagonista de hoy.
Voy a intentar hacer un juego de comparaciones para acotar lo que es Van de Beek, comentando sus similitudes con otros a los que sí que hemos visto más y cuyo juego tenemos un poco más definido. Tiene la llegada de Khedira y la capacidad para "pegarse" por un balón del centrocampista alemán. Sin embargo, los 5 cm menos de altura, sus 22 años y su peso (76 kg frente a los 93 kg de Kherdira) lo hacen carecer de la inercia necesaria para imponerse realmente por músculo y tamaño. Aún así, sus 184 cm se dejan ver en todas y cada una de las refriegas en las que se ve involucrado. Y ante esa pequeña carencia de inercia, surge la calidad, el toque y la pegada. Recuerdo como los aficionados del Real Madrid criticaban a Khedira porque no llegaba a portería, ni en cantidad ni en calidad, como lo hacía con Alemania. Bueno, pues con Van de Beek estamos ante un jugador que ha metido este año 17 goles en la Eredivisie, que con todos los hándicaps que se quieran aplicar, son muchos goles para un centrocampista. Y es que, en ese tramo final del campo, en esos últimos 20 metros, aparece su parecido más reconocido por parte de la afición de Ámsterdam: Frank Lampard. De hecho, ya es conocido como "Dutch Lampard", el Lampard holandés. Personalmente, he de decir, que viendo en él, ciertamente, movimientos del ex-capitán del Chelsea, no termino de estar de acuerdo con la comparativa. Tiene técnica, toque y golpeo de balón para superar a Lampard, pero creo que le falta un punto de...llamémoslo genialidad, locura, excentricidad...como ustedes quieran. Pero Lampard ha pasado a la historia más por sus intentos imposibles (cuando le salieron, porque de los muchos que no le salieron bien nadie se acuerda en beneficio de la reputación de Frank) que por su calidad real. Evidentemente que hay que saber, técnicamente, hacer la famosa vaselina que le metió al FC Barcelona sin ángulo, desde dentro del área, pero también es cierto que, para empezar, se te tiene que ocurrir. Y esas ocurrencias hacían especial a Lampard, no su mayor o menor capacidad para ejecutarlas. Y en ese sentido, Van de Beek creo que no está tan "loco". Aunque sí que es cierto que en regate, velocidad y golpeo de balón está un escalón por encima de Lampard. ¿Tanto como para decir que le pega como Gerrard? No. A tanto no llega. Pero tener a un centrocampista que mete 17 goles apareciendo como Khedira y con un golpeo de balón a medio camino entre Lampard y Gerrard ya me parece que estamos hablando de un jugador con un sitio claro en la élite.
Pero, a esas todo esto, lo que de verdad distingue a Van de Beek es su visión de juego. Una capacidad asombrosa para dar un apoyo constante al compañero para salir casi de cualquier presión y, si se tercia, meter un pase entre líneas que sólo él ha visto. ¿Cómo Guti? No hombre, no. Tanto no. Es capaz de ser el primero en ver un pase al hueco, más rápido que los defensas a la hora de ejecutarlo y, por tanto, conseguir que el balón llegue a zona de gol. Pero inventarse pases y meter el balón por dónde no cabe, no. Eso, de momento, se le escapa al bueno de Donny. Pero vamos, que si en lo referente a visión de juego y capacidad para ver ESE pase, lo comparamos con Lampard, Gerrard, Essien o Khedira, por su puesto que pongo a Van de Beek en el número 1 de la lista. Lo que nos lleva a tenerlo siempre en cuenta a la hora de pensar en una manija para el centro del campo. Y, sin embargo, en esto radica, en mi opinión, su mayor defecto. La indefinición. Hay un refrán español que dice: "Aprendiz de todo. Maestro de nada." Y creo que es una definición bastante acertada del defecto de Van de Beek. Y es que no se puede estar a la vez en las dos áreas. Y si bregas por un balón como Khedira, levantarse, seguir la jugada y acabar dando el último pase como Guti o disparando a puerta como Gerrard sería para darle, a ese señor, 17 Balones de Oro seguidos sin hacer más preguntas. Y no es el caso. Cuando se le ha dado libertad de movimientos, ah intentado atender a todas sus virtudes y ha terminado llegando tarde (o no llegando) a alguna de ellas. Y ese defecto, si se mantiene a lo largo del tiempo, puede acabar provocando que no sea útil para equipos de primerísimo nivel. Casos como el de Dennis Suarez o Marcos Llorente lo demuestran. Jugadores que quieren hacer muchas cosas y que acaban de suplentes porque sus fallos brillan mucho más que sus aciertos. De todas formas, sus 22 años son una baza a favor. Y su escuela Ajax, una incógnita. Porque es cierto que, posiblemente, parte de esa indefinición venga por haber sido esculpido como jugador por una escuela anárquica dónde las haya. En la que todos tienen que jugar y saber hacer de todo. Con una nostálgica adoración hacia el fútbol de una "naranja mecánica" que va a contracorriente de lo que dicta el fútbol de hoy en día, cada vez más especializado.
Veremos a ver como sale, pero lo cierto es que, el chaval, madera tiene para ser un grandísimo centrocampista y espero que así sea. En cualquier caso, bien sea en Madrid, Ámsterdam o dónde acabe recalando, os invito a que lo sigáis porque, de verdad, creo que aquí tenemos centrocampista para rato.
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