Después de seis años en los que se llegó a caer hasta la 2ªB, el RCD Mallorca vuelve a LaLiga. De hecho, la última vez que este equipo jugó en la máxima categoría del fútbol español, su nombre oficial seguía siendo Primera División. Un equipo que tuvo grandes nombres pero que, en su regreso, ¿será capaz de volverse a consolidar como equipo de primera? aqui lo analizamos...
Empecemos por la historia de este equipo. Para los que no lo sepan, no lo vivieran o, simplemente, no se acuerden, el RCD Mallorca ha tenido entre sus filas a jugadores de la talla de Leo Franco, Albert Riera, Walter Pandiani, Cleber Santana, Miguel Angel Moyá, Borja Valero, Jose Manuel Jurado, Juan Arango y, como sus dos grandes estrellas de los últimos tiempos: Ariel Ibagaza y, sobre todo, Samuel Eto'o. Es cierto que, salvando a los tres últimos, no son nombres que llamen a ganar una UEFA Champions League, a priori, pero también creo importante resaltar que se trata de futbolistas a los que todos hemos visto jugar, y que habiendo jugado con mayor o menor nivel de acierto, lo cierto es que todos sabemos quienes son. Además, casi todos ellos, por buscar un grupo de futbolistas reconocibles para el lector, si no llegaron a coincidir en plantilla, poco les faltó. Es decir, que es verdad que considerar al Mallorca un equipo imbatible tenía poca base, pero pensar que este equipo acabaría pasando por los sufrimientos por los que ha pasado tenía la misma dificultad argumental. No se entiende que un equipo como el que se llegó a formar se pegase semejante batacazo. Sólo se explica desde la experiencia de haber visto, curiosamente, ese mismo efecto inexplicable en otros equipos y en temporadas anteriores. El ejemplo del Alavés estaba ahí. Tras ser finalista de una Copa de la UEFA, cayó por un pozo sin fondo que terminó, como en el caso del Mallorca en la 2ªB. Una división de la que es muy difícil volver a surgir y, menos aún, con una intervención judicial encima, gracias al concurso de acreedores al que tuvo que acudir el club tras la "excelente" gestión económica del señor Piterman. De ahí que el milagro del Alavés, dentro de la dificultad que entraña volver, sea aun más milagro si cabe. Pero que el milagro del Alavés no nos descentre del tema. Porque con concurso o sin concurso, con Piterman o sin Piterman, salir de 2ªB es muy difícil. La 2ªB es una división considerada como semiprofesional, en la que participan 80 equipos divididos en 4 grupos de 20 equipos cada grupo. De los 80 participantes, mediante un sistema de play-off un tanto complejo (que ya será explicado en artículo dedicado) sólo llegarán 4 a la categoría profesional más baja en España: La Liga 123 o Segunda División española. Huelga decir la dificultad que entraña ser uno de los 4 de 80. Máxime cuando la tendencia es tan sumamente negativa.
Sin embargo, siempre hay casos para la esperanza. Los milagros existen. Y aunque es verdad que la evolución del Alavés tiene el agravante de dificultad de la intervención juridico-económica, en el caso del Mallorca, su descenso a 2ªB se consumó tal que un 4 de junio de 2017. ¡Hace 2 años el equipo descendía a 2ªB! y hoy vuelve a ser equipo de LaLiga, tras su victoria ante el Deportivo de La Coruña por 3-0, dándole la vuelta a una eliminatoria que terminó 2-0 en la ida. Si ya es difícil devolver a un equipo a la élite tras caer hasta la 2ªB, hacer "a curso por año" como se suele decir en el ámbito estudiantil, me parece digno de mención. Y más, con la plantilla con la que cuenta hoy por hoy el RCD Mallorca. Pero de aquellos "Eto'os e Ibagazas" hemos pasado a los Juan Diego Molina Martinez (alias "Stoichkov" pero que en poco más se asemeja al búlgaro), Lago Junior (estrella del equipo) o Ante Budimir. Tres jugadores que veremos a ver cual es su aparición en LaLiga, dada su inexperiencia absoluta en la élite española. El único futbolista medianamente conocido por los aficionados del resto de equipos puede ser Salva Sevilla (ex del Betis y el Espanyol), con lo que el panorama de cara a la próxima campaña apunta a una renovación muy importante de la plantilla, y de no ser así, es más probable la no-consolidación en primera que la consumación de la sorpresa con respecto a estos jugadores. De momento, a su favor está el haber eliminado a una plantilla con nombres como Mosquera, Bergantiños, Krohn-Dehli, Nahuel, Cartabia o Vicente Gómez. Tampoco son candidatos al Balón de Oro pero, desde luego, con alguna experiencia más cercana a la élite que Juan Diego Molina o Ariday Cabrera (segundo máximo goleador del equipo este año). Es cierto que me encantaría tirar de emotividad, utopía y buenos deseos al pensar que este Mallorca puede repetir la heroica y conseguir la permanencia en LaLiga con esos nombres, pero lo cierto es que me cuesta creerlo incluso poniéndome en el más optimista de los escenarios. Un Huesca con nombres traídos para la permanencia como Cucho Hernandez (Watford), Juanpi Añor (Málaga CF), Moi Gomez (Sporting Gijón pero de la cantera del Villarreal) o Javi Varas, estaba descendido (a falta de que los números lo oficializaran) casi desde marzo, de dónde se ve que el salto de 2ª a 1ª es lo suficientemente grande como para ser muy difícil manteniendo la plantilla de 2ª y, desde luego, imposible empezando un proyecto desde cero con jugadores deshauciados por equipos más grandes. Las pocas esperanzas de creer realmente en una permanencia pasan por haber jugado en 2ª con una plantilla más hecha para 1ª que para 2ª, como deberían heber ocurrido con el Deportivo de La Coruña o el Málaga CF (ambos repetirán en La Liga 123 una temporada más).
Dicho esto, mis felicitaciones al RCD Mallorca por su vuelta a la élite y por su más que merecido triunfo ante un Deportivo de La Coruña que no supo ganarse su plaza en la élite. Eso sí, espero que un presumible descenso dentro de un año por estas fechas, no desencadene otra ecatombe que vuelva a dar con los huesos del equipo mallorquín en la 2ªB. En cualquier caso, esperemos a ver como se da la temporada que viene y, de momento, simplemente, muchas felicidades.
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