Vale, sí, lo reconozco. Hablar de Brahim Díaz es empujar a gol un balón botando sobre la misma línea. Pero, ¿Qué queréis que os diga? desperdiciar una ocasión de gol como está esta feo y, además, creo que para la afición del Real Madrid dada la temporada vivida, una buena noticia no se la negaría, a día de hoy, ni el más acérrimo de los barcelonistas...
Brahim Díaz salió de la cantera del Málaga CF. Cuando todo apuntaba a que ficharía por el FC Barcelona, llegó el Manchester City y se adelantó, siendo Manuel Pellegrini una pieza clave para que el joven malagueño decidiera coger las maletas. Desde que llegó a Manchester se le vio como un jugador de mucho potencial y de rápido ascenso hasta el primer equipo, dónde acabó debutando bajo las órdenes de Pep Guardiola. Fue entonces cuando se empezó a notar la falta de 'feeling' con el entrenador español. Y es que el sistema de Guardiola no puede ser más desfavorable para el juego de Brahim. Aun así, el City era conocedor del potencial del chaval y no quería deshacerse de un futbolista por una cantidad que, a no mucho tardar, podría ser diez veces superior. Por eso, los ingleses se tiraron casi un año en busca de la firma del jugador al pie de un nuevo contrato. Pero eso es algo que nunca llegó. Y el Real Madrid, equipo caracterizado históricamente por desarrollar un fútbol más vertical y alocado que el que pregona Guardiola, pasó por Manchester a preguntar. Y al ver el río revuelto, pescó. Una historia tantas veces repetida a lo largo de la vida de este deporte que ya está hasta pasada de moda por topicazo. Un equipo se precipita al fichar a un chaval cuando cuesta poco sabiendo que valdrá más en poco tiempo. Pero la precipitación es de tal calibre que el chaval no juega, se lesiona, etc... y cuando aparecen clubes interesados, lo tienes que vender porque acaba contrato, si no quieres que se vaya gratis. Entre medias has rentabilizado la inversión, por supuesto, pero siempre te queda el 'conque' de haber podido rentabilizarla aun más.
En ese momento, el Real Madrid, sabiendo que el jugador ya tenía muy clara su salida del club inglés, hizo un esfuerzo, de 17 millones de euros (más variables) concretamente, y fichó al chaval en el mercado invernal, como gesto hacia el propio jugador, por si su negativa a renovar se traducía en represalias deportivas (entrenamientos a parte, no convocatorias, etc...) como hemos podido ver en el caso de Rabiot en el PSG. Y desde su llegada al club blanco todo ha sido expectación al respecto de la capacidad del jugador. Porque potencial se ve que tiene: regate en corto endiablado, combinado con una velocidad de conducción eléctrica, buen golpeo de balón y, sobre todo, muchísima intención en lo que hace. En todos y cada uno de los balones que toca se atisba la idea de hacer daño al rival. Es verdad que esta temporada, los aficionados del Real Madrid, han acabado un poco hartos de eso gracias al ya renombrado como "¡Uy!nicius Jr.". Tras haber pasado por fases como "Ficticius Jr." o " ¡Ay, si le sale eso!". Pero también es verdad que se está terminando una temporada en la que se ha visto tanto de ABSOLUTAMENTE NADA en Chamartín, partido tras partido, que sus aficionados parecen el típico amigo que, a las 3:00 a.m., fruto de la desesperación, elimina el "me gusta/no me gusta" de la ecuación y se va con la primera chica que le dice "¡hola!". Y es que, por lo menos hasta que comience la temporada 2019/2020, en Concha Espina ya no se piden méritos para seguir perteneciendo a la plantilla, se piden ideas y actitudes que puedan dar a entender que, a lo mejor, se puede quedar en la plantilla. Y no nos engañemos, tanto ¡Uy!nicius Jr, como Brahim Díaz son dos futbolistas que, siendo ya futbolistas profesionales y habiendo certificado las horas de vuelo sin desentonar necesarias (más Vinicius que Brahim, la verdad sea dicha) para ser considerados como tales, lo cierto es que hablar de ellos como pilares de la próxima temporada de todo un Real Madrid igual es venirse un poco arriba. Igual es repetir el error del City pero a mayor escala. Y quien dude de ello que se fije en el caso de Asensio. ¿Asensio no vale para el Real Madrid? Evidentemente sí. ¿Eso quiere decir que es normal decirle a un chaval de 22 años: "¡Chaval!, como se ha ido Cristiano Ronaldo, tu harás de él...¡por cierto! me debes 60 goles..."? No. Lo siento señores, pero no. Eso no se hace. Y si se plantea que Brahim, Vinicius, Valverde, Asensio y Jovic, si viene, (que tampoco supera los 22 años) ganen el triplete el año que viene me parece ir un poco cuesta bajo y sin frenos. Que no digo que no puedan hacerlo, digo que como planteamiento está mal. Que un planteamiento sea erróneo es independiente del resultado (por conjunción de circunstancias, puede darse que un razonamiento equivocado se cumpla), pero para eso están la estadística y la probabilidad.
Y por eso creo que era importante remarcar la situación actual con este artículo. Brahim es una realidad, sin duda. Pero entre ser una realidad y hacer a un equipo campeón de la UEFA Champions League...creo que hay un abismo por el que las carreras de muchos y buenos futbolistas se han defenestrado. Esperemos que se tenga la paciencia suficiente y no sea el caso, pero "paciencia" y "Bernabéu" son dos términos que no se llevan muy bien entre sí desde hace muchos años...
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