Hoy traemos a un jugador que todo el mundo conoce y del que todo el mundo se olvida ahora que se acerca el momento de reestructurar, revitalizar y dar un nuevo enfoque a los proyectos deportivos de los grandes clubes. Si consideras muy complicado mejorar la plantilla en cuanto a creación, juego y goles, ¿por qué no mirar hacia los especialistas defensivos?
Antes de centrarnos en los prodigios defensivos de este jugador, me gustaría aclarar que no se trata, exclusivamente, de un jugador defensivo. Sin ser un jugador con gol, sus cuatro goles y sus cuatro asistencias de esta temporada demuestran que tampoco estamos ante un especialista en la contención al uso. Y es que, seguramente, todos recordemos como el FC Barcelona celebró (no sin cierta sorna) el primer gol de Mascherano como azulgrana después de 4 temporadas, o de como Fernando Redondo abandonó la disciplina del Real Madrid con cuatro goles en 10 temporadas de blanco.
Últimamente parece no gustar el término contención, especialista defensivo o, como se los conoce coloquialmente, jugadores peaje. Pero como son jugadores muy demandados en todas las categorías (élite incluida), los "eufemistas" del fútbol hablan de jugadores que "dan equilibrio", de jugadores tácticos, y otra serie de definiciones en esa misma línea que, sin dejar de ser cualidades interesantes en cualquier futbolista, juegue en la línea que juegue, no definen el motivo real por el cual son tan demandados y tienen tantos minutos en los equipos por los que pasan. Sin embargo, en el caso de Kanté, todos esos eufemismos son más realidad que en el resto. Con su velocidad, su fuerza y su cabeza fría para tomar decisiones rápidas en momentos difíciles, estamos ante un mediocentro que, realmente, da equilibrio y contemporiza a su equipo. Y es que, entre sus récords, está el de ser el primer futbolista de la historia en ganar dos veces la Premier League consecutivas con dos equipos distintos. Siendo el Leicester uno de ellos. Todo dicho. Además, y por mucho que sepamos que la Premier League no pasa por su mejor momento futbolístico (a nivel objetivo, dado que a nivel interno, como liga, sigue siendo la más divertida de ver con diferencia), con los jugadores con los que cuenta la liga inglesa, que Kanté ganase el título de mejor jugador de la temporada en la Premier, elegido por el resto de jugadores de la liga, en el año 2017. Y cuando sólo te dedicas a cortar balones, mucha suerte tienes que tener para ganar dos ligas seguidas con dos equipos distintos. Y aunque así fuera, aún más complicado sería ser elegido por tus compañeros de profesión como el mejor del año en la liga.
Con todos estos datos, y aunque sus números no se puedan reflejar en estadísticas simples como los goles o las asistencias, Kanté realiza un trabajo de intendencia (por llamarlo de alguna manera) que lo pone a la altura de los mejores del mundo. Porque tan importante es un jugador que te resuelva partidos, como otro que te permita no necesitar de la genialidad de la estrella. Dicho de un modo burdo, con Kanté no necesitas a Messi. Dado que si un futbolista como Kanté te da el equilibrio que debe en el centro del campo, los delanteros no tienen que ser Messi para ganar los partidos. Y, sin embargo, los equipos están hablando de gastarse unas millonadas en futbolistas que, en ningún caso, son capaces de alcanzar el aporte que puede llegar a dar el francés. Se habla de Rabiot, se habla de Pogba, se habla de De Jong...en cifras por las que Kanté podría salir del Chelsea y que, sin embargo, no son capaces de aportar lo que aporta el bueno de N'Golo. Y no voy a entrar más en la discusión sobre si Pogba sirve o no para un grande, pero Rabiot, valiendo para jugar en el equipo que lo quiera este verano y De Jong (al cual veo un poquito verde todavía) son jugadores que están valorados por la opinión pública como futbolistas más interesantes y yo, personalmente, me quedaba antes con Kanté que con los otros tres juntos. Porque por muy bien que regatees, y por muchas veces que consigas irte de Kanté, siempre recuperará posición antes de que tu avances. Es un auténtico despliegue de virtudes físicas a lo largo de 90 minutos. A las que hay que añadir un toque de balón y una salida con el mismo muy depurada. No es Zidane, ni Ronaldinho, ni Messi, ni Modric...pero la diferencia con otros como Casemiro o Busquets, es que Kanté lo sabe. Por eso la suelta en cuanto puede encontrar una salida fácil, cercana...y hacia adelante, no como otros, famosos por tener más de un 90% de acierto en pases hacia atrás.
En resumen, mientras se habla de más de 100 millones de euros por jugadores peores, no termino de entender que nadie hable de reorganizar su plantilla entorno a este excepcional centrocampista. Y sin embargo, sigamos hablando de Pogba, De Light, De Jong o Eriksen...
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