viernes, 19 de abril de 2019

GUARDIOLA: "YO NO HE VENIDO AQUÍ A GANAR LA CHAMPIONS"



En el mundo del fútbol hay muchas características evaluables para definir un perfil de entrenador, desde el estilo de juego hasta la edad. La característica de la que hablaremos hoy es tan concisa y concreta que hace que haya dos tipos de entrenadores: los que pierden de manera señorial, sincera y con autocrítica y los que se empeñan en estar por encima de las circunstancias pase lo que pase, en ese aura de estar por encima de todo y de todos.


Entrenadores del primer grupo hay para elegir, encontramos a Allegri, a Klopp, Ancelotti, Pochettino Emery, e incluso Ferguson o Wenger en su día. Entrenadores que cuando son derrotados no tienen problema en hacer un ejercicio de autocrítica sincero y real, ajustado a lo visto por todos y felicitando al rival. Luego viene ese segundo grupo, grupo formado por Guardiola, Mourinho, Tuchel, Solari, Van Gaal, etc., que siempre están por encima de las circunstancias y o no ha sido para tanto la derrota, o hay un punto en el que los mortales no hemos caído o que el resto del mundo no entiende su trabajo, llegando incluso a la falta de respeto en ocasiones.

Ojo, me gustaría dejar bien claro que el pertenecer a un grupo o a otro no implica ser mejor o peor entrenador. En ambos grupos hay entrenadores que, a nivel personal, me gustan y otros que no. Por ejemplo, Allegri o Ancelotti no me gustan y Klopp y Pochettino si; como Mourinho si me gusta y Tuchel no. Esto va por otro lado, no va por la calidad de los técnicos, si no en la forma de encarar la derrota.

A lo que voy es a lo ridículo que empiezan a sonar determinados discursos, discursos que ya llega un momento en que no te puedes tomar en serio. Guardiola ha tenido unos comentarios estas últimas semanas que representan exactamente lo que digo, al igual que Tuchel. Guardiola, incapaz de superar una barrera que se le ha puesto en cuartos de final de la Champions League, nos ha dejado perlas como que a veces es mejor perder 1-0 que empatar 0-0 o que él no ha ido al City para ganar la Champions, si no para enseñar un sistema de juego... vamos a ver, llega un momento en que esto no puede ser, es que esto no se lo puede tomar nadie en serio.

Este eterno discurso de "vosotros no entendéis como funciona esto" me empieza a poner nervioso. Como Tuchel por ejemplo: "lo que yo hablo con mis jugadores queda entre nosotros y vosotros hacéis ficción por que no sabéis nada" y bla bla bla. Señor Tuchel, la realidad es que usted a mandado a Mbappé, el jugador con más nivel este año en el PSG, a la grada, tras fracasar estrepitosamente en Champions League y, además, ya son tres jornadas consecutivas en la que es incapaz de sumar 1 punto que le asegure la Ligue 1. Y claro, esto es culpa de que la gente no entiende, no de que el PSG, con cambios tácticos absurdos, lleva un mes jugando con fuego en todos los partidos y se quemó con el United, con el Lille, con el Nantes, etc.

Estos discursos no hacen ningún favor al equipo, máxime cuando se trata de entrenadores que no son precisamente, baratos. Entrenadores que, en el caso de Tuchel esto no aplica, se han ganado un puesto entre los grandes por conseguir cosas increíbles. Seamos sinceros, el equipo que ficha a Guardiola, Mourinho o Ancelotti, lo ficha para ganar la Champions, mínimo la Liga, pero seamos realistas. Nadie ficha a Mourinho o a Guardiola para que haga lo que hace Emery, ganar la UEFA y clasificar cuartos. Es un absurdo pretender convencer a la gente de lo contrario.

A usted, señor Guardiola, señor Mourinho, etc, se les ficha para ganar cosas, no para enseñar a jugar al fútbol a chavales que cuestan 150 millones de euros, por favor. Es cierto que lo de Tuchel es distinto, nadie ficha a Tuchel para nada, sinceramente, me hubiese quedado con Emery, pero ahora lo tiene el Arsenal para hacer, ni más ni menos, lo que hizo con el Sevilla, ganar la UEFA y meterlo en Champions. Para Emery, ganar la Europa League con el Arsenal es un éxito, para Mourinho con el United, una obligación.

Los aficionados deberíamos protestar más contra discursos de genero imbécil de los entrenadores, como aquel "no hay que subestimar los empates". Pues oigan no. Ya esta bien de decir tonterias y que encima las tengamos que aplaudir.

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