Tras unos cuantos años en tonos grises, Sergio Canales está demostrando en el Betis el motivo por el que el Real Madrid apostó tan fuerte por él cuando tan sólo tenía 18 años. Pero su resurgimiento aviva el debate sobre la contemporización que necesitan los futbolistas para desarrollar todo su potencial y, hoy Canales, está dando la razón a los que vieron en su día a un niño que quería correr sin saber andar...
Recordemos que Sergio Canales es un futbolista que proviene de la cantera del Racing de Santander y que, en el último año del equipo cántabro en primera división, dio un auténtico recital de como jugar con los mayores cuando aún no has terminado de estudiar. Esa temporada le supuso el fichaje por el Real Madrid y, cuando se estaba negociando su cesión al propio Racing, Jose Mourinho decidió llevarlo a la capital a que entrenase con los mejores. Errónea decisión en mi opinión. Creo que, a esas edades, un futbolista debe jugar. Y mucho. Porque en un entrenamiento no duelen los fallos a portería como en un partido de élite. Por mucho que el entrenamiento sea también de élite. Y de ese dolor en el fallo viene el aprendizaje. Y un equipo que acababa de traer a Kaká y Özil, creo que no gestionó bien el que Canales llegase al mismo tiempo. E incluso me da igual el cuando siempre que esos dos formasen parte de la plantilla porque por galones (tanto a nivel de clubes como internacionales, experiencia e incluso sueldo), Canales tenía, en el conjunto blanco, las puertas de la continuidad absolutamente cerradas. Pero entonces vino el siguiente error. Valencia. ¿Error por el destino? No. ¿Por los compañeros? Tampoco. Error por la gestión de los dirigentes del club. Es verdad que se trata de un error que se escapa de los factores controlables por el futbolista, e incluso por su agente, pero fue un error. Y es que Canales se tuvo que desguazar la rodilla para que, desde la directiva del Valencia (sanción previa por parte de LaLiga incluida), se dignaran a cambiar un césped que se encontraba en un estado tal, que hasta jugadores del propio Valencia salieron diciendo que alguien se acabaría lesionando con un césped así. Y así pasó. Y fue a Canales a quién 'le tocó la china'.
Tras su recuperación, no volvió a ser el mismo y, de hecho, tras repetírsele la lesión en la otra rodilla tras su fichaje por la Real Sociedad, todo el mundo pensó que, si Canales volvía a jugar al fútbol sería para coger un rol mucho menos protagonista de lo que se esperaba de él cuando saltó a la fama. Pero volvió a jugar en la propia Real Sociedad, con mucha paciencia por parte de la afición donostiarra, pudimos ir viendo a un Canales que, día a día, iba mejorando en su forma de jugar, adaptándose a los esquemas del equipo, y cogiendo algo de físico. Pero este último aspecto era el que llevaba una evolución más lenta de lo esperado. Los años iban pasando, físicamente se veía poca o ninguna evolución, y la edad empezaba a jugar en contra de Sergio. Nacido en 1991, cumplió hace 15 días los 28 años de edad, y durante sus 24/25/26 años, la falta de evolución física llevó a la Real Sociedad a buscar un destino para Canales, aprovechando el repunte de rendimiento de finales del año pasado, lo que provocó el interés por parte del Betis. Desde Anoeta se pensó que era la última bala para recuperar algo de lo invertido en Canales y, desde Sevilla, se vio a un jugador que, por fin, había dejado su calvario atrás. Y fue el Betis quién acertó en su lectura de la situación. Con otro tipo de entrenamiento y compañeros, el bueno de Sergio se ha puesto en Sevilla como un auténtico toro. Sin ir más lejos, este fin de semana pasado pudimos ver un gol de Joaquín en el minuto 84 que tiene como impulsor a un Canales que, en dicho minuto, recorre casi 50 metros a sprint, conduciendo, y con la frescura mental necesaria para terminar la jugada regalándole el gol al capitán verdiblanco. Una auténtica barbaridad de gol si tenemos en cuenta todo por lo que ha tenido que pasar Canales y los años que hemos pasado viendo en sus ojos la frustración de un lastre físico insuperable.
Por eso este artículo, y por eso, a pesar de sus 28 años, y de que parezca que llevamos toda una vida viendo a Canales deambular por los campos de fútbol de primera división, quiero hacer un llamamiento a seguirle, a que nos fijemos en él y que, desde la opinión pública se haga un movimiento "pro-Canales" a nivel internacional. Porque Canales necesita y se merece la llamada de la selección tanto como la selección necesita a un jugador como 'este' Canales.
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