martes, 13 de noviembre de 2018

DARIO BENEDETTO, ¿TALENTO U OPORTUNIDAD?



Ahora que el fútbol sudamericano está en boca, nunca mejor dicho, de todos, es el momento de desvelar el papel del delantero centro en el que Europa se fija, implacable en libertadores este año pero que comenzó la super final en el banquillo aunque no faltó a su cita en esta competición. 


Darío Benedetto, apodado 'el Pipa', igual que Higuaín, es el típico delantero argentino. Un delantero sin grandes puntos que destaquen sobre el resto pero que parece tener ese don de la oportunidad para estar donde tiene que estar y cuando tiene que estar. Su papel este año en Boca Juniors ha sido fundamental para que el equipo 'Xeneize' alcance la final de la máxima competición de clubes del continente sudamericano con 4 goles anotados en 5 apariciones con la elástica azul y oro.

Este año parece que ha dado un paso adelante en su rendimiento aportando goles importantes a su equipo pero, a veces, no es oro todo lo que reluce. Estamos hablando de un jugador que llegó a La Bombonera hace dos años tras buscarse la vida en el fútbol mejicano y que tiene 28 primaveras a las espaldas. Su paso por equipos menores de Argentina no tiene números espectaculares, hablamos de una media de 0,23 goles por partido tras haber disputado 60 partidos en Arsenal de Sarandí en tres años, en sus cesiones a la B en los años 2009, 2010 y 2011 la cifra sólo mejora en 2011, en Gimnasia de Jujuy, donde anota 11 goles en 20 partidos. Su paso por defensa y justicia en los dos años anteriores es poco reseñable con 2 tantos en 24 apariciones.

Viendo el panorama que se le presenta, el bueno de Darío pone rumbo a México tras su mejor campaña en Arsenal, y aterriza en Tijuana. Sus 23 dianas en 50 partidos le valen la oportunidad de jugar en el América, donde no sólo mantiene su nivel goleador, además, anota goles importantes en la Liga de Campeones de la CONCACAF. Recordado es su triplete en la final de 2015 o sus cuatro tantos en la semifinal, hazañas que le convirtieron en el mejor jugador del certamen. Dos Ligas de Campeones y habiendo jugado un Mundial de Clubes, el otro se lo perdió por lesión, pide salir de América de México tras continuas lesiones y diferencias con la directiva.

Es entonces cuando recala en Boca. Se incorpora al equipo 'Xeneize' en junio de 2016. Hasta tal punto era su deseo de jugar en Boca que puso 1 millón de dólares de su bolsillo para completar los 6 millones que pedía el equipo mejicano por su traspaso. No es la mejor época de del equipo bonaerense, pero su cifra goleadora se dispara: 23 tantos en 30 partidos, nada despreciable. En su segundo año, probablemente el mejor de su carrera, se trunca su meteórica temporada tras 12 goles en 12 partidos por una lesión de los ligamentos cruzados.

Ocho meses sin jugar para reaparecer como ídolo en la libertadores, pero con truco. Todos los goles anotados esta temporada han sido en Libertadores. En el campeonato doméstico aún no se ha estrenado.

Es evidente que su relación con el gol tuvo su punto álgido al recalar en Boca pero ¿se puede decir que Benedetto es un talento puro para anotar? pues es discutible. Al igual que su compañero de mote, parece más bien otro caso de saber aprovechar las oportunidades que se te ofrecen y tener un poquito de suerte. Fue a parar a un América que la reventó esos dos años y que no volvió a ganar nada a nivel internacional y que venía de no ganar la Liga de Campeones desde 2006. Llegó a un Boca Juniors huérfano de ídolos, exceptuando a Tévez, que los dejaría poco más tarde para irse a China, los cracks del equipo eran Pavón y Gago. No me olvido de la dupla Cata Díaz-Insaurralde... ¡Ah! ¡que dupla!.

Darío Benedetto es un claro ejemplo de la escuela argentina a la que ya fueron Higuaín, Rodrigo Palacios o 'Jardinerito' Cruz. Un delantero no excesivamente hábil que aprovecha sus oportunidades al 100% para medrar en su carrera deportiva, y eso es de admirar. Ahora, dar el salto a Europa es harina de otro costal.

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