Por lo general, no es raro encontrarse con jugadores de fútbol a los que les cuesta expresar correctamente lo que piensan u opinan. Porque, a veces, el don de la palabra es algo que se le niega a algunas personas que, en otros ámbitos de la vida (como pueda ser darle patadas a un balón sobre un tapete verde de césped), demuestran tener una inteligencia muy por encima de la media. Pero es que, además, el problema se agrava cuando, a esa falta de capacidad para expresar lo que realmente se quiere expresar, le sumamos un lío mental que nos dificulta incluso el saber lo que queremos expresar. Y es aquí dónde se encuentra nuestro amigo Marco Asensio. ¿Por qué? Ahora lo veremos...
¿Qué decir de Marco Asensio que no se haya dicho ya? Perla, diamante en bruto, estrella del futuro, incluso estrella ya, con 22 años... Tiene todas las cualidades que cualquiera de nosotros querríamos tener para poder practicar este deporte. Velocidad, golpeo espectacular del balón, regate, precisión en el pase, claridad de ideas a la hora de pensar rápido y actuar aún más rápido, desparpajo, descaro...¡lo tiene todo! Y llegó al Real Madrid sin grandes complicaciones y, lo que es más importante, sin grandes presiones extra-futbolísticas: ¿Qué se le puede exigir a un jugador que ha costado 4,5 Millones de euros en el mercado actual? Absolutamente nada. Todo lo positivo que aporte será beneficio neto para el club. Porque esa cantidad de dinero, hasta el futbolista que menos haya jugado la genera sólo en venta de camisetas. Máxime cuando llegas al Madrid con 20 años. ¡4,5 Millones de euros! De verdad, Marco, ¿tu sabes lo que habrían dado jugadores como Kaká, Robinho o el propio Bale por haber costado lo que tú? No tienes ni idea de la suerte que has tenido en ese sentido, ante la ausencia de una 'presión' que puede llegar a acabar con la carrera de un jugador. Presión a mi entender injusta dado que el jugador no tiene responsabilidad alguna en lo que dos clubes pacten por su traspaso, dicho sea de paso, pero insisto en que, a lo futbolísticamente envidiable de Asensio, tenemos que añadir esa 'suerte' a la hora de jugar y no tener a parte de la grada recordándote en cada contacto con el balón lo que el club ha pagado por ti. Es más, esos mismos aficionados que te criticarían a cada toque de balón salvo que acabase en gol, son los que te apoyan, te ensalzan, y están deseando que triunfes para demostrar que el club ha hecho un negocio redondo contigo. Un fichaje por ese precio y con un resultado tan interesante sirve para hacer más daño a las aficiones rivales que más de un triunfo. Estoy seguro que a más de un aficionado blanco no cambiaría una Copa del Rey por haber dejado que Asensio fichase por el Barcelona. Fíjate hasta que punto lo tienes todo de cara. ¿Qué necesidad tienes de liarla de esa manera?
Ya se escuchó este verano (rumorología que debe ser atendida como tal, sin más) que por el Bernabéu había aparecido una oferta del Liverpool que superaba con mucho los 100 Millones de euros y que se pidió al club que tomara una decisión: o más minutos, responsabilidad e importancia, o aceptar la oferta inglesa. Por supuesto, al igual que ocurrió en el caso de Gareth Bale, la salida de Cristiano Ronaldo fue una respuesta clara, concisa y contundente a dichas exigencias (si es que existieron, porque insisto en el valor que se le debe dar a la rumorología es el que es). Pero a colación de lo ocurrido en los últimos días, creo que se trató de un rumor que, si no fue cierto por completo, algo hubo. Por decirlo de alguna manera, las declaraciones de estos días muestran que el río sonó. Si llevaba agua, barro o lava, es otra historia. Pero sonar, sonó. Porque después de decir: "Yo no tengo que tirar del carro en el Madrid, hay jugadores más experimentados que deben hacerlo". Venir a una entrevista con la selección y decir: "Necesito sentirme más importante y que me den responsabilidad" me lleva a un bloqueo mental importante. Es leer esto y descarrilar a nivel mental. No entiendo nada. Creo que lo primero que habría que decir es: ¿Nos aclaramos? Porque o tiras del carro o no. Pero todo a la vez no se puede. En segundo lugar, los galones no se dan, se adquieren por derecho. La responsabilidad no se da, se gana y se adquiere a base de constancia y juego excepcionalmente regular a lo largo del tiempo. Y que conste que digo regular, no sublime. No necesito que seas Messi para darte galones, porque siendo Arbeloa también los tienes. Pero nada hay en el mundo del fútbol que genere menos confianza que los futbolistas irregulares. Özil, el mediapunta del Arsenal que fuera en su día el '10' del Real Madrid y capitán de la Mannschaft, salió tanto del conjunto blanco como de la selección alemana por la puerta de atrás, sin hacer ruido, y sin haber dejado el legado que su fútbol mostraba en los momentos de lucidez. Porque en el fútbol se buscan certezas desde el conocimiento previo de la imposibilidad de las mismas. Y la regularidad es lo más parecido a la certeza que puede haber. En un equipo de fútbol no tira las faltas el que mejor técnica de golpeo tiene, las tira el que más veces consigue que el balón acabe dentro de la portería. Igual pasa con los penaltis, los marcajes al mejor del equipo rival, las capitanías...las responsabilidades en general. Y el caso de Asensio, como el de tantos otros, está tomando una peligrosa deriva de confusión en la que no se distingue bien si la falta de galones es porque no se ganan o porque no se dan. Esta confusión puede tener parte de base en el hecho de que en el vestuario blanco parece mandar un señor que dice quién tiene que jugar...y ese señor ni es entrenador, ni se rige por conceptos futbolísticos para decidir quién debe ir a la grada y quién no. Para más información, preguntar al dorsal 17 del Real Madrid, que estoy seguro de que sabe quién es. Es la única explicación lógica a su exagerada y desafortunada cantidad de minutos cuando hay otros que están, objetivamente, mejor que él...aunque tengan 18 años.
Pero por cerrar el tema de Asensio y, por tanto, el artículo, quiero terminar diciendo que todo esto no me gusta. No me gusta nada. Ni para la selección (en primer lugar) ni para un club como el Real Madrid al que siempre le ocurre lo mismo y, por desgracia, cada vez con mayor precocidad. Porque el último en salir diciendo que tenía que ser titular indiscutible del Real Madrid fue Jesé, con 23 años en el año 2016. Y ahora nos encontramos con Asensio en la misma línea con 22. Malo. Es cierto que la actitud no es la misma, ni mucho menos, pero el parecido entre ambos casos empieza a ser, cuanto menos, peligroso. Y si yo fuese Marco Asensio tengo muy claro que el mensaje a dar sería el de "yo no tengo que tirar del carro", pero sin visita previa al presi con una oferta inglesa, y sin haber pedido más responsabilidad y minutos. Esos dos actos sobran. Porque el mensaje tiene que ser: "Tengo 22 años, he costado 4,5 Millones de euros y le he marcado dos golazos al Barcelona que nos han dado una Supercopa. Ya habrá tiempo de meterme presión y de exigirme responsabilidad y galones." Porque no es lo mismo que la grada te pida un paso al frente y, en tu intento de darlo, te quedes a medias; que salir exigiendo una responsabilidad y unos galones con los que no puedes cumplir...y superar. En el primer caso, se aplaude el esfuerzo. En el segundo se penaliza el error. Pero como dices que quieres más responsabilidad e importancia, yo te pregunto: "¿A QUÉ ESPERAS?"
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