Las canteras están llenas de grandes estrellas y promesas que copan las miradas y las listas de los ojeadores de los mejores equipos europeos, pero hemos visto en infinidad de ocasiones cómo el romperla en categorías inferiores o ligas menores no garantiza absolutamente nada. Hoy traemos el caso de un jugador que estaba llamado a ser uno de los grandes hace 10 años y que ahora, ya con 32 primaveras, ha desaparecido de la faz de la tierra futbolística.
Ibrahim Afellay, nacido en 1986, debuta profesionalmente con el PSV en 2004 en la Copa de los Países Bajos. Era el pistoletazo de salida a una carrera que prometía ser apasionante y meteórica. Afellay fue haciéndose sitio y adquiriendo galones en el equipo titular del campeón holandés, convirtiéndose en un líder indiscutible ya en su tercer año. Ocho años en el PSV en los que la rompió, se quedó literalmente solo, nadie le hacía sombra. Un total de 217 partidos con 39 goles anotados y una infinidad de asistencias eran unos números que avalaban al extremo holandés para jugar en cualquier equipo.
Y así llegó el salto. En el invierno de la 2010/11 llega el ansiado fichaje: Ibrahim ficha por el FC Barcelona a cambio de 10 millones de euros. Tal era la fe del Barcelona en la calidad y la progresión del joven holandés que le puso una cláusula de 100 millones de euros. Ahora puede parecer una cosa normal, pero en 2010 fue ponerlo a la altura de Cristiano Ronaldo.
En el Barcelona, quitando un pase a Messi contra el Real Madrid que resultó ser decisivo, no la tocó. Las constantes lesiones musculares y una gravísima lesión en la rodilla, se tuvo que reconstruir el ligamento cruzado en octubre de 2011, frenaron mucho su progresión, pero aun así, el nivel de Afellay en el Barcelona no tenía relación con el ofrecido en el PSV. Tras 35 partidos y apenas dos goles anotados, el Barcelona decide ceder al jugador al Schalke 04 tras su lesión para que recupere el nivel poco a poco.
A pesar de contar con una mejoría de nivel más o menos relevante, las continuas lesiones musculares no le dejan arrancar. Apenas disputa 15 partidos con los alemanes, aderezados con 4 goles, buenas asistencias y una mejoría sustancial, pero con el retiro en la cabeza debido al calvario que las lesiones le suponen. El Barcelona le sigue teniendo fe y en enero de 2014, tras un año y dos meses fuera de los terrenos de juego, lo recupera tras la cesión. Únicamente consigue disputar un partido en la 2013/2014. A pesar de el ímpetu inicial del club, Alexis Sánchez le ha pasado por la derecha y Afellay ya no tiene sitio en el equipo de la Ciudad Condal.
Y así ocurre que en agosto de 2014 el Barcelona anuncia que ha llegado a un acuerdo de cesión con el Olympiacos para que Afellay cumpla su último año de contrato lejos del Camp Nou. El rendimiento del holandés no es malo, pero sigue arrastrando un problema de apariciones. 19 partidos de liga a los que hay que sumar 2 de copa y 8 de competición europea, en los que anota un total de 6 goles. Se empieza a vislumbrar que las lesiones han hecho mella en la cabeza del jugador y se empiezan a notar ciertos problemas de actitud, probablemente derivados de tener la opción del retiro en la cabeza, que hacen que el Olympiacos desestime su fichaje al final de la cesión.
Al finalizar su contrato con el Barcelona, la situación ha dado un giro de 180 grados. Aquel joven extremo al que se le puso a la altura de los mejores del mundo, ha caído al ostracismo absoluto llevado por las lesiones y los problemas de actitud . Tras negociar con equipos como Sporting de Portugal y PSV, Afellay acaba fichando por el Stoke City.
El primer año en el Stoke consigue acumular una gran cantidad de minutos en comparación con otros años, participando hasta en 36 partidos, pero su rendimiento es bajo. 3 goles y 3 asistencias son un número escaso para la cantidad de partidos disputados en la 2015/16. Su bajo rendimiento le hace perder galones. En la 2016/17 juega tan sólo 14 partidos en los que ni anota ni asiste para que en la 2017/218 todo se rompa y se acabe la paciencia de Lambert que lo aparta del equipo tras 6 partidos disputados por su mala actitud en los entrenamientos.
Con la salida de Lambert, Afellay ha vuelto a los entrenamientos, pero sabiendo que el Stoke ha decidido no renovar su contrato que finaliza en agosto de 2019. Esta temporada ha participado en 3 partidos de EFL Cup y en ninguno de Championship. Evidentemente no ha anotado. Ha pasado a ocupar el puesto de los suplentes para participar en competiciones poco importantes para los intereses del club.
Un auténtica pena, un viaje a los infiernos cuyo punto de partida fue ser campeón de Europa en Wembley y que desde entonces todo son malas noticias. Lesiones y malas actitudes han hecho de Afellay uno más pudiendo haber sido uno de los nombres más notorios de esta década. A pesar de contar con tan "sólo" 32 años, y sólo entre comillas ya que en cualquier otro caso estaríamos hablando de un futbolista que podría jugar en buenas ligas y en grandes equipos, parece que la carrera de Afellay ha llegado a su punto y final. Todo indica que acabará en un equipo de bajo nivel, sin presiones ni aspiraciones, al más puro estilo Drenthe o Van der Vaart... ¿qué puñetas pasará en Holanda que se va tanto por el desagüe?
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