Hoy venimos con polémica. Con una de esas noticias que pueden tener varias lecturas pero que, por lo que estoy pudiendo ver por ahí, nadie repara en el hecho que llevó, precisamente a este club, al Atlético de Madrid a tirarse dos periodos de fichajes sin poder hacer movimiento alguno por haber estado envuelto en el fichaje de menores...¿y ahora esto?
Resulta que el Villarreal ha anunciado que no habrá comida de directivas antes del partido que les enfrentará al Atlético de Madrid. Comidas que se venían realizando los últimos años como signo de buena relación entre ambos clubes. ¿El motivo? en palabras del señor Roig, presidente del Villarreal, "nosotros no vamos tocando a jugadores con contrato en otros equipos". Palabras tras las cuales, toda la prensa se ha puesto como loca a buscar información sobre los motivos que han podido llevar al presidente castellonense a realizar semejante afirmación. Y es que no son pocas las operaciones realizadas entre ambos clubes en los últimos años: Godín, Vietto, Forlán, Cani, Asenjo...y Rodrigo Hernández. Éste último fue la primera sospecha que surgió al oír las palabras de Roig, dado que el club rojiblanco realizó uno de esos movimientos que tanto le gusta criticar y achacar al Madrid o al Barcelona por diferencia presupuestaria. Y es que, al igual que ocurrió con Griezmann y con tantos otros, el Atlético de Madrid pagó la clausula de rescisión del contrato de Rodri para poder hacerse con los servicios del jugador. Era un poco la sensación primera que surgía por ser el movimiento más reciente y sonado del último verano en el que se hubiesen visto involucrados ambos clubes.
Pero es entonces cuando sale un nombre a la palestra: Germán Valera. Internacional sub-17 que decidió, allá por marzo, cuando cumplía los 16 años de edad que no iba a firmar su primer contrato con el Villarreal (recordemos que, antes de esa edad, no cabe posibilidad de la existencia de contrato profesional alguno por ley, aclaro esto porque he leído por ahí que Valera decidió no renovar, lo cual es falso porque no había ningún contrato profesional que renovar al ser menor de 16 años hasta marzo de este año). Siendo jugador con ficha del Villarreal juvenil A, pero sin contrato profesional, el Atlético de Madrid hace oficial el 1 de julio de 2018 (a la apertura del mercado de fichajes) la incorporación de Germán Valera al juvenil del club rojiblanco por tratarse de la incorporación de un jugador que estaba libre. Y parece ser que ha sido ésta la operación que ha provocado que el Villarreal haya decidido romper relaciones institucionales con el equipo colchonero. Y el Villarreal, desde el "caso Baena" que dejó todo precontrato en papel mojado, no ha podido poner el más mínimo reparo a la operación. En el "caso Baena", un chaval llamado José Raúl Baena, perteneciente a las categorías inferiores del FC Barcelona, decidió no firmar su primer contrato con el equipo azulgrana y sí hacerlo con el rival de la ciudad, el Espanyol de Barcelona. Tras lo cual, el FC Barcelona solicitó judicialmente, a un chaval de 18 años, una clausula de rescisión por haber roto el precontrato firmado por sus padres cuando tenía 13 años. Dicha clausula ascendía a 3.489.000 €. Si ustedes se preguntan si nos hemos vueltos locos, la respuesta es: sí. Volviendo al caso, la historia acabó en el Tribunal Supremo con una sentencia favorable al chaval gracias a que su defensa alegó que, cuando se firmó el precontrato, se estaba violando el "libre desarrollo de la personalidad" del niño, derecho fundamental (del menor en este caso) establecido en el art. 10 de la Constitución Española. Desde aquella sentencia, los precontratos a chavales firmados por sus padres quedaron absolutamente invalidados a efectos de clausulas penales.
En cualquier caso, parece ser que el tema "Germán Valera" es el último de una larga lista de situaciones en las que el Atlético de Madrid ha hecho valer su fuerza deportiva o económica para llevarse a un jugador del Villarreal, lo que ha colmado el vaso de la paciencia del presidente del equipo de Castellón. Personalmente creo que Roig se refería más a los casos de Vietto y Rodri, por ser más flagrantes, pero con el resquemor de lo ocurrido con Germán Valera, tema en el que no puede decir absolutamente nada. Sinceramente, la operación de Valera creo que está dentro de la ley y que todo está correcto. Un jugador sin contrato es fichado por un equipo sin tener que contraprestar a otro club de ninguna manera al no existir contrato previo. De acuerdo estamos. Y sea válido también el hecho de que la FIFA, a la hora de regular los fichajes de jugadores menores de edad, se ha centrado en las transferencias internacionales (palabra clave: internacionales) de menores, dejando a la legislación laboral de cada país las transferencias nacionales pero, dicho todo esto, creo que el Atlético de Madrid ha vuelto a jugar sucio con el Villarreal, haciendo lo que tanto critican que se les hace a ellos desde el Real Madrid o el FC Barcelona y, sobre todo, repitiendo por si no ha quedado claro que todo está correcto y en orden, pero volvemos a hablar de menores de edad. Y me parece que, tras las sanciones recibidas por parte de la FIFA en materia de fichajes de menores, seguir fichando (o más bien robando) "perlas" es jugar con fuego.
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