Triunfar en el Manchester United es una cosa realmente complicada. El Manchester United es un histórico de Inglaterra y un grande de Europa con un nivel de exigencia extraordinario. Es un club en el que cuando las cosas van regular o mal, todo se magnifica. Siendo todo esto perfectamente comprensible, y sabiendo lo que puede influir en el rendimiento de un jugador, parece que Martial se está quedando.
El Manchester United es un equipo huérfano desde que se marchó Rooney, y no por la calidad del inglés, mas bien porque por primera vez en muchísimos años, el United se quedaba sin un líder visible, sin una figura reconocida a nivel mundial y adorada por sus propios hinchas. Esto se trató de contrarrestar antes de que ocurriera, se sucedían los fichajes como el de Pogba, Ibra o Depay, todos con la intención de encontrar ese Rooney que pronto se marcharía o al nuevo Cristiano Ronaldo, y ninguno lo ha conseguido.
Martial entra dentro de esos fichajes con los que el United buscaba encontrar la nueva perla europea y fidelizar, más si cabe, a sus aficionados, pero ese chico que vino con el aura de estrella desde la Ligue1 parece no evolucionar.
Tiene buenas actuaciones de vez en cuando, pero no consigue ajustar su rendimiento a los 80 millones de euros que los Red Devils le pagaron al Monaco allá por 2015. A pesar de ser importante en momentos muy puntuales y, durante alguna temporada, hasta insólitos, sus números dejan mucho que desear para un delantero, reconvertido a extremo, de su categoría. Anthony Martial es un jugador que hará los 23 años en diciembre, y tiene mucha carrera por delante, pero anotar 38 goles en 144 partidos de liga en 6 años es un número que se me hace escaso para ser titular en el ataque del Manchester United. Evidentemente esta estadística es tramposa y un pelo mentirosa, hablamos de un jugador de 23 años, su primer año en el Lyon, con 17 años, jugó 3 partidos, y el ManU lo ficha con 20 añitos, y además contempla sólo los partidos de liga, pero lo que es una realidad, es que nunca ha superado los 11 goles desde que juega en la Premier en el campeonato doméstico.
Hablamos de un jugador muy joven, con una experiencia acumulada superior a la media por donde ha jugado y cómo ha jugado, pero que parece que se estanca un poquito. No obstante, completando la estadística de la Liga con el resto de competiciones podemos llegar a contemplar un rastro de esperanza que nos indica que Martial, por raro que parezca, continúa en la senda de convertirse en un gran futbolista. Si a su estadística añadimos sus 42 partidos de competición UEFA además de las copas, nos sale que tenemos a un chaval jovencísimo con casi 50 partidos oficiales europeos, que ha jugado en dos países distintos un total de 220 partidos convirtiendo 55 tantos y regalando más de 30 asistencias, además de no haber sido expulsado nunca. Esta estadística ya es otra cosa.
Martial si parece que, en relación a otros chavales, como Rashford, Asensio, Dembelé o Sterling, se está estancando en su rendimiento, la camada de futbolistas que viene por detrás también se lo va a comer si no despierta, pero hay indicativos de que el chaval puede mejorar, y mucho.
Si el francés se centra y desarrolla sus cualidades de manera adecuada puede llegar a ser una parte importante de cualquier equipo y del combinado nacional; si sigue estacando su rendimiento... seguirá siendo uno más. Es un jugador rápido, hábil con el balón y con un disparo más que decente. Tampoco es cojo a la hora de encontrar a sus compañeros con un paso decisivo, pero parece que últimamente no sale, y los que le vimos en el Monaco, queremos verle en el United, porque es un pena que un jugador con esas condiciones se diluya en una liga que todo lo que tiene de atractiva por un lado, lo tiene de desagüe de futbolistas que acaban no dando la talla por otro.
El nombre de Martial, a pesar de contar con buenas actuaciones, ha bajado de provocar ilusión en la afición que oye el rumor de que su equipo lo ficha, a ser insulso. Martial ha pasado de provocar cierto temor a ser un jugador bueno pero como muchos otros. Desparecido de las convocatorias de sus selección es un extremo más con unos números discretos.
A lo mejor le tenemos demasiadas esperanzas a un futbolista que no acaba de despegar y éste es su verdadero sitio, pero no nos daremos por vencidos hasta que la evidencia nos diga que nos equivocamos, y esa evidencia, con 23 años, es muy difícil que diga nada, no obstante, lo que si nos dice la realidad, es que la carrera de Martial va para abajo, un pena. Y es una pena verdadera porque siempre podemos encontrar un argumento a favor de Martial, pero enseguida viene el argumento en contra, es automático, una de cal y otra de arena. Es una incógnita, pero la inclinación de como viene su carrera, es desalentadora.
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