domingo, 21 de octubre de 2018

ANDERSON: HASTA FERGUSON SE EQUIVOCABA


Una de las figuras más importantes del fútbol inglés llamado Sir Alex Ferguson lo es, entre otras cosas, por haber tenido un buen ojo a la hora de fichar como General Manager (cargo que, por mucho que se ha intentado implantar en España, se ha visto que no ha terminado de cuajar, por falta de paciencia entre otros motivos): Van Nistelrooy, Cantona, Cristiano Ronaldo...son algunos de los ejemplos de grandes fichajes. El problema viene cuando se coge a Paul Scholes como punto de referencia para fichajes del centro del campo. ¿Resultado? Quinton Fortune, Kleberson o Djemba Djemba. O, por poner otro ejemplo, nuestro protagonista...


Y es que, una política de fichajes que hace bueno (y prácticamente estrella) a Park Ji-Sung...dice mucho del nivel de dicha política. Sin querer hacer de menos al coreano, que ha sido uno de los futbolistas que durante más minutos he visto correr a velocidad punta, a la hora de analizarlo futbolísticamente, no parece que a nivel técnico o táctico estuviese llamado desde niño a ser una pieza clave del Manchester United como acabó siendo. Lo que ocurre es que cuando al United, por ser el equipo que es, se le presupone una nota media de 7, y su centro del campo realmente es un 4, aquel centrocampista que realmente sea un 6 será considerado como un 9. Sin embargo, con nuestro protagonista ocurrió al revés. Llegó del Oporto habiendo hecho 3 goles y 5 asistencias, pero su gran mundial sub-17 y sus 18 años hacían pensar que un jugador que, claramente era un 2, podría llegar a evolucionar lo suficiente como para ser relativamente importante en un club como el United. (recuerden que en las competiciones sub-X, se permite competir a mayores de ese X siempre y cuando disputaran algún partido de la fase de clasificación dentro de la edad. Y como la fase de clasificación empieza siempre dos años antes, se pueden acabar dando casos como este o el de Deulofeu jugando en la sub-21 con 23 años).


Pero vuelvo a insistir (y perdonad que lo haga) con el tema de los números porque me parece la forma más gráfica de mostrarlo. Si tienes a tus centrocampistas en una nube y piensas que tienen una calidad que realmente no tienen, pongamos como dijimos antes, un 7, y ves a un chaval que no llega al 5, desde tu óptica, esa misma que pone a Scholes en un 7, entonces hay que pararse, mirar a los ojos al chaval y pedirle perdón por haberlo engañado de la forma más cruel posible. Porque se le han creado una serie de falsas esperanzas cuando, evidentemente, no vale para esto. Y es que, a veces, un dato que resalta sobre los demás, nos lleva a querer leer (o ver) más allá. Y si ese dato es positivo, solemos hacer el "ejercicio de ceguera" con los negativos dado que, aquel dato positivo que destacó en su día es irrebatible. En este caso, 7 goles en 12 partidos con la selección sub-17 de Brasil. A partir de ahí, Oporto (con 3 goles y 5 asistencias en 21 partidos), Manchester (9 goles y 21 asistencias...en 181 partidos), Fiorentina (8 partidos), Internacional de Porto Alegre (1 gol y 6 asistencias en 50 partidos), Coritiba (12 partidos) y Adana Demirspor (1 partido). Y a la "tierna" edad de 30 años. Porque, a pesar de las vueltas que ha dado, nació en 1988. Es uno de esos jugadores (como Podolski, por ejemplo) de los que pensamos que tienen más edad porque llevamos toda la vida escuchando sobre ellos, pero es que empezaron a sonar tan jóvenes que, aunque parezcan unas carreras completas y que se trata de jugadores al final de las mismas, resulta que el premio The Best de este año ha sido entregado a un señor tres años mayor que Anderson, por ejemplo.

Y de todo esto lo que llama la atención es, además de que Ferguson de centrocampistas andaba muy justo de conocimiento, (salvando honrosas excepciones como el señor David Beckham), el dato de los 181 partidos con el United. La única explicación que me vienen a la mente después de haber querido buscarle explicación durante mucho tiempo pasa por los 7 goles en 12 partidos que metió con Brasil sub-17 y los 3 goles en 8 partidos que metió con el United U-23. Alguien dentro del club (no descarto que fuese el propio Ferguson) estaba presionando para intentar hacer ver que a ese chaval no se le había podido olvidar como se juega a esto. Y, de haber sido así, ahí sí que tengo que romper una lanza en favor de quien fuese el responsable de esa decisión. Porque todos hemos visto casos en los que nuestra cabeza nos decía que un jugador al que habíamos admirado no debía jugar porque no estaba para ello, y nuestro corazón se ha empeñado en querer ver algo que ya no es o que, simplemente, fue un arrebato de genialidad de un momento puntual. Hablo de casos como Özil, como Torres, como Kaká...aunque, indiscutiblemente, todos ellos en un olimpo de dioses al ser comparados con Anderson, por supuesto. Por eso me resulta difícil dar una explicación a lo ocurrido con este chaval, porque si hubiera tenido un conjunto de 15, 10, 5 partidos de quitarse el sombrero con el United… pues vale, puedo comprar la teoría de la esperanza en el retorno de la estrella. Pero, sinceramente, aunque no puedo negar que algún partido bueno suyo he visto, de ahí a ganar el Golden Boy allá por 2008 (año en el que fichó por el United) y ser considerado un futuro candidato al Balón de Oro, me parece un patinazo, cuanto menos, digno de mención.

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