domingo, 30 de septiembre de 2018

SEVILLA 3 REAL MADRID 0. O POR QUÉ EL PSG NO PUEDE GANAR LA CHAMPIONS


Hoy venimos con una reflexión. Una de esas ideas que sirven para explicar el porqué de cosas que parecen, a priori, difíciles de explicar, pero que en el fondo tiene un motivo de lo más sencillo. ¿Por qué el PSG no puede ganar la Champions League?

La verdad es que en el artículo de hoy no quiero extenderme mucho para que la idea no diluya entre mucha palabrería porque creo que se trata de un tema muy importante a tratar debido a la cantidad de gente que conozco que pregunta sobre el tema o, cuanto menos, lo saca a debate: ¿Por qué les cuesta tanto al PSG, Mónaco o City ganar la Champions o, por lo menos, acercarse a la final?

Bien, en primer lugar quiero mencionar a todos aquellos que hablan de que el Real Madrid, el Barcelona, el Bayern, etc... han ganado lo que han ganado porque tienen más dinero que los demás. Ese argumento esgrimido desde el desconocimiento y la envidia lleva, inevitablemente, a una implosión cerebral cuando se ve como el PSG se gasta 222 millones de euros en Neymar para seguir teniendo su techo futbolístico en los cuartos de final de la UEFA Champions League. ¿Cómo puede ser? Si toda la vida he defendido que las victorias de los equipos grandes se debían al poder económico, al reparto de derechos televisivos, etc... y que eso no tenía mérito ninguno, máxime cuando utilizan ese poder económico para no dejar crecer a los demás. Resulta que ahora aparecen equipos que hacen exactamente eso: poder económico, no dejar a los pequeños equipos de la zona desarrollarse mediante compra de sus jugadores, recibir aun así más dinero que nadie y no competir en las mismas condiciones que los demás. Esa critica realizada durante muchos años hacia el Barcelona, Madrid, Bayern o Juve, se ha materializado flagrantemente en los "nuevos ricos": PSG, Mónaco y City. Sin embargo las cuentas fallan cuando todo eso resulta que no da acceso a títulos de cierto prestigio. Porque hay cosas que no se pueden conseguir mediante superioridad económica. Y es que el dinero no puede comprar aquellos aspectos que gozan de un carácter relativo. El nivel competitivo, por ejemplo, es la mejor muestra.

Por ese motivo no da igual dónde montes o compres un equipo de fútbol. Hay una serie de aspectos que no parecen haber sido tenidos en cuenta por los compradores a la hora de adquirir según que equipos. ¿Tu no te comprarías el PSG? Si pudiera, sí. Por supuesto. ¿Y no te gustaría hacerlo campeón de Europa? Me encantaría, pero siempre que hablemos de recursos ilimitados y sin riesgo por mi parte de acabar comiendo de un cubo. Porque cabe la posibilidad de que gaste todo lo que pudiese tener y no conseguir jamás dicho objetivo. Y, además, fruto de la obsesión, cada día gastando más que el anterior con ese fin. Así que, realmente, sí me gustaría ser dueño del PSG siempre y cuando se pudieran poner los objetivos acordes a la innegable realidad. Y es aquí dónde entra la primera parte del titular. Si el Real Madrid o el Barcelona bajan los brazos a nivel competitivo, el sábado/domingo aparecerá un Sevilla, un Athletic de Bilbao, o incluso un Leganés para sacarles los colores, pintarles la cara y obligarles de ese modo a volver a levantar los brazos y seguir manteniendo ese ritmo de competición tan exigente. ASÍ SE GANAN LAS CHAMPIONS. Es así como también vemos a un Real Madrid que ayer, sin ir más lejos, dio una imagen muy distinta contra todo un Atlético de Madrid. Lo mismo ocurre con el Barcelona que, a pesar de lo que se pueda decir, creo que la derrota contra el Leganés propició que se pudiera empatar contra el Bilbao gracias al "toque de atención" que resultó ser el partido de Butarque. Porque el Athletic de Bilbao, jugando a lo de siempre, está haciendo daño, es muy difícil de ganar y está consiguiendo resultados y sacando sus números. Nos guste más o menos su estilo, de momento, ya han empatado con el Madrid y el Barcelona. En ambos casos siendo Madrid y Barcelona los que tienen que salvar los muebles en los últimos minutos. Y de todo esto carece el PSG (cuando hablo de PSG, hablo de Mónaco por compartir liga y también del City, dado que la Premier, vistos los resultados en Europa, ha demostrado ser una liga muy divertida a nivel interno, pero con un nivel de competitividad de puertas para fuera bastante deficiente si dejamos al Liverpool, finalista del año pasado de la UEFA Champions League, como lo que es: un caso aislado con ciertas pinceladas de suerte al no cruzarse con el Barcelona en semifinales). El PSG no tiene a nadie en su liga que, de diciembre a finales de febrero le explique que se está relajando a nivel competitivo y que cuando lleguen el Barcelona o el Madrid lo van a pasar muy mal. Porque es normal que los jugadores se 'amolden' en cierta medida a los rivales contra los que se suelen enfrentar, y Madrid, Barcelona o Bayern no son el Saint-Étienne, el Rennes y el Toulouse. Pero el problema es que estos tres equipos franceses tampoco son el Athletic de Bilbao, Sevilla, Valencia, Villarreal, etc...y ni siquiera los son el Lyon o el Marseille. En la final de la UEFA Europa League, el Atlético de Madrid le pintó la cara al Marseille de una forma tal, que dudo mucho que eso mismo lo pudiese hacer contra un Sevilla o un Athletic de Bilbao.

Por todo esto, me gustaría que este artículo sirviera para dejar claro de una vez que, por mucho que se empeñen en mezclar conceptos, la economía es una cosa y el fútbol otra. Y que por mucho que se empeñen (unos en argumentarlo y otros en intentar demostrar la validez de esos argumentos) la realidad es que el fútbol no es cuestión de números.

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