100 DÍAS CON: JULEN LOPETEGUI

Como venimos acostumbrados a ver, el mundo del fútbol ha adaptado a su manera, una tradición política: evaluar los 100 primeros días de...(jugadores, entrenadores, presidentes, etc...). Contando con que Lopetegui fue destituido como seleccionador a mediados de junio, y dando por hecho que, entre unas cosas y otras, los dos meses de pretemporada se podrían considerar como uno sólo de trabajo, ahora que entramos en octubre se cumplirían los 3 meses de Julen al frente del Real Madrid y esta es mi opinión...

Empecemos por lo bueno. En primer lugar, se trata de un señor de la casa. Muchos años trabajando con categorías inferiores y fiel valedor del producto nacional. Eso nos lleva tener que pensar poco en las suspicacias acerca de si un chaval sube o no sube al primer equipo por motivos ajenos al fútbol. Con Julen en el banquillo, si un chaval viene demostrando que merece una oportunidad, la tendrá. Reguilón es el ejemplo más claro. Antes de que Coentrao saliera del equipo, Julen dejó muy claro que la plaza que parecía ser destinada al portugués era para el chaval de la cantera. Pero tampoco es un entrenador que se obsesione con ello hasta el punto de prescindir de estrellas, obviamente a mayor nivel a día de hoy, por no cortar la progresión de un chaval. Además, a esto hay que sumar la mejora táctica que ha sufrido el equipo con respecto al planteamiento de Zinedine Zidane. No digo que Zidane no tuviese ciertos momentos en los que demostró ser un gran entrenador y ser capaz de leer bien los partidos, pero Julen ha demostrado ser capaz de pasar de un 4-3-3 a un 3-5-2 sin hacer un sólo cambio. Por no hablar de las jugadas de estrategia a balón parado, etc... Simplemente incrustando a Casemiro entre centrales ha conseguido un 3-5-2 con dos carrileros que se olviden de defender. Eso ha sido un movimiento táctico bastante reseñable y que muestra la calidad de Julen como técnico.

En ese sentido, la gestión de la plantilla parece estar siendo la correcta, aunque es una de esas cosas para las que sí que se necesita un poco más de tiempo. Sin ir más lejos, hoy por hoy, ya tenemos un conato de "culebrón" con uno de los jugadores más secundarios que pueda tener el Real Madrid. Tema que tiene pinta de ir de cabeza al enquistamiento. Hablamos del señor Lucas Vázquez. Un extremo mediocre que aporta trabajo y ganas en un equipo que, con el cambio de entrenador y hasta que se ha cruzado con el Sevilla, venía demostrando tener ganas de trabajar de verdad. Si Bale, Benzema, Kroos, Casemiro, Ramos, Marcelo, etc... corren y demuestran tener ganas de trabajar, Lucas Vázquez pintará poco en la plantilla. Creo que esto no es nada nuevo ni nada que no se vea a simple vista. La escasez de minutos del gallego hacen que se le vea con mal gesto sobre el campo y, si a su falta innegable de calidad le sumamos dejadez, el resultado del aporte es negativo. Pero es un jugador muy querido por el vestuario y por una parte importante de la afición, y la solución salomónica que está intentando afrontar Julen no hace más que acrecentar el debate. A los que no nos gusta Lucas (me incluyo), nos toca tener que verlo con la camiseta de todo un Real Madrid cuando creemos que no tiene nivel y está ahí para acallar críticas, y los que todavía le tienen fe al "chaval" (27 años ya) consideran la crítica injusta y los minutos escasos. Es la típica medida salomónica que no contenta a nadie, pero ese no es el problema. El problema es que el debate está puesto sobre un clarísimo suplente. Eso es algo que nadie niega, ni sus mayores fans son capaces de decir (o decirlo creyéndolo de verdad) que Lucas deba jugar antes que Bale, Benzema, Isco o Asensio. Si llega el momento en que Julen no se vea convencido por el juego de Asensio... ¿Qué ocurrirá? ¿Y si en vez de ser Lucas fuese Bale tras la salida de Cristiano?. O se contenta a la gente o se juega al fútbol. Y contentar a todo el mundo es imposible, por lo que mi recomendación para Julen en este caso es que entrene, que sea entrenador, y si un jugador no vale, por mucho que los "compañeros" de Lucas quieran hacerle la cama a Julen como el miércoles en Sevilla, tiene que quedar claro. Porque si te hacen la cama una vez, coincidiendo con que el Barcelona ha perdido y no cedes, bueno...queda ahí. Si cedes una, te obligarán a ceder dos, tres, etc...

Y por terminar, tras haber hablado de lo bueno y lo mejorable, vamos a hablar de los errores de bulto: los cambios. Hasta la fecha, y después de varios partidos, no me atrevía a criticar ciertos cambios realizados por el entrenador del Real Madrid, no por los considerase buenos o indiferentes, más bien porque no los entendía. Cuando tu no entiendes algo no puedes estar de acuerdo o en desacuerdo. Primero hay que saber las motivaciones, los porqués, etc... para poder expresar tu opinión a posteriori. En el caso de los cambios del Real Madrid, más allá de los obvios (Mariano-Benzema, por ejemplo) no los entiendo... y los que entiendo no los comparto. Cambiar a Nacho por Lucas en el Pizjuán, independientemente de la opinión que pueda tener por Lucas, fue un sinsentido desde el punto de vista táctico. Si has pasado a defensa de 3 y, por los motivos que fueren, Nacho empezó de lateral derecho, ¿por qué mantener a Casemiro fuera de posición? ¿Casemiro por Lucas y Nacho de central, no? Pues no. Como Nacho no está rindiendo suficiente jugando de extremo (que ya es lo que le falta al chaval para ganarse un sitio, porque de verdad que no entiendo que Nacho no sea indiscutible), quito a Nacho por Lucas. Simplista. Demasiado simplista. Como lo de sacar a Mariano porque falta gol y terminar el partido con Llorente, Casemiro y un pobre Modric que no puede ni con las botas. Creo que es bastante obvio que, si no hay nadie que ponga balones a Mariano, éste no es Ronaldo Nazario. Mariano no va a bajar a recibir a 3/4 de campo para iniciar y finalizar el solito. Si hace falta gol, hace falta Mariano, ok. Pero si quitas a Isco, Asensio, Kroos, Ceballos, etc...y sólo queda Modric sobre el campo para nutrir de balones al '9', lo suyo sería que Benzema siguiera en el campo jugando de '10', su posición natural digan lo que digan.

En resumen, los primeros 100 días de Julen no han sido todo lo positivos que habría cabido esperar. Es verdad que son 3 meses, es verdad que un proyecto, unas ideas nuevas, etc... requieren su tiempo de adaptación y que se trata de un juicio un tanto precipitado, fruto, insisto, de la tradición política de analizar los 100 primeros días de alguien en el cargo, pero a mi, personalmente, lo visto hasta ahora tiene más sombras que claros. Veremos a ver como se van desarrollando los acontecimientos y, en cualquier caso, desearle a Julen una etapa llena de éxitos en su carrera no está reñido con el análisis realizado aquí.