Hacía tiempo que no hablábamos de uno de esos jugadores que, siendo poco conocidos a día de hoy, estamos seguros de que darán que hablar en el futuro. Hoy os traigo a un mediapunta del Bayer Leverkusen llamado Kai Havertz. Apunten este nombre. 19 años, 186 cm de altura, mediapunta llegador y, lo que ya es un hito en su carrera: convocado ya con la absoluta alemana, habiendo realizado su debut el 9 de septiembre de 2018.
Kai Havertz, nacido en Aachen el 11 de junio de 1999, juega en el Bayer Leverkusen que lo fichó con 11 años de las categorías inferiores del Alemania Aachen. Habiendo nacido en 1999, como se puede entender, su historial futbolístico da para poco más que esto. Pero visto lo visto con el resto de futuras "estrellas" del mundo del fútbol, que no haya delinquido todavía o no se haya acordado de las madres de los miembros de la federación parece hasta algo raro. O, por lo menos, digno de mención. Desgraciadamente, asi es. Pero volviendo al fútbol, estamos ante un mediapunta de los de antes (y por antes me refiero a la década en la que nació este chaval y la anterior, sin más): zancada larga, muy estilizada, regate de balón muy pulido y estético sin ser recargado. No tira "lambretas", no hace "rabonas", no hace freestyle ni pinta vagones del metro con un aerosol. Insisto, es un jugador de fútbol. Y no hace nada de eso porque no le hace falta. Con una larguísima zancada no necesita más que conseguir engañar una vez a su rival. Una bicicleta, una pisada de balón a tiempo, un cambio de ritmo, salir hacia su pierna mala (la derecha, es un zurdo de los de antes también) y centrar con ella (motivo por el que no hace "rabonas", sabe usar la pierna mala con (casi) la misma precisión que su pierna buena). Son algunos de los recursos utilizados por este jugador. Rápida conducción con zancada larga y ágil, buen regate, sencillo pero eficaz y, sobre todo, siempre bien ejecutado, y golpeo de balón. Sobre todo, golpeo de balón. Con un cañón en la pierna izquierda, sólo tiene una mancha en este expediente, hasta el momento impoluto. Los tiempos de carga. Si bien es cierto que como le dejes cargar la pierna, va a meter gol. Y, probablemente, un gol de los que nos gusta ver una y otra vez por la elasticidad de movimientos, curva del balón, etc...es decir, golpeo fotogénico. Pero claro, el golpeo fotogénico, por lo general, es más complicado de ver en los campos por motivo de velocidad del juego que porque los jugadores sobre el verde no sean realmente capaces de ejecutarlo. Pone mucho empeño en medir los pasos y tempos del golpeo, demasiado en mi opinión.
Sin embargo no hace tanto hincapié a la hora de desplazar el balón hacia un compañero situado a 50 metros. ¿Con eso quieres decir que los pone mal? No. Quiero decir que da la impresión de que no se obsesiona tanto, ni es tan escrupuloso con que el balón adquiera la trayectoria exacta que busca. Lo que a la postre, dado el buen golpeo que tiene, supone que el balón llega igual de bien al compañero de lo que llegaría a la red si no se lo pensara tantísimo. En cualquier caso, el golpeo es impecable. Si a eso le sumamos una gran visión de juego, tenemos el caldo de cultivo perfecto para recuperar la figura de ese mediapunta grande, con llegada, regate, y distribución de juego. El peligro de este jugador reside en la duda que genera en el rival. No sabes si te va a regatear, si la va a soltar, si va a tirar... (bueno, miento, eso si que lo sabes, te da tiempo a quitarle el balón en lo que se prepara el disparo). Al contrario que otros jugadores como Robben cuya virtud está en hacer muy difícil de parar (casi imposible) la misma jugada y ejecutarla una y otra vez. A sus 19 años, ya ha jugado con la selección absoluta de Alemania (que también es verdad que no pasa por su mejor momento, pero hay que estar ahí para que te llamen) y terminó la temporada pasada jugando 30 partidos con el Bayer Leverkusen y haciendo 4 goles y 9 asistencias. M'Bappé el año pasado en el PSG, acompañando a Cavani y Neymar, acabó con 8 asistencias. Es verdad que con 13 goles, pero no olvidemos la comparación que estamos haciendo, y dónde juega uno y dónde juega el otro (tanto a nivel club como a nivel posicional). Capaz de jugar de mediocentro, pierde muchos puntos por su falta de capacidad defensiva en momentos puntuales en los que se desconecta del partido. Quizás, a mi modo de ver, su mayor defecto. Este fin de semana, sin ir más lejos, el Leverkusen visitaba al "todopoderoso" Bayern de Múnich y, el entrenador Heiko Herrlich decidió dejar en el banquillo a una de sus estrellas como es Julian Brandt (también joven, pero una trayectoria bastante más contrastada) para colocar a Havertz en su puesto...¡sacado a Havertz de sitio!. Obviamente le salió mal, pero habla de la fe que le tienen a Kai Havertz por allí, por Leverkusen. A pesar de, como digo, saber que es un jugador con tendencia a desconectarse, borrarse, llamadlo como queráis. Digamos que se trata de un jugador de poca brega.
En resumen, un chaval de 19 años, con la capacidad de dispersión mental de un chaval de 19 años, pero con la calidad futbolística de un jugador profesional de 32. Veremos a ver lo que le dura la dispersión mental porque, como ya nos han demostrado demasiados casos a lo largo de la historia de este deporte, con 35 los hay que siguen en las mismas...
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