Con las ligas ya arrancadas se pueden empezar a visualizar los equipos que van a dar guerra y que van a estar arriba seguro y otros que parece que se hunden o que no acaban de jugar todo lo bien que deberían. Esto siempre produce controversias ya que la manera de enfocarlo te puede sacar del pozo o hundirte más.
Dos equipos que no acaban de conseguir rendir según el nivel que deberían son el Dortmund por un lado, en la Bundesliga, y el Manchester United en la Premier, por otro.
El Borussia Dortmund no juega a nada, o casi nada. Favre todavía no ha conseguido dar con esa tecla que provoca ilusión y el fútbol rápido y vistoso tan característico de sus equipos y también del propio Borussia. Es cierto que todo lo que ha jugado en casa lo ha ganado de manera más que solvente (3-1 al Eintracht y 4-1 al Lepzig), sin embargo, cuando los de Dortmund tienen que coger un autobús e ir de visita, las cosas no van igual. Gana por la mínima cuando gana y dejando muchas dudas. Un pobre 0-1 contra el Brujas en Champions como única victoria a domicilio le llevan a no haber ganado en la competición doméstica como visitante y estar a 4 puntos del Bayern con 4 partidos jugados. Empate a cero contra el Hannover y 1-1 contra el Hoffenheim hacen que la Bundesliga se le vuelva a ir escapando poco a poco al conjunto de Reus, Pulisic y compañía.
A priori parece que la cosa está mal, pero la actitud de los jugadores sobre el campo hace que las alarmas no salten todavía. Es posible que el juego no salga de la manera brillante y fluida pero a los jugadores se les ve con ganas de remar. El sábado pasado, contra el Hoffenheim, el Dortmund dio una clase magistral de raza. Con uno menos, se remangaron, se pusieron a trabajar y consiguieron empatar el partido, vía gol de Pulisic, y metiendo al Hoffenheim en un estado de nervios en el que los locales sólo querían que se acabase el partido, con el Dortmund muy arriba y con gran cantidad de ocasiones.
Años atrás, en la era Tuchel y el año pasado, se ha usado la excusa de que el Bayern está muy por encima, que si te quita jugadores, etc, para justificar la falta de títulos del Borussia, pero este razonamiento queda invalidado en el momento en el que no quedas segundo en liga o, mínimo, juegas la final de Copa. Este año, aunque el rendimiento es dudoso y hay que mejorar, las directrices parecen más asentadas. La afición apoya, los jugadores están unidos y el entrenador quiere y puede hacer su trabajo. Hay problemas, pero muy solucionables con esta actitud. Favre y el Dortmund se tenían que juntar, y aunque falten cositas por pulir, hay que dar tiempo.
Si volamos hasta Inglaterra, tenemos un caso muy parecido. El Manchester, con 6 partidos jugados se encuentra fuera de puestos europeos y a 8 puntos de la cabeza. Una victoria solvente fuera de casa en Champions, no ha conseguido tapar los muchos problemas de un equipo que no consigue despegar. Al contrario que el Borussia, el United parece tener problemas en casa, donde sólo ha conseguido ganar 1-2 al Burnley. Dos derrotas ante Spurs (un 0-3 sin paliativos) y Brighton, les dejaron muy atrás en la pelea por la Liga. Luego ganaron dos partidos seguidos (tres con el de Champions), es cierto, sin mucha brillantez pero ganaron. Sin embargo, este fin de semana volvió ha pinchar en casa ante el Wolves y la crisis empieza a tomar tintes muy desagradables.
Las gradas de Old Trafford ya no confían en el proyecto. Hay jugadores, muy buenos jugadores, como puede ser Alexis Sánchez, que empiezan a pasarlo muy mal. No sólo por su rendimiento, la afición descarga su ira contra ellos en cada acción infructuosa. La relación del entrenador, Morinho, con algunos de sus jugadores está completamente muerta. No hay actitud ni ganas de trabajar y jugar en casa se convierte en un infierno.
Los problemas del Manchester, de manera objetiva, no están tan lejos de los del Dortmund y con la diferencia de tamaño en lo que a entidad se refiere, el Manchester tiene más herramientas para solucionarlos, pero los jugadores, entrenador y aficionados del Dortmund lo han enfocado de manera mas constructiva, y eso se ve en el campo, en las declaraciones... en la armonía del equipo en general.
Favre arengó y felicitó a sus jugadores por el empate como si de una victoria contra el Bayern se tratase mientras que en los Red Devils todo eran malas caras, pullas y pitos. El Arsenal, con un sentimiento más "Dortmund", ya está por encima de los 'Red Devils', y no se han dado ni cuenta, ya que están más pendientes de faltarse al respeto y echarse culpas unos a otros que de buscar soluciones.
Si tuviese que hacer mi apuesta, el Dortmund acabará muy bien la temporada mientras que dudo mucho que Mourinho la acabe como entrenador del United, a no ser que las cosas vayan muy bien en Champions. El United pinta negro, muy negro este año, le tienen que dar una vuelta a su forma de actuar y a la actitud que tienen.
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