Si hablamos de jugadores que lo podían haber tenido todo y lo tiraron por la borda es necesario hablar de Gazza, o Paul Gascoigne, el 'Maradona' británico en el sentido de cómo tirar todo por la borda por no hacer las cosas correctamente.
Paul Gascoigne ha sido unos de los mejores centrocampistas de la historia de las islas. Su aportación en cada partido era descomunal. Desde goles a garra pasando por calidad, Gazza tenía todo para haber sido una leyenda de nuestro deporte. Los que le vimos jugar sabíamos que era bueno, muy bueno, pero tenia un gran problema que arrastró todo su carrera.
Gazza llama la atención de varios clubes Premier, pero fue el Newcastle el que finalmente se hizo con los servicios de la joven promesa. Tras reventarlo en la final de la FA Cup juvenil de la 1984/85 y ganarla, firma su primer contrato profesional en 1985. Paul se destaca como líder indiscutible del equipo, pero a pesar de su corta edad, los problemas extradeportivos y con el alcohol están a punto de costarle el despido.
Tras sus buenas actuaciones, Tottenham y Manchester United se enzarzan en un disputa por hacerse con los servicios del centrocampista inglés. Finalmente, para la 1988/89 firma con los Spurs ya que le ofrecen una casa para que toda su familia se traslade. Ferguson siempre ha dicho que el peor error de su carrera fue no fichar a Gazza, que puso rumbo al norte de Londres para ponerse al servicio de Terry Venables
En White Hart Lane adoran a Paul. Golpeo de balón, conducción técnica y entradas duras y sin miedo enamoran a los seguidores y le llevan a ser indiscutible con la selección nacional, pero lo problemas fuera del campo continúan. Aunque todo parece ir bien, incluido las semifinales del la Copa del Mundo de 1990, sólo lo parece; los problemas con el alcohol se agravan y como remate, se rompe el ligamento cruzado en la final de la FA Cup de 1991 tras intentar una durísima entrada, por lo que no celebró esa FA Cup con sus compañeros y que gran parte de culpa tenía el propio Gazza, ya que eliminaron al Arsenal con un gol suyo.
A pesar de la lesión, la Lazio se hace con sus servicios. Paul está encantado de continuar con su carrera fuera de Inglaterra, pero las continuas lesiones y problemas disciplinarios derivados del abuso del alcohol hacen que su nivel vaya bajando, hasta la 1994/1995, en la que juega cuatro partidos en toda la temporada y la Lazio lo despide. Su próximo paso será el Glasgow Rangers, donde intentará ser el de antes.
Su paso por Escocia deja luces (fútbol) y sombras (comportamiento extradeportivo), pero futbolísticamente son tres años buenos, 30 goles en 74 partidos de Liga y su carácter guerrero y ambicioso le valen el cariño de los suyos y el odio irracional de los aficionados del Celtic. Su fútbol va en aumento de nuevo y hasta es convocado para la Eurocopa de 1996. Finalmente, Paul vuelve a casa, vuelve a Inglaterra tras tres años muy buenos en Escocia.
A pesar de que no salió de la mejor forma del Rangers, fue despedido por indisciplina, de nuevo, su paso por el Boro es la caída, por enésima vez en la carrera de Gascoigne, en el alcohol y los problemas de indisciplina. Aunque consiguió llevar al equipo a la final de Fa Cup, Gazza, apartado de las convocatorias, ficha por el Everton en 2000 junto con su antiguo entrenador del Rangers, Walter Smith, pero su pésimo estado de forma le lleva al despido en 2001/2002.
Tras abandonar el Everton ficha por el Burnley, pero está todo ya en una caída libre, tras seis partidos anuncia su retirada provisional hasta que acabe el Mundial de 2002 y se marcha a EEUU, donde alterna la rehabilitación con el trabajo de comentarista.
Se rompen las negociaciones de un Paul no recuperado para recalar en el DC United, por lo que en 2003 acepta un cargo de entrenador-jugador en el Gansu Tianma chino por nueve meses, contrato que no cumplió, y tras entrenar con el Wolves, en la 2004-2005 acepta el cargo de jugador-entrenador del Boston United, del que se retira definitivamente tras jugar 4 partidos.
Las detenciones y el abuso del alcohol fueron una constante en la vida de Gazza, incluso después de dejar el fútbol. Tuvo varios intentos de rehabilitación, como en 2013, pero ninguno funcionó, llegando a aparecer en un estado horrible, prácticamente en la indigencia y desnudo, en unas imagenes difundidas por The Sun en 2016.
Ahora en 2018 parece que sí que se ha rehabilitado, y desde aquí nos alegramos mucho, pero Gazza es un rebelde y la tentación siempre esta ahí. Sea como fuere, nosotros lo único que queremos es recordar a un jugador que lo podía haber tenido todo y que lo tiró por la borda. Un jugadorazo con un mal hábito, y es una pena, porque lo que haces fuera de la cancha, siempre te arrastra, por muy bueno que seas.
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