viernes, 24 de agosto de 2018

BEN ARFA Y NASRI: ESTRELLADOS A POCOS METROS DE LA CIMA (I)



Tranquilos, el titular es una metáfora. Pero vistas las vidas de ambos, igual a nadie se le hace raro pensar en la posibilidad de que un titular así fuera literal. Porque lo que les falta a ambos es intentar escalar el Everst. Lo han tenido todo, han pasado por equipos de renombre actual, con historia futbolística, han tenido contratos bastante suculentos (vamos, que ya los querría yo para mi) y aun así, con todo y con eso, ninguno de los dos va a ser recordado por la historia del fútbol a más de 10 años. Durísimo. Sobre todo cuando llegaron de la sub-17 a la Ligue 1 como los futuros líderes de Francia. Para no hacerlo muy denso, he decidido lanzarlo en dos partes. Hoy Ben Arfa, el domingo, Nasri.


Hatem Ben Arfa empezó a jugar al fútbol en el Olympique de Lyon (OL). Con 17 años, y con el dorsal 34 a la espalda, fue ascendido al primer equipo del OL junto a su amigo Karim Benzema. Clubes como el Real Madrid, Arsenal o Ajax de Ámsterdam se quisieron interponer en la firma de su primer contrato como profesional con el OL sin éxito. Ben Arfa quería jugar en el OL junto a su amigo Benzema y marcar una época en Francia. Estos mismos equipos se suman a otros como el Manchester United cuando en la temporada 08/09, tras haber acabado la 07/08 como uno de los mejores jugadores de la Ligue 1, Hatem Ben Arfa decide empezar una nueva aventura, con nuevos retos. Y se marcha al Olympique de Marseille (OM). Justo cuando Nasri acababa de coger las maletas para irse a Londres (Arsenal), el OM decidió suplir a Nasri con Ben Arfa. Aunque la forma de llevarse a cabo el traspaso fue la primera muestra de que en la cabeza de Ben Arfa algo no está conectado en su sitio. Firmó con el OM a espalda del OL, tuvo que intervenir la Ligue 1 para mediar en el conflicto, Hatem dijo que no volvería entrenar con el OL y que, además era un equipo sin clase, que no era un gran club...¡Olé!. Pero no acaba ahí la cosa. Llegar al OM y tenerlas tensas con Djibril Cissé fue todo uno. Pero...¿Qué ha pasado para que, de repente, un joven jugador prometedor con ganas de hacer las cosas bien pierda la cabeza de esa manera? Agente y llamadas de equipos en los que todo equipo quiere jugar. Eso crea una sensación de que ya eres una estrella con toda tu carrera todavía por delante que, sin una buena gestión mental, suele acabar en ese: "Aquí mando yo, porque estoy en el OM pero todos los días me llaman el Arsenal, el Madrid y el United". Pero chico, tienes 19 años y estás en un campeón de Europa. Afloja.

Lejos de levantar el pie del acelerador, Ben Arfa siguió haciendo callar a sus detractores por su actitud con números y juego. El problema de esa dinámica es que, en cuanto los números no cuadren, no pretendas que nadie venga a acariciarte el lomo. Si tu rendimiento te autoriza a tratar a los demás como te dé la gana, la falta del mismo (por pequeño que sea el bajón) autoriza a los demás con respecto a ti. Es así de sencillo. Pero daba igual. Ya todo eso daba igual. Porque Hatem Ben Arfa ya era una "estrella" y todos los grandes de Europa lo querían según su agente. Por eso fichó por el Newcastle United. Sin ánimo de ofender a las hurracas, de lo que te dice tu agente a lo que se materializa al final, creo que hay un salto significativo. Lo que no quiere decir que el Newcastle sea un equipo amateur, evidentemente, el Newcastle es un equipo con cierta historia dentro de la Premier y que merece todo nuestro respeto. Yo mismo haría lo que fuese necesario por jugar allí un partido nada más. Pero no es Madrid, Bayern, Manchester United, etc...ni siquiera es el Arsenal o el Tottenham. En fin, discusiones de escalafón a parte, lo cierto es que en el Newcastle aprendió bastante rápido las diversas caras que tiene el fútbol. Concretamente, el 3 de octubre de 2010 (no llevaba en Inglaterra ni dos meses) Nigel de Jong (viejo conocido también de la afición española por la patada a Alonso en el pecho durante la final del mundial) le partió la tibia y el peroné con una salvaje entrada que tuvo a Ben Arfa un año apartado de los terrenos de juego. Pero a su regreso pudimos ver al mejor Ben Arfa (junto con el del Niza) de largo. La rabia contenida durante todo un año se desató en forma de goles, regates y demás videos para enmarcar. Demostrando así que no se trataba de una bala perdida de las muchas que se lanzan entre las categorías inferiores de las selecciones europeas. Pero su recaída en el endiosamiento lo llevo de cabeza al Hull City dónde llegó cedido por 6 meses para "bajarse los humos". No sirvió para nada. Salió cedido de nuevo al OGC Nice y, como no le pondría la cabeza al director técnico del Newcastle, que ¡al día siguiente! de llegar a Niza se anunció que el Newcastle rescindía unilateralmente el contrato de Ben Arfa. Por tanto, Ben Arfa fichó con carta de libertad por el OGC Nice. Aquí siguió creciendo ese endiosamiento porque, además, los resultados lo estaban avalando como uno de los mejores jugadores de la Ligue 1. Tras el año de contrato firmado con el OGC Nice, decidió no renovar (a pesar de la propuesta recibida desde Niza) porque su 'ego' tenía que jugar en el PSG. Draxler, Jesé, Pastore, Lucas Moura, Lo Celso, Guedes o Di María son algunos de los nombres de la competencia en el PSG. Si no digo que no Ben Arfa no hubiese podido jugar por delante de éstos, lo que digo es que me parece lógico que, con semejante 'ego', cualquier entrenador que se vea con esa plantilla diga: "Éste otro me da lo mismo (o casi) sobre el campo y un 10% de dolores de cabeza fuera de él". Al propio Unai Emery, entrenador que se empeñó en ponerle la elástica parisina a Ben Arfa, lo pillaron los micrófonos a pie de campo en un entramiento gritándole: "¡TU NO ERES MESSI!" (vaya desde aquí, con cariño, nuestro 'THANKS FOR THE INFO' para el bueno de Unai al que, personalmente, respeto como entrenador pero que, como manager general de un grande ha demostrado tener un ojo para los fichajes un tanto...cuestionable como mínimo)

Conclusión: Ben Arfa a la grada. Y allí se a tirado las últimas...¡dos temporadas enteras!. Acabado su contrato con el PSG, OGC Nice y Rennes están detrás de contrarlo. Y es que, a pesar de los pesares, y de lo triste que es ver tanto talento desperdiciado por el 'ego', Hatem Ben Arfa es muy bueno. Y que dos equipos se peguen por él después de semejante historial es una clara muestra de ello.

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