Pues resulta que, tras un mundial para olvidar en el que la selección alemana no ha tenido más argumento para defenderse del chaparrón que un: "No se puede ganar siempre..." ante el bochornoso esperpento mostrado en Rusia, tras todo eso, llega ahora Mesut Özil y renuncia a volver a la selección porque, al parecer, se siente "alemán cuando se gana e inmigrante cuando se pierde". Hoeness ha contestado sacando los pies del tiesto mostrando, además, unas ganas locas de hacerlo desde hace tiempo. Pero...¿hasta que punto lleva razón cada uno?
Quiero empezar diciendo que, para mí, el señor Hoeness tiene toda la razón del mundo. Si bien es cierto que las formas no son lo más políticamente correcto que nos podemos encontrar, no deja de serlo también el hecho de que Özil hace unos años que dejó de ser futbolista profesional. Ya no es una cuestión de altibajos, no es que se trate de un futbolista menos regular de lo habitual. Es que Özil lleva 3 temporadas sin dar un palo al agua salvo que se enfrente, como dice Hoeness, a San Marino o al Ludogorets. Porque Özil no está bien y, desde que dejó el Real Madrid, parece vivir con la sensación constante de haber dejado marchar un tren que nunca debió haber dejado escapar. Bueno, más bien de haber cogido el tren correcto pero haberse bajado en una parada que no era la suya, que es casi peor. Porque no es normal que un jugador pase en 12 meses de ganar al Barcelona de Guardiola con Mourinho, siendo la referencia en la creación de juego, a ser la cuarta opción del Arsenal para la mediapunta. Porque a los dos meses de estar en Londres, las encuestas entre aficionados decían preferir a Arteta (que ya venía de vuelta de todo) antes que a Özil como opción para esa posición de enganche. Esto es algo que sólo se explica desde la desesperación y la falta de ganas por jugar al fútbol de alguien que ha decidido que este deporte ya no le motiva.
Pero al contrario que Hoeness, que de sus palabras se puede leer que Özil es malo, creo que si sigue jugando a nivel élite sin tener ningún tipo de motivación para ello es, precisamente, por lo contrario, porque es muy bueno. Es un futbolista con una clase en el golpeo, un control de balón y una capacidad para 'bailar' a los defensas rivales al alcance de muy pocos en el mundo del fútbol hoy por hoy. El problema es que está rindiendo como un jugador que no quiere seguir dedicándose a esto y no sabe muy bien como decirlo. Pero cualidades para este deporte tiene de sobra. ¿Y que solución tiene esta situación? desgraciadamente, ninguna. Como ya hemos podido ver en otros casos, algunos más exagerados como el de Adriano o Ronaldinho, y otros menos evidentes como el de Ribery o Nasri, la falta de actitud por motivación o por el motivo que fuese, es el peor de los escenarios posibles para un jugador. Es la asunción, por parte del propio futbolista, de su muerte deportiva. Y como todo duelo por el que haya de pasar una persona, tiene sus 5 fases: negación, ira, negociación, depresión y aceptación. En el caso de Özil, la negación vino mucho antes de este mundial, cuando el problema del Arsenal eran Wenger, los rivales, la mala suerte...todos menos él. La máxima expresión de esta negación llegó el invierno pasado cuando Alexis Sanchez decidió salir del equipo y, detrás de él, llegó el bueno de Mesut pidiendo cobrar casi el doble de los 8 netos que tiene actualmente porque, si no se los daban, se iría al equipo que sí que lo hiciera. Alexis, con esa misma estrategia de querer ganar más (tanto deportiva como económicamente hablando), consiguió un contrato con el Manchester United por valor de 14 millones de euros netos al año. Por Özil no preguntó nadie y acabó renovando con el Arsenal. La fase de la ira empezó con la famosa foto con Erdogan y su posterior renuncia a volver a jugar con la selección alemana. Aunque el argumento del racismo bien se podría englobar aún dentro de la fase de negación, la renuncia en sí misma forma parte de la fase de la ira: "¡como esto no tiene solución, me voy!". Las fases de negociación y aceptación están por llegar pero no creo que los seguidores del Arsenal vayan a aguantar mucho más tiempo a ver resultados en Özil si éste no se decide de una vez sobre si quiere seguir jugando al fútbol. Probablemente veamos una fase de negociación que consistirá en volver a Alemania a un equipo de menos entidad que el Arsenal o, incluso, marchar rumbo a Turquía con su 'amigo' Erdogan para "volver a sentirse futbolista" (frase muy recurrente entre los jugadores que ven su retiro como un duelo y tienen que pasar por esa fase de la negociación).
Dicho esto, y una vez analizado a Mesut Özil desde la mejor de las perspectivas posibles (la otra opción es que no esté bien de la cabeza y se haya vuelto una mala persona que sólo quiere ver arder el mundo, lo que también explicaría la famosa foto, por cierto), insisto en que creo Hoeness tiene razón, que ahora mismo Özil es de las piezas más débiles del Arsenal y que ha hecho un mundial indigno de la Mannschaft. Y dado que tan alemán dice que es, y que los que no lo consideran alemán son unos racistas, debería haber empezado pidiendo perdón por hacer el ridículo en un mundial con Alemania en vez de escudarse en que la gente "es racista". ¿De verdad?¿En serio?¿Has jugado fatal, digno de ser abucheado, por ser medio turco? No te confundas, no se te critica por ser un turco nacido en Alemania, se te critica por haber jugado al fútbol de pena, por haber deshonrado una camiseta y, ya que estamos, por haberte hecho una foto con el presidente de otro país (con el que podrías haber decidido jugar por doble nacionalidad) a pocos días de dicha deshonra. Tus raíces son lo de menos. No es un tema de racismo. Es un tema de que si un futbolista no rinde en un equipo y se hace fotos con el presidente de otro en el que podría haber jugado...igual soy yo, llamadme loco si queréis, pero creo que no sienta muy bien. Por eso creo que Özil debería plantearse un descanso para detenerse un poco a reflexionar sobre su rendimiento y darse cuenta de lo poco que aporta, a día de hoy, sobre un campo de fútbol. Y que Hoeness no sólo tiene razón, sino que, como alemán, tiene motivos hasta para perder las formas como las ha perdido dados los resultados (conste en acta que tener motivos para perder las formas no justifica que se pierdan). Por todo esto y por lo que nos queda por ver de este culebrón sin visos de pronta finalización, creo bastante conveniente otorgar el "Golden Boy" de la sección ¿QUE FUE DE...? al señor Mesut Özil.
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