Una vez terminada la fase de grupos del mundial 2018, nos encontramos con que, estando el récord histórico de penaltis en 18 en todo el mundial tanto en Francia 98 como en Corea 2002, la suma total de penaltis pitados en éste, a falta aún de partidos correspondientes a la fase final del torneo es de 24. ¡24 penaltis! es una cifra que asusta un poco y que no tiene pinta de acabar ahí, teniendo en cuenta que, en la fase de grupos, se suele ir más a "guardar la ropa" que las eliminatorias a un sólo partido en las que ir por debajo en el marcador parece dar carta blanca para todo, desde que suba el portero a rematar los corners hasta que se produzcan agresiones fruto de los nervios y la frustración que provoca el marcador. El debate está en la calle: VAR ¿sí o no?
Para los partidarios del sí, entre los que me incluyo, hay muchos argumentos válidos (igual que para el no, que los veremos después) pero, quizás, el que más me llama la atención se recoge en palabras del delantero de la selección española Diego Costa: "No me gusta el VAR (dato interesante, si a Diego Costa no le gusta algo, ese algo, por lo general, suele ser bueno para el fútbol). Con las cámaras que hay, tenemos que ser todos amigos". Está frase, que recuerda un poco a la que pronunció la parodia Fidel Castro en Los Simpsons sobre Cuba, me parece que es el mejor aporte que puede realizar esta tecnología al mundo del fútbol. Vamos quitando caretas y destapando el rendimiento real de ciertos jugadores a los que ya no se les consiente todo. Equipos como Italia o Uruguay lo van a pasar mal de aquí en adelante por culpa del VAR, así como según que brasileños o argentinos con propensión a ser blanco fácil de algún francotirador apostado en la grada. Si bien es cierto que no se llega a todo, y que aún con el VAR hay decisiones incomprensibles, también es verdad que el abanico de opciones que tienen estos jugadores que tratan de engañar se reduce drásticamente. Igual que el vídeo mató a jugadores como Robben o Cristiano Ronaldo (haciendo siempre el mismo regate, con la tecnología del vídeo aplicada a los entrenamientos, las probabilidades de éxito se redujeron casi a 0), el VAR terminará, más pronto que tarde, con aquellos jugadores que juegan en la delgada línea reglamentaria de "si el árbitro no lo ve...". Esa picaresca mal entendida se estaba extendiendo y sofisticando demasiado, de un modo alarmante incluso, hasta el punto de ser complicado de definir la intencionalidad hasta en las repeticiones. Dar patadas, insultar, agredir, morder...todo ello mientras el árbitro no mira, no es picaresca, es marrullería. Picaresca es sacar una falta rápido, es aprovechar un despiste del rival, no aprovechar un despiste del árbitro para vejar y tratar de intimidar al rival. Y el VAR ha llegado en el momento justo, incluso un poco tarde a mi entender. Habíamos alcanzado un punto en el que, ya no sólo no se pitaba lo que el árbitro no veía, ¡tampoco se pitaban cosas que el árbitro veía!. "Pero, ¿Qué dices, hombre? ¿Cómo que no se pitaban cosas que el árbitro veía?" os voy a responder con una frase literal que todos hemos escuchado más de una vez (y más de dos): "Es falta/penalti, pero eso nunca se pita". No hay más preguntas señoría. Y es aquí dónde este argumento cobra más fuerza. ¡24 penaltis en ronda de grupos! muestra inequívoca de que los defensas de hoy en día están entrenados en el "eso nunca se pita" y utilizan esa premisa como un arma defensiva más. Y los penaltis señalados a Mascherano contra Nigeria o a Josh Risdon (Australia) contra Francia en la que corta un mano a mano de Griezmann contra el portero australiano son buena muestra de ello. Esos penaltis, antes, nunca se pitaban. Y como han reflejado algunos de los jugadores que sí están a favor del VAR, es una tecnología que no da nada, hace justicia. Probablemente menos de la que debería, pero mucha más de la que había anteriormente. Las faltas son faltas, los penaltis son penaltis y los fuera de juego son fuera de juego, con lo que ayudar al árbitro a detectarlos no es, en ningún caso, dar. Y menos con tintes despectivos con los que se está usando la expresión 'dar' de 'dar...inmerecidamente'. Otro argumento a favor es el aumento de argumentos para mandar a un árbitro a la 'nevera'. Si tras varias repeticiones, cámaras lentas, etc...la decisión es errónea, tu destino debe ser uno de dos: Cárcel por aceptar sobornos o la famosa 'nevera'.
En contra del VAR existen argumentos también válidos. Como he dicho antes, no los comparto, pero sí que es cierto que los puedo entender. Es verdad que la historia del fútbol está plagada de momentos que, con el VAR, nunca deberían llegar a darse más. Corea-Italia 2002, Corea-España 2002, Corea-Cualquiera 2002, así como Inglaterra-Cualquiera 1966... el 'no gol' de Lampard en 2010 contra Alemania o la famosa 'mano de dios' de Maradona. Con el VAR, esos momentos no serían recordados porque, simplemente, no habrían tenido ningún tipo de trascendencia. El fútbol tiene un componente de 'usar todos los recursos a tu alcance dentro de unas normas' y uno de esos recursos siempre ha sido el de engañar al árbitro. Hay gente que defiende que eso es la 'salsa' de este deporte y que el fútbol, al contrario que el rugby, es un deporte de caballeros practicado por brutos. Si aceptamos que 'lo que pasa en la cancha, se queda en la cancha' y asumimos, todos aquellos que practicamos este deporte que somos 'brutos' en un deporte de caballeros, pues puedo entender que no guste el VAR. Yo, personalmente, admiro el rugby como un deporte practicado por caballeros, y me gustaría que el fútbol, un deporte ideado con una normativa para caballeros, fuera practicado por tales. Como ya se ve que no se le puede decir a un cabestro: "Oiga, esto es un deporte de señores, usted no puede estar aquí", porque la reglamentación, en si misma, asume que todos los que lo practican son caballeros (error crítico), entiendo que el VAR puede ser considerado como un mal menor. Pero si asumimos que los cabestros tienen que tener su hueco en este deporte (no entiendo muy bien el motivo, pero bueno), el VAR es una mala idea. Porque 'corta las alas' a los que quieren forzar el reglamento e ir al límite del mismo. Porque hay que ir con mucho tacto para que las cámaras no vean la infracción o para no cometerla. Otra crítica debatible es el tiempo que se pierde en cada decisión. En mi opinión, está siendo mínimo salvo excepciones de casos muy concretos y muy difíciles de decidir, pero a pesar de la crítica en este sentido, creo que las consecuencias de la decisión, y más en una competición como ésta, bien merecen 2-3 minutos de deliberación en los casos más grises.
En resumen, para el que nunca ha asumido, como un servidor, el despiste del árbitro como una herramienta más de este juego, el VAR es un auténtico éxito, y está demostrando que lo que ocurre dentro de las áreas, por lo general, no es exageración de los delanteros, más bien es falta. Y, por tanto, penalti. Porque, hasta la fecha, tras 24 penaltis señalados, Neymar Jr. es el único jugador que tiene el dudoso honor de haber intentado engañar al árbitro forzando un penalti que fue desestimado como tal por el VAR (porque el árbitro lo había pitado y rectificó a posteriori gracias a esta tecnología). 'Penaltis que no se pitan' vs 'delanteros que se tiran' = 24-1. Me parece que la estadística está bastante clara y da la razón a los que siempre hemos defendido que un penalti no es una falta 'especial' que requiera de unas condiciones distintas a las que se puedan producir en una falta realizada en el centro del campo, y que los defensas deben dejar de jugar con el 'eso nunca se pita'. Porque de a partir de hoy, esas cosas POR FIN se pitan.
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