lunes, 21 de mayo de 2018

PSG vs OLYMPIQUE MARSELLA, UN CLÁSICO EN UN PAÍS SIN DERBIS



Si hubiese que destacar algún dato curioso de la Ligue 1 ese sin duda sería la ausencia de derbis al uso. Tiene partidos entre equipos de la misma región como puede ser el Tolouse vs Montepellier o el OL vs Saint Etienne pero sin ese componente de la lucha por la hegemonía de la ciudad. Los equipos más pequeños de las ciudades sirven más cómo filial de prueba que como un rival real. Si a esto le sumamos que el 90% de las aficiones del país no son grupos organizados y leales a sus colores, si no que son fans porque es el que más cerca le queda, nos encontramos con que sólo podemos rescatar un partido de máxima rivalidad. 


¡¡Y que rivalidad!! Para una liga de segunda línea, la exaltación del partido conocido como 'Le Classique' es tremenda, a la altura de los mayores derbis europeos. Es cierto que es una rivalidad relativamente joven, recordemos que el PSG se fundó en 1970, pero no por joven resulta descafeinada. EL PSG representa el poder estatal, el centralismo francés y una clase un poco más adinerada, mientras que por su parte el Marsella es un equipo que defiende todo lo contrario políticamente y socialmente.

El OM se fundó a partir de la fusión de dos equipos en 1899. FC Marseille y el club de esgrima L'Épée se juntaron para convertirse en un fuerte club multidisciplinar donde el rugby era la sección más potente. No obstante, la creciente afición por el fútbol pronto le daría la vuelta a esa situación y el OM empezaría con sus primeras conquistas locales con el balón redondo durante la segunda década del S.XX. No se haría profesional hasta la década de los ´40 y tras una época increíble de victorias, además de tener un impulso económico muy importante de manos de Mariano Dallaporta. Con la guerra su rendimiento y su condición de potencia se ven muy mermados y no será hasta los ´90 cuando resurjan para hacerse con la Champions League.

El PSG, por su parte, aparece en 1970 cuando se fusionan el Paris FC y el Stade Saint-Germain y es habitual de la Ligue1 desde 1974. Es el club más joven de la historia en ganar una competición UEFA, hito que consiguió tras hacerse con la Recopa de 1996.

La rivalidad estaba latente por las diferencias sociales que representaban ambos equipos en un país muy multirracial pero extremadamente centralista. La mecha se prendió en la temporada 1988/89 cuando ambos equipos se jugaban el título en el Velodrome, llegaban empatados a puntos y el jugador local Sauzeé anotó el gol que le daba el título al OM. La cosa no se quedó ahí si tenemos en cuenta que se destapó un caso de corrupción relativo al OM en el 93. El OM sobornó al Valenciennes para ganar antes la Ligue1 y tener más tiempo para preparar la final de la Champions contra el Milán, final que las malas lenguas dicen que jugaron dopados, pero esto no se ha demostrado y es harina de otro costal.

Con jugadores como Ronaldinho y Pauleta y el descenso a los infiernos del OM por el caso de corrupción, en la segunda década de los '90 vino el auge del PSG consiguiendo la ya mencionada Recopa y la Intertoto. En la época actual todos sabemos como está funcionando este partido tras las multimillonarias inversiones de Qatar en la 'Ciudad de la Luz'.

En este particular duelo el gato al agua se lo lleva el PSG pero con unos números que se considerarían empate técnico debido a la juventud de la la rivalidad. 40 victorias de los parisinos con 22 empates les colocan por encima del OM que ha ganado en 32 ocasiones. Esta igualdad se traduce en los goles anotados durante estos partidos, se han podido ver 132 goles del PSG por 115 del OM. Igualdad total.

Las aficiones, lo vemos en Europa, tienen un grueso de gente bastante violenta. Si bien es cierto que no llegan al nivel de los polacos o los rusos, el uso de bengalas y otros objetos prohibidos por la UEFA son bastante habituales tanto en los estadios como en las publicidades de los clubes. Tiene el anticuado formado de grupos ultras para la distribución de los hinchas más radicales. El PSG sin ir más lejos tiene dos grandes grupos que se sientan en sitios contrapuestos del estadio: unos más afines a la derecha y otros que simpatizan con la izquierda cubriendo todos los escalones sociales tan presentes en la ciudad pero con un sentimiento patriótico muy fuerte. El PSG había tenido menos problemas de ultras en los últimos años, con políticas exigentes en contra de éstos los consiguieron sacar del estadio, pero los readmitieron para que apoyaran al equipo contra el Barcelona en los cuartos de final de la UEFA Champions League el año pasado. Por su parte, el OM cede de manera habitual más del 50% del estadio a grupos ultras de un marcado carácter independentista y afiliados con partidos de extrema izquierda.

Un partido que no es de primera línea europea pero en términos locales muy bonito de ver. Hay mucha tensión y ganar este partido es prácticamente un título más. Eclipsado a nivel internacional por las actuaciones europeas de ambos equipos y por la aparición del Lyon la década pasada, sigue moviendo masas y aficiones prácticamente a partes iguales en todo Francia. Se podría decir que es el Madrid vs Barcelona del país vecino.


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