Hoy queremos hablar de una de esas figuras de este deporte que, por el paso del tiempo, ha caído un poco en el olvido de los seguidores del fútbol, por lo menos en Europa dado que, me consta, en Argentina (y, por supuesto, en Uruguay), no es así. Un delantero centro en el conviven, curiosamente, dos realidades casi incompatibles. Y es que ser referente de otros que a posteriori fueron leyenda mundial, y que en el año 2018 poca gente te reconozca como futbolista es, cuanto menos, paradójico.
Partamos de la base de que, dicha paradoja tiene su base en la mala suerte que tuvo al venir a Europa "El Principe InmEnzo" como lo apodaron en River Plate, ídolo de masas en Argentina a pesar de ser uruguayo. Pasó por el Racing Club de France, equipo parisino que, aunque a finales de los 80' militaba en la Ligue 1, hoy deambula por la quinta división francesa, la CFA 2: "Championnat de France Amateurs 2". Tras tres años en los que hizo 32 goles en 93 partidos, dio el salto a un equipo de mayor entidad (aunque el Racing francés, por aquel entonces, era el equipo de París. Recordemos que el PSG, en el año que Francescoli llega a Francia, 1986, tenía una antigüedad que no superaba la mayoría de edad; hacía 16 años de su fundación). En 1989 ficha por el Olympique de Marseille dónde ayudó con sus aportaciones en goles y asistencias a levantar el segundo título consecutivo como campeones de la Ligue 1 y llamando la atención de un "pequeño" francés de origen argelino al cual, marcó de tal manera por su forma de jugar y como referente dentro del campo, que incluso el primer hijo de dicho (hoy por hoy, entrenador) francés lleva su nombre. Porque no todo el mundo sabe que el primer hijo de Zinedine Zidane, se llama Enzo en honor al delantero uruguayo. Pues dicha admiración surgió durante la temporada que Enzo Francescoli pasó en el OM.
Todo esto quedaría precioso para la foto si lo dejásemos aquí. Si no dijéramos que, ese mismo verano que Francescoli fichó por el OM, rechazó una oferta de la todopoderosa Juventus de Turín que veía en Francescoli la solución perfecta para llenar el vacío dejado por Michel Platini, retirado en 1987 y para el que no se había encontrado todavía sustituto. Dado que se trata de una leyenda, y que estamos hablando siempre, como se suele decir, "a toro pasado", prefiero dar el beneficio de la duda al bueno de Enzo y decir que tuvo mala suerte...pero reconozco que es bastante cuestionable la "mala suerte" de una decisión que, si se cataloga como horrible, tampoco pasa nada. Máxime cuando, en el año 1990, tras la celebración del mundial de Italia y sin haber terminado de mudarse de París a Marsella, ficha por un equipo italiano. Y si hubiese sido por la Juventus, Milan, Inter o, incluso Lazio si me apuras, bueno...podríamos hablar de una rectificación a tiempo, pero...¿Cagliari? ¿en serio?. Después de dos años intentando salvar los muebles del descenso, consiguió ser nombrado mejor jugador de la copa d'Italia y acabar el año en la sexta posición de la serie A...¡jugando en el Cagliari!. Del Cagliari, al Torino, dónde ni estuvo ni se le espera ya. Un año para olvidar donde sólo consiguió 3 goles en toda la temporada. Así que, con 33 años, de vuelta a River Plate, equipo del que salió con dirección a Francia tras su paso por el Motevideo Wanderers. De su primera etapa en Argentina, podemos resaltar que 68 goles en 113 partidos es una cifra que lo situaría, si se hubiese retirado ahí, en el 19º mejor promedio de la historia del fútbol con un 0.60 goles/partido, por delante de Hugo Sanchez con 0.58 y por detrás de Delio Onnis y Zico con 0.65 y 0.68 respectivamente. Pero es que, después de su desastroso año en el Torino, Francescoli volvió a River a recuperar las cifras que lo llevaron a cruzar el charco años atrás. 47 goles en 84 partidos suponen 0.50 goles/partido que, con 33,34,35 y 36 años son cifras de auténtica leyenda...pero en Argentina. Y es que, sin querer menospreciar a las ligas sudamericanas, lo cierto es que el menor nivel de las mismas suelen reflejarse bastante bien en los números y, además en este caso, son cifras que demuestran porqué Francescoli es una leyenda eterna en Argentina y, en Europa, somos poco conocedores de las obras de este grandísimo futbolista. Porque viéndolo jugar, aunque sea en vídeos que se puedan encontrar a día de hoy por YouTube, se ven muchos detalles de jugador resolutivo. De alguien que no necesitaba hacer grandes filigranas con el balón para ir avanzando con gran zancada, usando mucho y muy bien el cuerpo, y pudiendo jugar al fútbol y desarbolar defensas casi sin correr...¿os suena de algo?
Es verdad que no inventó la 'roulette' pero, probablemente, sin Enzo, sin la admiración que le tenía y sin el empeño que puso en copiarle ciertos movimientos, Zidane tampoco lo habría hecho. También es cierto que Zidane, como leyenda, aportó mucho más y superó en gran medida a su maestro desde una posición un poco más retrasada, haciendo jugar a todo el equipo y cogiendo los mandos del equipo desde la sala de máquinas del centro del campo cuando tuvo que hacerlo. Zidane no copió movimientos de Francescoli, los hizo suyos y los adaptó a una posición en la que estás rodeado por 3 y hasta por 5 rivales. Francescoli sólo tenía que irse del último central, de dos como mucho. Y cuando se enfrentó a defensas muy cerradas como le ocurrió en su etapa italiana, ya vimos el resultado. De hecho, la comparación Zidane-Francescoli, más allá de la admiración que pudiera sentir un chaval de Marsella por el delantero uruguayo, es una comparación que carece, casi por completo, de sentido. Sin embargo, la comparación que sí tiene motivos para llevarse a cabo es la que se hizo en Argentina desde que Diego Milito se dio a conocer. Lo que en principio surgió como un parecido físico, acabó consolidándose como una comparación a la altura de la existente entre Valdano y Crespo. Y es que, sobre el campo, si bien se puede decir que Diego Milito tiene un poco más de olfato de gol que Francescoli tras su paso por Europa, lo cierto es que los números del mayor de los Milito en tierras argentinas son bastante mediocres, tanto en su primera etapa como en su segunda, y el hecho de que se le denomine como "el príncipe" igual que a Francescoli, es más por parecido físico y fama traída desde Europa que por sus actuaciones por aquellas latitudes.
En resumen, Francescoli es una LEYENDA con todas las letras que se ha ganado, como tal, un sitio en esta sección. Porque que no pasara bien por Europa, no quita para reconocer sus números en ligas que, aunque de menor nivel, lo cierto es que los goles hay que hacerlos igual. Si después de esto no te he convencido de que se le pueda considerar como leyenda, diré, como dato final, que jugar 4 finales de la Copa América con Uruguay y ganar 3 de las 4, ganando a la Argentina de Diego Armando Maradona en las semifinales de la Copa América de 1987 disputada en la misma Argentina. Si eso no es de ser una leyenda...
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