No ha mucho que vimos como Turquía se colgaba del cuello la medalla de bronce de un Mundial. Eso ocurrió allá por 2002 y se hablaba de una selección temible. Una generación increíblemente heterogénea tanto en edad, como en equipos donde desempeñaban su profesión en el día a día. Umit Davala, Hakan Sukur, Hasan Sas, Belozoglu, Nihat o Rustu convirtieron el tener que ir a jugar contra Turquía en una auténtica pesadilla pero llegó 2006 y Turquía desapareció y así siguen.
Toda esta introducción no sirve si no para darnos cuenta que el bajón futbolístico de Turquía es una realidad pero lo que tampoco se puede negar es que ha sido por méritos propios, empujado por el juicio ajeno, si, pero la raíz de todo está en la propia Turquía.
Es cierto que la etiqueta de '¿SOBREVALORADO?' puede resultar un poco violenta en un chaval de 20 años, pero con Cengiz Ünder no nos ha quedado más remedio. Todo el mundo habla de Ünder como la joya turca, pues si este es el nivel los turcos tienen una larga caminata por el desierto. De Ünder se dicen cosas como que es un extremo implacable, con carácter, correoso, desequilibrante... y un montón de adjetivos muy imprecisos de aplicar a un jugador de fútbol, pero que vienen fenomenal cuando se quiere alabar a alguien sin mojarse mucho y sin dar a entender nada concreto para no llevarse un zasca mientras insinuamos que podemos estar ante el nuevo Nihat.
Hace unos años asistimos a lo que parecía la resurrección de la categoría noble turca un chavalillo que se hinchó a meter goles. ¿Su nombre? Burak Yilmaz, ¿quién se acuerda de él? Nadie. Y lo siento, pero Yilmaz era más jugador que Ünder. En ninguno de los tres equipos (en cuatro años) por los que ha pasado el joven extremo turco ha conseguido nada de relevancia. 11 goles en 58 partidos en el Altinordu y 9 goles en 43 partidos con el Estambul Basaksekir no creo que sean unas credenciales como para merecer acompañar a Dzeko por delante de Patrick Schick por ejemplo. Y ese es el problema. Parece que hay que sacar una estrella turca a la de ya, y eso no es así. Ya vendrá.
La realidad es que Ünder aporta muy poquito. Es un jugador del que sus compañeros no se fían. Desequilibra a su propio equipo en vez de a la defensa rival ya que su virtud táctica es más o menos cuestionable, hemos visto partidos en el que el equipo rival, a partir del minuto 20-25, le deja de cubrir, prefieren meter a dos tíos con Dzeko. No le echan la pelota porque o la perderá o entrará por el sitio que no debe. Es cierto, es rapidísimo, ¿pero sólo con eso vale para jugar en una liga exigente? yo creo que no. Sus participaciones en la Champions, por ejemplo, le delatan por mucho que a algunos se les caigan las loas y alabanzas. Corre como un pollo sin cabeza y aporta menos que Al Shaarawy, por ejemplo.
En los grandes partidos de la Roma, como contra el Barcelona o el Liverpool en el Olímpico, no ha jugado. Sin embargo en las idas sale de titular y la Roma juega con 10. Todos dicen que la Roma se recuperó en Anfield cuando Salah se fue del campo, pero la realidad es que se recuperó cuando se fue Ünder dejando su sitio a Schick.
No decimos que no pueda llegar a nada. El fútbol es impredecible y ¿quién sabe? si pilla un entrenador que le forme un poquito mas... cualidades físicas no le faltan, pero fútbol sí, y mucho. Hablar de este chico como un gran extremo es un temeridad en toda regla, y Dzeko lo sabe.
Lo dicho, si este chico es la gran esperanza de Turquía les queda una larga travesía de sufrimiento. Cada día nos gusta más hinchar el rendimiento de jóvenes futbolístas para poder decir "yo lo ví cuando tenía 20 años" pero es un error. La explosión del rendimiento se puede producir a los 18, 19 20 o 24, 25 y 26, y si no que se lo digan a Salah o Keylor. No hagamos ídolos de barro. Apoyar a un chaval por el motivo que sea (cariño, impetú de que triunfe, etc) está muy bien, no digo que no, pero cabeza muchachos, que Balones de Oro sólo hay uno al año y hay millones de futbolistas. Reitero: No hagamos ídolos de barro.
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