Desde que el Manchester United decidió que era hora de fichar a los mejores jugadores jóvenes de Europa, costase lo que costase, y desembolsase 200 millones de euros por Martial y Pogba, estamos asistiendo, año tras año, a una inflación absolutamente desequilibrada en el mercado de fichajes. El City y el PSG son prueba de ello, pero con el fichaje de Coutinho, el Barcelona se ha gastado 305 millones de euros en dos futbolistas.
Cuando yo era pequeño, con 100 millones de euros comprabas a Zidane y a Makelele, cuando era mas jovencillo, con 100 millones de euros te hacías con los servicios de Ronaldinho y Davids, incluso hace no mucho, con 200 millones de euros comprabas a Ronaldo y a Bale, es decir, jugadores de primerísimo nivel, pueden gustarte mas o menos pero eran jugadores que ganaban títulos. Lo de ahora, las cantidades que se pagan hoy en día son auténticas barbaridades, y mas si cabe cuando el único jugador 'top' que ha entrado en este juego ha sido Neymar. Los demás son buenos futbolistas, pero no jugadores 'top' de momento.
Esto pasa con Coutinho, jugador por el que personalmente tengo devoción. El bueno de Coutinho es un futbolista que es alegría. Te impregna el ataque de tu equipo de un color y sabor especial que hace que el sonido que fluye por los recovecos de tu estadio sea más propio de un espectáculo artístico que de un campo de fútbol. Tiene una velocidad de pensamiento y un golpeo a puerta que levantan más gente de la silla que el propio Circo del Sol. Un media punta clásico, el 10 brasileño, alegre y que puede arrancar desde la izquierda, que no jugar en la izquierda, para sorprender y abrir huecos. Regate, velocidad, técnica y disparo... ¿se puede pedir algo más? pues por desgracia si: Compromiso y liderazgo.
Coutinho no ha estado comprometido en ninguno de los equipos por los que ha pasado. Es como un niño pequeño con los juguetes, enseguida se aburre y quiere otro. En el Liverpool ha estado 5 años, 2 y medio como títular y ha sido su racha mas larga en un equipo. Estoy de acuerdo en que no es Anelka ni Ibra, pero que un jugador con 25 años haya estado en 5 equipos es porque no lleva mala carrera en eso de ir saltando de país en país y de equipo en equipo, muy leal al chaval no se le ve de momento. Cuando quiere marcharse de un club, habitualmente no lo ha hecho de la mejor manera, lesiones misteriosas y actos de rebeldía, aunque esto es cada vez mas común en el fútbol de élite.
En cuanto a su capacidad de liderazgo, puede llegar a ser un líder sólido de cualquier equipo europeo, pero la realidad actual es que no lo es. En Brasil la sombra de Neymar como líder y estrella del equipo es muy larga y en sus años en el Liverpool siempre ha tenido a alguien por delante no en calidad pero sí en liderazgo y carisma, ya sea Luis Suarez, Gerrard, Henderson o Firmino.
Vasco da Gama, Inter, Español y Liverpool han servido para que este gran jugador recale en el Barcelona, un fichaje espectacular a todas luces, pero 160 millones de euros quizá sea un precio excesivo. El jugador es fantástico, pero ¿tiene sitio? porque pagar ese dinero por un jugador que no va a tener sitio es complicado de asumir, mas allá de que al final seguro que lo encuentra, pero te puede ocurrir lo que se conoce como un James en el Madrid.
A Iniesta no le queda mucho y por ahí puede ir entrando en la dinámica del equipo, pero la realidad es que, de momento, va a tener que jugar fuera de sitio: o de extremo zurdo alternando partidos con Dembelé o en la posición de Rakitic, mas de medio centro. Lo que esta claro, a mi parecer, es que aunque Iniesta esté cerca del final de su carrera deportiva a máximo nivel (33 años) está, de igual forma, un punto por delante de Coutinho aunque éste sea su relevo natural, ya que Coutinho todavía, e insisto en lo de todavía, no es un jugador 'top'. Es un gran futbolista, con vistas a crack, pero igual que puede llegar, también se puede quedar en nada.
Sea como fuere, Coutinho es un gran fichaje, que el precio es excesivo también es cierto, pero la amortización de ese dinero depende única y exclusivamente del fichaje más caro de la historia del Barcelona: el propio Coutinho.
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