En este mismo sitio, tenemos una sección que se titula a "¿a qué esperas?" en el que tratamos casos extraños de futbolistas con un prometedor futuro que se van estancando, pero...¿qué pasa con los futbolistas que evolucionan y rinden como se espera o incluso mejor? pues vamos a empezar con la evolución más increíble y espectacular que, a mi parecer, hemos visto en los últimos 10 años. Hablamos de Marc-André Ter Stegen, con permiso de Oblak y tal vez Neuer, el mejor portero del mundo a día de hoy.
Si por algo Alemania ha sido famosa en la historia del fútbol es por su prolífica cantera de porteros. Desde Toni Turek o Hans Tilkowski hasta Oliver Kahn, pasando por Sepp Maier, Schumacher, Köpke o Illgner, los teutones han tenido porteros que han triunfado en el viejo continente allí donde han estado. Acumulando título tras título, tanto a nivel club como a nivel selección, parecía que el portero ideal para esto del fútbol era el que se ajustase al modelo germano. Si quieres ganar necesitas un portero alemán, un portero de excepcional envergadura y con reflejos felinos bajo los palos. Agresivo en las salidas y que si tiene que ir de puños lo haga sin miramientos, meter la cabeza lo elige el delantero bajo su propio riesgo. Era un modelo claro y que funcionaba. Todos querían un portero alemán. Desde el Bayern, que alargó la carrera de Kahn todo lo que pudo, hasta el Madrid, que firmó a Illgner para reconquistar la Copa de Europa en 1998, pasando por el Barcelona, que puso toda la carne en el asador para firmar a Enke, el portero alemán se cotizaba al alza.
A principos-mediados de la década pasada asistimos a una extraña sequía de talentos en las porterías alemanas. Con Kahn a las puertas de la retirada, los Lehmann, Hildebrand, Ulreich, Butt o el mismo Enke (este último debido a su situación personal probablemente) no daban el nivel mínimo exigido para defender con garantías ya no solo la portería de la 'Mannschaft', si no que tampoco los arcos del Barcelona, el Arsenal o el Valencia.
Dicen que sin una cosa mala, no se puede apreciar que luego te ocurre una buena, y parece que así lo vieron en el país germánico. Se empezó a dar oportunidades a chavales que, sin renunciar a esa gran envergadura, dotaban al puesto de portero de un gran juego con los pies. Salidas del área para cortar balones como un líbero y apoyos en la salida del balón como un mediocentro más. Con Neuer se empezó a fraguar la cosa. Le acompañaron porteros como Fährmann, Zieler o Adler, y parecía que esa gran cantera de porteros resurgía.
La explosión de los porteros alemanes se esta consolidando. Con Neuer ya con 31 años aparecen nuevas sensaciones desde los últimos años. Kevin Trapp o Bernd Leno son muestras de esto, pero lo que es innegable es que Ter Stegen se los está comiendo. Un chaval criado en el 'Gladbach' y del que muchos (me incluyo) dudábamos, nos parecía un 'ni fú ni fá', se está convirtiendo en un grande de los palos y nos ha cerrado la boca.
Un inesperado debut en el club alemán y un pronto fichaje por el Barcelona, unido a los 'fallitos' que tenía (que costaban goles) y a que Bravo le quitó el sitio, para nada hacían presagiar en lo que a la postre se ha convertido. Un espíritu inquebrantable, que le hace no renunciar a su estilo de juego a pesar de los fallos pasados, una determinación a triunfar mediante trabajo duro y adaptación al entorno fuera de lo comun (aunque parezca una tontería pero ya habla español mejor que Güiza), una colocación bajo los palos insuperable, un entendimiento táctico del juego superior al de muchos mediocentros que andan por ahí sueltos y una virtud técnica, tanto en juego de portería como con los pies, sencillamente espectacular, hacen del portero del club azulgrana uno de los mejores porteros del mundo, si no el mejor.
La evolución de lo que parecía un portero normalito, bueno pero normalito, a lo que vemos hoy cada domingo me hace pensar que podemos estar ante el último mundial de Neuer como títular, y con la lesión, ojo en Rusia. Un portero en el que nadie se fijaba mucho más allá de algún cante que otro, ha pasado por la derecha a Leno o Trapp (de los que podríamos escribir un artículo parecido a este pero al revés) en la carrera por ser el titular de la 'Mannschaft. Y el dato más escalofriante de todos... ¡¡Tiene 25 años!! Ha conseguido aunar la cabeza de un portero de 34 años en la potencia atlética del cuerpo de un chaval de 25. En Barcelona hay portero para rato.
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