CAMBIO DE NACIONALIDAD: MUNIR Y BOJAN, SI. BENZEMA, NO

 

Hoy os traigo el último cambio en la normativa FIFA que afecta a las convocatorias internacionales de ciertos jugadores. Jugadores que estaban en una situación atascada fruto de la precipitación, tanto del jugador como de los seleccionadores en busca de asegurarse la seleccionabilidad de un chaval con pinta de ir a despuntar. Hoy se abre una opción para esos casos de jugadores que, sin llegar al nivel de la primera selección que les convocó, sí tendrían nivel suficiente como para jugar en aquella que desecharon en su momento...

Empecemos por ver explicar el cambio producido en la norma. El pasado viernes 18 de septiembre de 2020, la FIFA introdujo un cambio en su normativa que supone un punto de inflexión de cara al futuro. En los estatutos de la FIFA, en lo referente a la elegibilidad de los futbolistas a nivel de selecciones, su artículo 5 decía: 

"Todo jugador que se ampare para adoptar una nueva nacionalidad y que no haya disputado ningún partido internacional, únicamente podrá ser convocado a la selección de la nueva federación si cumple con una de las siguientes condiciones: 

1- El jugador nació en el territorio de la federación 

2- Uno de los padres biológicos del jugador nació en el territorio de la federación

3- Uno de sus abuelos nació en el territorio de la federación 

4- El jugador ha vivido al menos cinco años ininterrumpidos después de cumplir los 18 años en el territorio de la federación"

Ahora la cosa cambió. Desde el viernes pasado, se matiza el aspecto referente a no haber "disputado ningún partido internacional". Lo que implica una puerta abierta para aquellos jugadores que fueron convocados por impaciencia por alguna federación que sólo buscaba asegurarse la elegibilidad del futbolista en el futuro, sin tener en cuenta la posibilidad de que el chaval pudiera no dar el nivel para la selección que primero le escogió, pero sí para otra cuya nacionalidad posea y para la cual, además cumpla alguno de los requisitos anteriores (que siguen vigentes tras el cambio).

Para lo cual, se ha incluido un texto que busca focalizar bastante al candidato al cambio de federación, dando la sensación incluso que, durante la redacción del mismo, la persona encargada de escribirlo tenía en la cabeza una serie de nombres y casos muy concretos. Para más señas, el nuevo texto dice lo siguiente:

"Aunque haya disputado un compromiso internacional A con otra asociación, cualquiera podrá podrá solicitar el cambio de federación si:

1- En el momento de alinear en su primer encuentro de competición oficial con su equipo actual de cualquier categoría y disciplina futbolística, ya tenía la otra nacionalidad del conjunto al que quiere representar.

2- En el momento de participar en su último cotejo de competición oficial de cualquier disciplina futbolística con su equipo actual no había cumplido todavía 21 años.

3- Estuvo en un máximo de tres partidos internacionales A de cualquier disciplina futbolística con su equipo actual, sea competición oficial o amistoso.

4- Han pasado al menos tres años desde que disputó el último juego internacional A de cualquier disciplina futbolística con su equipo actual, sea competición oficial o amistoso.

5- Nunca intervino en ningún compromiso internacional A en la fase final de un Mundial o un certamen continental de confederaciones (Eurocopa, Copa América, etc...)"

Con estas nuevas normas queda claro que se puede cambiar de federación toda vez que la cosa no saliera del todo bien con la primera opción, pero tampoco se convierte esto en un mercadeo internacional de jugadores. Se restringe a casos como los mencionados en el título (Bojan o Munir) a los que se hizo debutar con España con menos de 21 años, en partidos tan oficiales como intrascendentes, con el fin de bloquear su acceso a otra federación y que, tras la falta de rendimiento del futbolista, fueron apartados para siempre sin haber disputado ni 3 partidos, mientras que las otras federaciones bloqueadas por aquel debut reclamaban al futbolista ante la FIFA. Bien, pues la FIFA les ha dado la razón. Pero como digo, no se puede utilizar la nueva normativa para todo aquel que haya reclamado jugar para otra federación. El ejemplo de Benzema es claro: disputó más de 3 partidos, más allá de los 21 años de edad y disputó la Eurocopa de 2012 y el Mundial de 2014. El nuevo texto obliga a cumplir todos los requisitos y Benzema solo cumple el 1º y el 4º, por lo que su participación con Argelia sigue siendo imposible a día de hoy. Sin embargo, tanto Munir con Marruecos como Bojan con Serbia pueden ser convocados en cualquier momento al cubrir expediente en todos los requisitos solicitados. 

Personalmente, estoy en total desacuerdo con la medida. Las grandes selecciones lo son, además de por la cultura futbolística del país, porque tienen que escoger 23 jugadores cada vez, de entre 2000 a 5000 federados como profesionales aproximadamente. Es bastante sencillo retirarse sin participación internacional en este tipo de paises. De hecho, disputar lo disputado por estos jugadores es un honor que muchos no llegan ni alcanzar, siendo igualmente válidos para participar con otras selecciones de las que no tienen nacionalidad. En los casos de doble nacionalidad, siempre se buscó que el jugador decidiese con que federación se encontraba más arraigado. Más tarde, tanto algunos jugadores como algunas federaciones, se introdujeron intereses en esa decisión que adulteraban el sentido original. Aun así, la normativa penalizaba la búsqueda de esos intereses y premiaba la insistencia en la idea original...hasta ahora. Supongamos (aunque dudo horrores que ocurra) que Munir la revienta con Marruecos y sufre una explosión tardía como futbolista que lo lleva a pelear por un Balón de Oro. Cuando Munir pidiese volver a jugar con España, ¿qué haría la FIFA? ¿volver a cambiar la norma? Tal y como estaba, si eso ocurría, Munir acababa jugando con España; una selección más candidata a ganar un mundial que Marruecos. Por lo menos, a priori. La nueva norma sitúa a las federaciones como auténticas corruptoras de jóvenes, y a esos jóvenes como víctimas, cuando creo que, en estos casos, siempre es una decisión tomada bilateralmente.