Ayer por la tarde, antes de la final de la Champions, lo único que se tenía claro y seguro es que, por segundo año consecutivo, la nacionalidad del entrenador que iba a ganar la Champions League era alemana. Con los ya estabilizados en la élite Klopp y Tüchel y todos pendientes de la progresión del joven Naglesmann, de golpe y porrazo aparece Hans-Dieter Flick para dar el segundo triplete de su historia a un Bayern al que le pintaban bastos en noviembre.
Cuando Kovac fue destituido a primeros de noviembre (hicimos un artículo que se puede leer AQUI) el Bayern lo tenía realmente cuesta arriba. Kovac era despedido y llegaba Flick. Un entrenador interino que al principio parecía una solución temporal, le costó un poco las primeras jornadas, pero una vez consiguió dar con la tecla, ha creado un rodillo que recuerda al mejor Bayern que se haya podido ver.
Kovac abandonó el Bayern tras una dura derrota contra el Eintracht por 5-1. Hans Flick cogía el equipo para dos partidos: Olympiakos y Borussia Dortmund. El técnico alemán ganó ambos y se ganó un voto de confianza. El punto más bajo llegaría al mes de estar en el banquillo. Dos derrotas ante Leverkusen y Gladbach ponían al Bayern en la 7ª posición de la tabla, pero en Champions la cosa iba bien, por lo que se le tuvo paciencia. Desde aquellas dos derrotas a finales de noviembre principios de diciembre, el Bayern de Hans-Dieter Flick no ha perdido un sólo partido y únicamente a empatado uno, a cero con el RB Leipzig en febrero. Esto señores, es una auténtica barbaridad.
El Bayern, que tenía el triplete en chino y no daba una sensación de ser un equipo sólido, ha acabado pasando por encima de todos los que se le han puesto por delante. Ha recuperado a Müller para la causa, ha dado con la forma de jugar de manera y forma que casi todos los integrantes de la plantilla tienen algo que aportar y lo que es más importante, el Bayern vuelve a ser un equipo.
Para entender el escandaloso rendimiento del Bayern, basta con ir a los números. El Bayern ha anotado 159 goles en 52 partidos oficiales. Esto si no es un record, debe de estar muy cerca. Hablamos de una media de 3.06 goles por partido. EL Liverpool, por poner un ejemplo, tiene una media de 2.07 goles por partido con 116 goles en en 56 partidos y el ManCity promedia 2.50 goles por partido. Con Kovac, en el mejor partido de los bávaros, el famoso 2-7 ante el Tottenham, el Bayern hizo 11 disparos a portería. Con Flick, el asedio es tal que han llegado a promediar los mismos tiros que el ManCity, un total de 19 tiros por partido. Han promediado una posesión de 61.2% de balón con un acierto en el pase del 87.2%. La mejora con Flick ha sido escandalosa. Lewandowski se ha quedado a dos goles del récord de CR7 en goles en una Champions jugando dos partidos menos. El Bayern se ha quedado a dos goles de los 45 que anotó el Barcelona en la 99/00 teniendo el Barcelona la liguilla de octavos y las vueltas de cuartos y semis. Müller ha dado una asistencia menos que Messi y el polaco le ha superado ampliamente en goles. Los datos son demoledores.
Y entonces, ¿quién es Hans Flick y de donde ha salido?. Hans Flick fue jugador del Bayern en los años 80. Entre sus equipos, además del Bayern, aparecen el Colonia, el Sandhausen, el Neckargemund y Victoria Bammental. Un centrocampista normalito que anotó 6 goles en 148 apariciones en Bundesliga, además de dos goles en las 16 apariciones que tuvo en la Copa Alemana. Ganó cuatro ligas y una copa. En Europa no le fue tan bien. su mayor logro es un subcampeonato de Champions en la 86/87. 13 apariciones y un gol en Copa de Europa y 14 apariciones con otro gol en UEFA. No ha sido el mejor mediocentro de la historia del Bayern pero tiene su palmarés.
El paso para ser entrenador se produce en 1996. Se retira como jugador y se convierte en el entrenador de su último equipo, el Victoria de Bammental. Allí permanece hasta el año 2000, cuando lo ficha el Hoffenheim, sí, el que ahora está en primera.
En su primer año con el Hoffenheim consigue ganar la Oberliga y asciende al equipo a la tercera división alemana, también conocida como Regionalliga Süd. En su segundo año en tercera consiguió un meritorio quinto puesto. Además, con Flick a los mados, en la primera participación de la historia de Hoffenheim en la DFB Pokal (Copa de Alemania), el rendimiento fue más que satisfactorio. Eliminó a dos equipos de Bundesliga 2 como era en Eintracht Tier y el Karlsruher y al Bayer Leverkusen que venía de perder la final de la Champions contra el Madrid. Luego les eliminaría el Lubeck, de segunda división.
Durante 2005 y 2006 hubo una serie de problemas institucionales en el Hoffenheim en el que se habló de la fusión con otros clubes de la zona para construir un megaproyecto en Heidelberg (no se llegó a realizar), Flick salió por la puerta de atrás del Hoffenheim en 2005. Tras un breve paso como segundo entrenador en el Red Bull Slazburg, en septiembre de 2006, fue nombrado como segundo entrenador de la Mannschaft de Joachim Löw tras la marcha de Klinsmann como seleccionador.
Como segundo de Löw, dirigió un partido en calidad de primer entrenador contra Portugal en cuartos de la Euro de 2008 y lo ganó. Estuvo en el Mundial de Brasil de 2014 y en el famoso 1-7. Como segundo de Löw, fue uno de los partícipes de la generación de las bases de datos para el análisis de big data de todas las categorías inferiores de la Selección Alemana. Gracias a este trabajo, tras renunciar a su puesto como segundo entrenador de la Mannschaft, se hizo con el puesto de director deportivo de la DFB (Asociación Alemana de Fútbol) desde 2014 hasta 2019. Es decir, no fue el artífice, pero su trabajo tuvo mucha culpa de que hayamos visto el apogeo de la Mannschaft.
Tras acabar su contrato con la DFB, en septiembre de 2019 fue fichado por el Bayern en calidad de segundo de Kovac, el resto es historia.
Otro entrenador al que hay que seguir de cerca. ¿Estamos ante el nacimiento de otra estrella de los banquillos?. Puede ser que sí y puede ser que no. El futuro es siempre difícil de pronosticar, pero lo que no le quitará nadie al bueno de Flick es que es el entrenador que trajo el segundo triplete. En la historia del Bayern se le puede sentar junto a Hitzfeld y Heynckes. Veremos qué le depara el futuro, pero tiene buena pinta.
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