viernes, 6 de marzo de 2020

YA TENÍAMOS FINAL INÉDITA. AHORA, ADEMÁS, TENEMOS DERBI VASCO



Tenemos final de Copa del Rey histórica. Nunca habíamos presenciado este derbi vasco en la final de una Copa del Rey. Lo curioso es que la final, en cualquier caso, iba a ser inédita. Ninguno de los semifinalistas se había visto las caras con cualquiera de los otros en una final de Copa. Veamos un poco la evolución de los cuatro en esta competición...

Empecemos por los eliminados. En el caso del CD Mirandés, haber llegado a la final de la Copa del Rey ya habría supuesto una hazaña histórica. Sus dos semifinales en los últimos 10 años ya son, en sí mismas, una hazaña que, si nada lo remedia, es probable que tarden en repetir. Aunque lo mismo se dijo en la temporada 11-12, cuando alcanzaron la misma fase mientras jugaban en 2ª B, y aquí han aparecido de nuevo. Es un equipo humilde de un pueblo de Burgos que, siendo el doble de grande que Villarreal, por ejemplo, tiene la mitad de habitantes que la población castellonense, con algo más de 35.000 personas censadas en 2019. Para que nos hagamos una idea, toda la población de Miranda de Ebro cabe en el Santiago Bernabéu dos veces (81.044 espectadores de capacidad) y quedarían unas 10.000 localidades vacías. Y que, con estos datos en la mano, está demostrando que se pueden hacer bien las cosas sin necesidad de grandísimos desembolsos. Es verdad que, los dos primeros años en 2ª fueron convulsos: el primero por la transformación en SAD (Sociedad Anónima Deportiva) por imposición de LaLiga, en la que apareció un señor diciendo que se haría cargo del 60% del club. Un ejercicio de optimismo que acabaron pagando los bolsillos de presidente y jugadores para poder realizar la transformación y poder mantener la categoría. A pesar de toda la inestabilidad extradeportiva, el equipo consiguió salvar la categoría con una segunda vuelta bastante mejor que la primera. Durante el 2º año, cuando parecía estabilizarse todo a nivel institucional, empezó a fallar el proyecto deportivo. Hasta el punto de que pudieron conservar la categoría por el descenso administrativo del 4º clasificado (Real Murcia, por deudas con Hacienda). Se salvó el Mirandés por ser el mejor clasificado de los descendidos en un principio. Desde entonces, el equipo burgalés vive en la zona tranquila de la tabla de LaLiga 123, y con la Copa del Rey como su competición favorita (en la temporada 15/16, llegó a cuartos de final contra el Sevilla tras eliminar al Deportivo de La Coruña).

El Granada es un equipo con mucha historia en el fútbol español. Tanta que, de haber eliminado al Athletic de Bilbao, habría sido su 2ª final de Copa de Rey. La primera, allá por la temporada 58/59, cuando se conocía como Copa del Generalísimo, la perdió contra el FC Barcelona por un contundente 4-1 con goles de Eulogio Martinez, Sandor Kocsis (en dos ocasiones) y Justo Tejada para el Barcelona. Por su parte, el gol del Granada lo anotó Arsenio Iglesias, el cual, los más viejos de por aquí, recordaremos como entrenador del Deportivo de La Coruña y del Real Madrid (de 1987 a 1995 en el equipo gallego y en la temporada 95/96 del Real Madrid, aventura que duró 19 partidos, desde la destitución de Jorge Valdano hasta final de temporada, cuando el conjunto blanco tras una temporada más convulsa que lo expuesto anteriormente del Mirandés, decidió emprender un proyecto nuevo con Fabio Capello a la cabeza). Pero volviendo al Granada CF, y a pesar de los esfuerzos de los varios propietarios que han pasado por el club, sigue siendo uno de esos equipos denominados "ascensor" por su capacidad para descender de 1ª a 2ª con la misma facilidad con la que luego vuelven a ascender. Fundado en 1931 como Club Recreativo de Granada, hoy está en manos de capital chino (desde 2017), tras más de 7 años en manos de la familia Pozzo (propietarios del Udinese).

Y, ahora, los finalistas. El Athletic Club de Bilbao es el club con más Copas del Generalísimo en sus vitrinas, empatado con el FC Barcelona con 9 títulos cada uno. Si contamos Copas del Rey, Copas del Presidente de la República y Copas del Generalísimo (es decir, todas las Copas disputadas en España, independientemente del nombre recibido), el equipo bilbaíno es el segundo, después también del Barcelona, que más veces ha levantado este trofeo. Tiene 23 títulos coperos, 4 más que el Real Madrid y 7 menos que el Barcelona. Es una competición que, históricamente, siempre se le ha dado muy bien a los "leones de la catedral". Aunque, cierto es, que el último título data de 1984, y que ya hay hambre de Copa y de volver a sacar la Gabarra a pasear por la ría (y hasta la playa de La Concha, como dijo el siempre amistoso, cordial y diplomático Iñigo Martínez). Con unos años en los que, fruto la política de no fichar jugadores que no tuvieran ascendencia vasca, la cosa no ha ido muy allá en liga. Pero en toda competición que conlleve "matar o morir", los de Bilbao siempre dan mucho más de lo que, a priori, se podría esperar de ellos. Con el subcampeonato de la UEFA en 2012 y los subcampeonatos de Copa en los años 2009, 2012 y 2015, el Athletic de Bilbao demuestra el gusto por las competiciones de formato eliminatorio en general. Muniaín, Iñaki Williams y Raúl García son sus tres armas para intentar ganar un título que se disputará en La Cartuja (Sevilla). No puedo terminar este párrafo sin mencionar a Aritz Aduriz. El eterno delantero de 39 años al que guardan como "arma secreta" para cuando la cosa se pone fea. Es el "rómpase en caso de emergencia" del equipo vasco. Así, podría seguir marcando goles hasta los 50 años si quisiera.

La Real Sociedad. Mis favoritos. No lo oculto. El equipo que creo que va ganar la Copa del Rey este año y que, además, creo que se lo merece. De los pocos equipos a los que está dando gusto ver jugar este año. Eliminó al Real Madrid metiendo 4 goles en el Bernabeu y, aunque el Mirandés ha puesto más guerra sobre la mesa de la esperada, es justo finalista. Además, en liga se encuentra 6º (y subiendo) a 2 puntos del 4º y a 3 del 3º, gracias a la buena adaptación de Isak y Odegaard, sumados al nivel de Oyarzabal y Mikel Merino. Imanol Alguacil ha conseguido un equipo equilibrado que quiere tener el balón y que busca, con mucho veneno, la portería rival. Si a los mencionados anteriormente sumamos a los: Barrenetxea, Willian José, "Portu", Januzaj, Illarramendi (aunque esté lesionado), Monreal...nos sale un plantel contra el que no es sencillo plantear oposición. No es el Milan de Sacchi, el Barcelona de Rijkaard, el Madrid de "los galácticos" o la Juventus de Ancelotti, pero no es un equipo que viva de las actuaciones de dos o tres jugadores. Una de las plantillas (detro de sus posibilidades) mejor planificadas. Campeón de 2 ligas, 2 Copas del Rey, y de un trofeo (Campeones de España) en sus vitrinas reconocido por la RFEF pero que no deja de ser un jaleo interesante a la par que curioso. Esta competición la disputaron los donostiarras en 1909 bajo el nombre de Ciclista Foot-Ball Club por motivos legales (el Sociedad Foot-Ball Club, con fecha de fundación oficial 07/09/1909, no cumplía con el requisito de un año de antigüedad como institución oficializada para poderse inscribir. De hecho, la aprovación administrativa es posterior a la consecución de este primer título). Dicho título de Campeones de España fue reconocido por la RFEF unos cuantos años más tarde. Lo curioso es que, al año siguiente, con el mismo problema de oficialización hacía menos de un año, no se dejó participar al "defensor del título", entre otras cosas, porque ya no se presentaban bajo la misma denominación: el Ciclista Foot-Ball Club pasó a ser el Sociedad Foot-Ball club, oficializado el 07/09/1909. Por ende, se presentaron bajo el paraguas de otro club amigo de más de un año de antigüedad, el Vasconia Sporting Club. Todo este jaleo llegó a oídos del rey de España Alfonso XIII quién otorgó el título de "Real" al club. En adelante conocido como Real Sociedad de Foot-Ball. Fue uno de los equipos fundadores de la Primera División en 1929 gracias a que se consiguió el reconocimiento de aquel título como Campeones de España. 

En resumen, una final inédita, derbi Vasco. Sí. Pero una vez conocidos los semifinalistas, la final sería inédita en cualquier caso, antes incluso de saber los emparejamientos. Aunque he de reconocer que, de todas las finales posibles que podían salir de esos 4 finalistas y de todos los emparejamientos posibles, la final resultante es la única que añade un "extra" de morbo al partido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario