martes, 24 de marzo de 2020

JOE HART: UN CASO DIGNO DE ESTUDIO



Hoy os traigo a este portero que, si bien es cierto que no pasará a la historia por ser el mejor portero que jamás hayamos podido ver, tampoco mentimos si decimos que se trata de un guardameta que marcó un punto de inflexión en una liga como la Premier y un país como Inglaterra. Veamos por qué...

En primer lugar, como siempre, centrar al futbolista. Hablamos de un portero de 196 cm de altura y (en su mejor momento) 91 kilos de peso. Atlético, rápido, con un juego de pies que, pudiendo ser mejor, no es el peor que hayamos visto en un portero inglés y, sobre todo, loco. Todo lo loco que debe estar un portero. Ese punto de locura que se sitúa entre el "necesitas unas vacaciones" y ese otro "estás pa' que te encierren". Una delgada línea en la que pocos han sabido hacer el funanbulista, cayendo, habitualmente, hacia el lado del encierro psiquiátrico. Salidas muy arriesgadas que cortaron de raíz ataques peligrosos del rival y, sobre todo, con una grandísima seguridad aérea dentro de su área que, para ser un portero Premier, es vital. Dejando a un lado todo lo demás, con el gusto inglés por colgar balones durante los 90 minutos si fuera necesario, la cualidad de saber ir con seguridad a por los balones aéreos es sinónimo de titularidad en la Premier. Casi me atrevería a decir que sirve hasta para hacerse un nombre importante. Aunque no sepas hacer nada más. 

A su salidas por alto, hay que sumar sus reflejos. Un portero de esos conocidos como "parapenaltis", aunque, y muy a pesar de lo que él mismo pueda pensar, su éxito en las penas máximas se debe más a sus reflejos que a sus "intimidaciones" al rival. Capaz de hacer la parada oportuna en el momento clave. Tiene ese "don" que pocos han tenido a lo largo de la historia. Da igual la temporada, el último mes o el partido en cuestión. Si alguien va a empujarla sólo para empatar o adelantar al rival del equipo que defienda Hart...cuidado. Porque puede aparecer una mano de dónde nadie esperaba y obrar el milagro. Momentos estelares que recuerdan un poco a los de Casillas en su momento. Hart era un portero de momentos. Tanto buenos como malos. Su ansia por salir al corte de contragolpes rivales también le ha traído algún que otro recuerdo para la historia. El más importante y que pocos olvidaremos fue en un Inglaterra-Suecia. Es verdad que la locura de Zlatan parece no tener rival cuando se le ocurre hacer una chilena a unos 30 metros de la portería...pero eso no quita para que, al ver las imágenes, uno piense que Hart salió a buscar setas. Aquella noche, además, antes del gol de chilena, Hart ya había recibido 3 goles en un partido para olvidar del portero inglés. Pero la guinda de aquella chilena es un reflejo claro de lo dificil que resulta para un portero saber cuando salir. Joe Hart ha sido de los porteros que más han salido de su arco pero, por desgracia para él, no de los que mejor lo han hecho. Sin llegar a los límites de Claudio Bravo, que cada vez que salía del área grande era para darle el balón a un rival (pregúntenle a David Villa en Sudáfrica 2010), pero sin poderse comparar con grandes porteros "al corte" como Neuer. Bueno...como el Neuer de hace ya 6 o 7 años. Porque hoy en día es casi más peligroso para su equipo saliendo que quedándose bajo palos. Siendo, a pesar de todo un grandísimo arquero.

El caso es, que una vez centrado a Hart, entremos en lo que sí que parece materia de estudio: ¿Qué pasó con Hart? Porque ha pasado, de un modo bastante fugaz, de ser el elegido, aquel del que hablaba la profecía, ese portero que traería de nuevo la tranquilidad a la portería de Inglaterra tras la retirada de Peter Shilton (algunos dirán, incluso, que desde la retirada de Gordon Banks), de todo eso, a ser vendido al Burnley tras dos cesiones (Torino y West Ham, respectivamente). ¿Qué ha pasado aquí? ¿Se cumplió la profecía con Hart? En respuesta a la primera pregunta, diría que lo que ha pasado es Guardiola. Y en respuesta a la segunda, diría que sí se cumplió. Y, continuación, desarrollaré ambas respuestas.

Guardiola es un grandísimo entrenador. De los mejores del mundo. Cualquier top 3 mundial de entrenadores que se nos ocurra tiene que incluir, te guste más o menos, a Guardiola. Pero eso no quita para que ciertas decisiones de entrenador-filósofo sean, cuanto menos, cuestionables. No se sabe lo que ocurrió realmente entre ambos. Sólo sabemos que, de la noche a la mañana, Hart dejó de jugar, de la noche a la mañana, en beneficio de Claudio Bravo (fichado por Guardiola del FC Barcelona y, me reafirmo, un buen portero pero de salida nefasta). Las declaraciones de ambos al respecto siempre han sido de una cordialidad máxima, pero todo motivo real, de peso, quedó siempre oculto tras las palabras: "decisión técnica". Nadie cambia a su portero porque sí. Por "decisión técnica". Porque "hoy me he levantado con ese hormigueo". No es una posición para andar con pálpitos o intuiciones. Y eso, Guardiola, uno de los mejores entrenadores del mundo como digo, lo sabe muy bien. Menos aún cuando la diferencia entre las cualidades de tus porteros no son tan evidentes como para sentar a uno en favor del otro. Es más, personalmente, si tuviera que decir que portero es mejor de los dos, tengo claro que me gusta más Hart. Y la decisión de Hart de salir fue consecuencia (confirmado por ambas partes) de una conversación con Guardiola en la que le cerró drásticamente las posibilidades de volver a defender la portería citizen. Por lo tanto, hasta dónde podemos llegar a conocer del conflicto (si es que hubo conflicto) es que el motivo de la desaparición de Hart fue Guardiola. Dos cesiones con las que no consiguió el nivel que todos sabíamos que puede llegar a dar y una venta al Burnley por 3,9 millones de euros. Una salida poco honrosa para el portero que dio estabilidad al proyecto de los "petrodólares". 

¿Es el elegido? Lo es. Aunque la gloria se la va a terminar llevando otro. Los Butland, Pickford, Dean Henderson, Lee Grant, etc...son porteros que vienen de "la escuela Hart". Un país que, antes de la aparición de Hart, estaba planteándose, muy en serio, nacionalizar a Manuel Almunia para poder llevarlo con la selección. Sin hacer de menos al portero español, que una selección, con un mundial en sus vitrinas, piense en nacionalizar a un portero de más de 30 años para que juegue con ellos...se hace duro. Pero entonces llegó Hart. Y al más puro estilo "Anakin Skywalker", trajo la estabilidad a la portería inglesa...pero, al igual que ocurrió en la saga de ciencia-ficción, no del modo en el que dicha estabilidad se esperaba. Joe Hart ha acabado con el complejo de los clubes ingleses a contar con porteros nacionales. Pero su relación con la selección ha sido de amor-odio...casi con más odio que amor. No ha tenido partidos especialmente nefastos, pero tampoco ha conseguido demostrar que Inglaterra tenga un portero imbatible. Como decía antes comentando "la chilena de Ibra", en aquel partido Hart recibió 4 goles, el último, con salida inoportuna de regalo. A pesar de todo eso, con las buenas atajadas que tuvo durante sus años de titular en el City, consiguió cambiar "el chip" de los aficionados ingleses que daban por perdido el puesto de portero para las competiciones de naciones. Que se den minutos y responsablidades a Butland o Pickford es gracias a Hart. Y desde aquí, nuestro reconocimiento al, a día de hoy, portero del Burnley. Jugador leyenda, más por el punto de inflexión que supuso en Inglaterra que por su calidad, sin duda alguna.

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