lunes, 27 de enero de 2020

ESPECIAL KOBE BRYANT: DESCANSA EN PAZ, LEYENDA



Sabiendo que no es el foro habitual para este contenido, en primer lugar, quería agradecer a mi compañero de aventuras en este blog que me haya permitido escribir hoy sobre la figura de Kobe Bryant, fallecido ayer. Una leyenda. Con todas las letras. Y, personalmente, una referencia en el mundo del baloncesto en particular y del deporte en general. A nivel baloncesto, un ejemplo de inteligencia y polivalencia sobre el parquet. A nivel deportivo, la competitividad hecha persona, con una capacidad para motivar a sus compañeros a la altura de muy pocos. DEP.

Vamos a empezar hablando del deportista. Un jugador que odiaba la falta de compromiso, que nunca pudo aguantar a jugadores que no le dieran a los resultados la importancia que tienen, y que llegó a encararse con jugadores como Shaquille O'Neal o Dwight Howard por esa falta de actitud. O lo que para su estándar de competitividad era "falta de actitud". El caso de Howard era evidente, y en el caso de O'Neal, aunque un poco menos evidente, tambien es cierto que el coqueteo con el mundo del cine le hacía perderse entrenamientos y eso a Kobe no le gustaba un pelo. Pero su obsesión competitiva estaba acompañada de una capacidad motivadora a la altura de muy pocos. Para muestra, la anécdota que el propio Kobe contaba de su mayor "pique" con Gasol en la necensidad que tenía el 8/24 de  provocar esa motivación en el pivot español. El propio Kobe decía: "Lo odia cada vez que lo cuento. En 2008 perdimos contra los Celtics. Fue una serie muy física. Nos molieron a palos. Ese verano ganamos a España en la final de los Juegos Olímpicos de Pekín y el primer día de pretemporada, cuando Pau se presentó, tenía mi medalla de oro colgada en su taquilla. Pau adora su selección. Lo es todo para él. Y se volvió loco. Le dije, ‘Pau, escucha…’, y él, ‘¡Gilipollas!’. Le dije, ‘Pau, escucha, perdiste la final contra los Celtics, perdiste la final de los Juegos Olímpicos contra nosotros, vamos a intentar que no pierdas por tercera vez seguida, ¿Ok? Vamos a ganar ahora". Y ya está. Nada mejor que esta anécdota para explicar su capacidad para tener a sus compañeros metidos en el baloncesto durante los 365 días del año. Además, admiraba a otros deportistas con esa misma capacidad de focalización: Messi, Rafa Nadal...siendo una de las pocas estrellas norteamericanas que, habiendo jugado su padre (Joe "jellybean" Bryant) en equipos italianos durante 7 años tras retirarse de la NBA, siempre tuvo en cuenta al baloncesto europeo, dado que tenía 6 años cuando su padre puso rumbo al viejo continente y fue aquí, en Europa, dónde Kobe Bryant empezó a jugar al baloncesto. Un deportista de esos que uno debe tener como referente de deportista profesional. No se cansaba de ganar y tenía muy interiorizado que, cada año, para jugar igual, hay que trabajar más, asi que, para jugar mejor, hay que trabajar mucho más. En ese sentido, sería comparable a la capacidad de trabajo de Cristiano Ronaldo dentro del mundo del fútbol. De hecho, en la últimas palabras de Michael Jordan hablando de Kobe leemos lo siguiente: "Estoy en shock por la trágica noticia del fallecimiento de Kobe y Gianna. Las palabras no describen el dolor que siento. Amé a Kobe, él era como un hermano pequeño para mí. Solíamos hablar a menudo y voy a echar mucho de menos esas conversaciones. Era un feroz competidor, de los más grandes que ha habido en este deporte". De todo lo destable de un jugador "Hall of Fame" como Kobe Bryant, Jordan se centra en que era un "feroz competidor" (nota: Kobe Bryant, por increíble que parezca, todavía no es "Hall of Famer", aunque después de lo ocurrido entiendo que se agilizarán bastante los trámites).

Como jugador de baloncesto, era un escolta anotador que hacía todo lo que fuese necesario para que su equipo ganase. Durante las 11 temporadas (no consecutivas) de Phil "el señor de los anillos" Jackson como entrenador, en todas ellas, fue la piedra angular del proyecto. Un sistema que traía credenciales suficientes de los Chicago Bulls de Michael Jordan, dónde ganó 6 anillos. El sistema se basaba en que un jugador franquicia ganase los partidos y los otros 11 miembros de la plantilla le hiciesen la vida más fácil. Si ese "jugador franquicia" es un escolta tirador, mejor que mejor, así podemos traer el libro de jugadas de Bulls y calcarlo. Eso que nos ahorramos. Por eso, cuando Shaq critica a Kobe por no pasar el balón, tiene razón. No la pasaba. Se tiraba hasta las zapatillas. Pero cuando en el libro de jugadas, el 70% de ellas acaban en "aclarado (término de baloncesto utilizado para definir cuando los otros cuatro jugadores desaparecen de la jugada, se van a una esquina, etc...para dejar al compañero con balón en un 1vs1 con su defensor, buscando evitar, de esa manera, una posible ayuda defensiva) para el escolta y que se la juegue", igual la culpa no era toda de Kobe. Y aunque así lo fuese, me gustaría rebatir a aquellos que dicen que los 81 puntos contra Toronto Raptors son factibles si tiras tu todos los tiros. A esa gente que resta mérito, me gustaría llevarlos a Toronto, bajarlos al parquet del Air Canada Center, y bajo la premisa de que pueden tirar todos los tiros del partido si quieren, ver cuantos puntos consiguen al final del partido contra la defensa de Toronto. Unos quieren ver en los números de Kobe a un jugador que tiraba todos los tiros de su equipo, yo prefiero ver a un jugador que tiraba todos los tiros de su equipo porque era el mejor. Haciendo una analogía futbolística, criticamos a Kobe Bryant como si fuese Cristiano Ronaldo tirando faltas, cuando en realidad es Messi. Y, con los números en la mano, no entiendo la crítica. Con un 44.7% de acierto en tiros de campo en el global de su carrera durante la temporada regular, está por encima de señores como Iverson (41.4%) o McGrady (43.5%), muy cerca de Michael Jordan (47.2%) y muy por encima de las superestrellas actuales Stephen Curry (37.6%) o Klay Thompson (37.9%). ¿Hay jugadores con porcentaje de acierto mayor? Claro que sí. Pero también hay jugadores que tiran desde mucho más cerca de manera habitual o que, directamente, intentan terminar todas sus jugadas machacando el aro. Un "machaca-aros" siempre tendrá un porcentaje de acierto mayor, por motivos obvios. Pero en la comparativa con los jugadores que, realmente, hacen (o hacían) su mismo trabajo, no hay argumentos para la crítica de que sus números se deben a la cantidad de intentos. Esa crítica tiene base argumental cuando el porcentaje de acierto es escandalosamente inferior, como en los casos de Cristiano Ronaldo en las faltas o, por qué no decirlo, en ese casi 10% de diferencia de Stephen Curry con respecto a los demás...Por lo cual, una lectura más lógica del caso de Kobe Bryant sería la de alabar esas cifras porcentuales a tenor del número de intentos.

En resumen, estamos hablando de un ejemplo de profesional y un jugador con unos números que asustan. Como récords reseñables tenemos: 4º máximo anotador de la historia de la NBA (33.643 puntos), 2º máximo anotador de la historia en un solo partido (81 puntos), 18 veces seleccionado para el All-Stars (todas salvo 2, la de 1999, cuando no hubo All-Star Game, y la de 2010 por lesión) con 11 All-Stars consecutivos (siendo la lesión de 2010 la que rompió una racha que, a todas luces, habría sido inalcanzable), jugador más joven de la historia en ganar el concurso de mates (1997, 18 años y 158 días), jugador más joven en un quinteto titular del All-Stars (mismo año del concurso de mates) y, hasta la llegada de la pareja Curry-Thompson y ese sistema basado en acabar siempre las jugadas desde la línea de 3, era el jugador con mayor número de triples en un partido (12, hasta que Klay subió el récord a 14) y, en ese mismo partido, estableció el récord de triples consecutivos (9, récord igualado también por Klay), con la particularidad de que Klay, para su récord, hizo 9 seguidos, 14 anotados en total...de 24 intentos. Porque los Warriors no juegan a otra cosa. Kobe, después de que un periodista dijera que no sabía tirar desde la línea de 3 puntos, contestó al periodista haciendo un 12 de 13 con 9 consecutivos, fallando el décimo nada más. Luego el periodista entrevistó a Kobe, le pidió perdón y se echaron a reír. Todo dicho.

Quiero terminar este artículo como lo empecé, agradeciendo a mi compañero la oportunidad de escribir sobre baloncesto en este blog, aunque haya tenido que ser en estas tristes circunstancias, y llorando. Llorando la pérdida de alguien que, sin haberlo conocido personalmente, marcó, con su inteligencia en pista, mi forma de entender el baloncesto. Muchas gracias, Kobe. Y descansa en paz porque lo has conseguido. Eres LEYENDA. Eres eterno.


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