lunes, 15 de julio de 2019

BRASIL Y MÉXICO: CAMPEONES DE AMÉRICA.



Terminado el pequeño parón veraniego, volvemos a la carga con el comienzo de una nueva temporada. Queda apenas un mes para que arranquen las ligas europeas con todas sus nuevas incorporaciones pero antes de empezar con la nueva temporada, repasemos lo que nos queda de la pasada campaña, y esto es, a falta de disputarse la final de la Copa Africana de Naciones entre Senegal y Argelia, las finales de los campeonatos americanos disputados este verano.


La Copa de Oro de la CONCACAF ha cerrado otra edición más, y esto se repite desde el año 2000, en el que ganó Canadá, en la que México o EEUU  salen ganadores. Esta vez fue México y ya tiene 11 títulos en su palmarés. Le siguen el finalista, EEUU, con 6 y Costa Rica con 3. Tanto México como EEUU han sido los dos grandes dominadores del torneo. Ambos superaron sus grupos con 3 victorias y una diferencia de goles superior a los 10 tantos, EEUU de hecho, sin encajar ni uno. Costa Rica, quizá la tercera alternativa, pero a mucha distancia, no estuvo bien en el transcurso de la competición, es cierto, pero fue la que consiguió poner en apuros a los aztecas. México la derrotó en los penalties en cuartos. Tras esto, México consiguió llegar a la final tras ganar a Haití, la primera del grupo de Costa Rica, por 1-0.

Por su parte, los estadounidenses mostraron llegar mejor a la final, tras batir a Curazao y a Jamaica por 1-0 y 3-1 respectivamente. La final no tuvo demasiado misterio. Con un Pulisic no muy a tono, se jugó al ritmo de los aztecas. Con una posesión similar, hasta 20 disparos ejecutaron los mexicanos, de los cuales una cuarta parte, mas o menos, fueron entre palos; EEUU tuvo el mismo porcentaje en disparos pero con una cantidad significativamente inferior, tan sólo 11. México finalmente se llevó el gato al agua con un gol de Jonathan Dos Santos en el 73'.

Más allá del resultado, esta edición ha sido otra demostración de que esta Copa tiene poco misterio. México y EEUU tienen un nivel muy por encima del resto de selecciones de su Confederación, pero a su vez parecen estar por debajo, cada día más, de sus vecinos del sur. México ha jugado finales de Copa América y ha metido a equipos en la final de la Libertadores, pero a base de encerrarse en la CONCACAF esta perdiendo ritmo. En la Copa América Centenario, Chile le metió siete, no nos olvidemos. En los Mundiales, México ya no es lo que era. Venezuela o Perú, hoy en día, atraen mayor atención que EEUU y México.

Puede ser que haya llegado el momento por apostar por esa Copa América que incluya a los países de la CONCACAF, pero en mi opinión, vamos tarde. Sinceramente, no veo a ningún equipo CONCACAF pudiendo disputarle un campeonato a un equipo CONMEBOL. La Copa de Oro es una competición que se muere. Está perdiendo el sentido. México y EEUU se están quedando en un limbo en el que son los mejores dentro de su confederación y muy malos fuera.

Viajando al sur, Brasil campeón de la Copa América que se disputaba en Brasil. Poco más se puede decir. El mejor equipo, con alguna 'ayudilla' arbitral propia de ser el anfitrión y con un Messi desfigurado ante una expulsión que todavía nadie, nadie que intente ser imparcial, entiende muy bien. Messi se salió mentalmente de esta competición a las primeras de cambio. No estamos diciendo que por pecho frío, ni muchísimo menos, pero Scaloni no acompaña. Cada vez que Argentina jugaba a algo, Scaloni se las apañaba para romper esa dinámica con cambios absurdos.

Por el otro lado del cuadro, dos selecciones de nivel similar: Chile, que viene cuesta abajo después de tocar techo y Perú, que viene cuesta arriba tras clasificar para el Mundial de Rusia. No nos engañemos, la final anticipada era Brasil vs Argentina. Sin menospreciar a Perú, pero venía de que le metiesen 5 en ronda de grupos. Al Alemania vs Hungría del 54 se le pone año y se le llama milagro porque sólo ha ocurrido una vez.

Dicho esto, si la final hubiese sido contra Chile, creo firmemente que el resultado habría sido el mismo. Brasil, sin Neymar, era un equipazo. Le bastaba y le sobraba para llegar a la final, y le ha bastado para ganarla. Se ha repuesto a la ausencia de Neymar de una manera preocupante para el atacante del PSG. Lo que no es menos cierto, es que esta Brasil, sin Neymar ni Marcelo, es difícil que gane un Mundial. Hablamos de una Brasil muy 'europeizada'. Priman el resultado por encima del juego, y cuando Brasil hace eso, rara vez le sale bien a nivel mundial. Sea como fuere, justos vencedores y se anotan el noveno triunfo, lo que les coloca con 6 títulos menos que Uruguay y 5 menos que Argentina.

Gratas sorpresas de esta copa han sido jugadores como Lautaro, Maripán o De Paul, que han subido su cotización de manera muy significativa y de revelaciones como Yotún, Gallese, Roger Martínez y, sobre todo, Everton, que han demostrado que queda mucho talento en el continente sudamericano.

Ya sólo nos queda la Copa de África para cerrar todos los capítulos de la pasada campaña y se viene una temporada que promete ser apasionante.

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