lunes, 27 de mayo de 2019

¿Y AHORA... QUE HACEMOS CON EL BALÓN DE ORO?


Ha tardado pero tenía que llegar. Ha pasado prácticamente una década pero parece que ese día ha llegado. Es cierto que ya salimos de la dualidad Messi-Ronaldo el año pasado y que quizá es un poco pronto para empezar a hablar de esto, pero la temporada se ha acabado (a falta de dos finales europeas) y de momento parece que habrá que buscar argumentos nuevos para entregar el premio este año. La desastrosa temporada del Madrid, los batacazos del Barcelona en este último mes y la más que regular temporada de Ronaldo indican que, por primera vez en mucho tiempo, quizá tengamos que buscar al Balón de Oro fuera de Madrid o Barcelona, amén de la dualidad antes mencionada.


Desde mi humilde punto de vista, y esto que quede bien claro, opino que el Balón de Oro se le debe otorgar al mejor jugador de una temporada. Es decir, al jugador que mayor impacto ha tenido en el juego, tanto con su equipo como selección, desde septiembre hasta junio (agosto si hay campeonato de selecciones) y esto en infinidad de ocasiones no coincide con el mejor jugador 'a secas'. El mejor ahora mismo es Messi, no es debatible, pero puede haber un individuo que tenga un mejor año que él, aunque marque 40 goles, que tampoco ha sido el caso, por múltiples motivos: Liderar a su equipo hasta la Champions, anotar un burrada de goles en un equipo de segunda fila, hacer un Leicester, romperla en un Mundial, ser el artífice de un doblete importante, etc.

Por ahí van los tiros de lo que vengo hoy a expresar. El balón de oro este año parece tener un hueco, un vacío existencial en el que todos tenemos a dos o tres jugadores que podría ser pero sin que nadie, realmente, haya hecho méritos destacados como para otorgárselo de manera indiscutible. Quizá Messi pueda ser uno de los más cercanos, con una Liga y 36 goles a las espaldas para la Bota de Oro, pero no es menos cierto que en Anfield desapareció.  El batacazo culé de la final de Copa tampoco ayuda y hace que la temporada del argentino no sea un 10. No obstante, le queda una última bala, pero con Scaloni a los mandos, se antoja complicado, ahora, si alguien puede romperla en esta Copa América es precisamente Messi.

Con respecto al astro portugués de la Juve, es cierto que ha ganado otra Liga más para su ya extenso palmarés, sin embargo catalogar la temporada de Cristiano, sin ser mala, ojo, de éxito, me parece excesivamente rotundo. Se ha quedado muy lejos de ser pichichi en Italia con 21 goles, los mismos que Benzema en el Madrid, por cierto; ha caído de forma rotunda en la Copa de Italia contra el Atalanta y se ha quedado en cuartos de final de la Champions. No me parece que se pueda decir que haya conquistado Italia. Haciendo un símil con el baloncesto, Lebron no ha dejado de ser Lebron por una temporadilla regular en los Lakers, pero a veces fuera de casa hace mucho frío.

Salah ya estuvo en la terna de finalistas el año pasado y recibió un Premio Puskas un tanto polémico ya que dio la sensación de ser un premio de consolación, sin embargo, lo del Liverpool este año ha sido un tema más grupal que otra cosa, amén de que Salah ha estado muy muy lejos del nivel de la pasada campaña. Quizá un candidato serio lo podemos encontrar en el otro finalista de la Champions: hablamos del coreano Heung Min Son. El surcoreano es, quizá, una de las sensaciones de esta temporada junto con el Ajax. Un chico que venía haciendo las cosas bien y que este año ha explotado. Se ha destapado como un jugador de carácter y talento, del que puede pender su equipo cuando los demás no están bien, sin embargo, y objetivamente hablando, parece suficiente para estar en la terna, pero de momento algo escaso para un premio de esa dimensión.

Lo mismo me ocurre con el joven con más proyección de la actualidad. Una solitaria Ligue 1 se me antoja escasa para un jugador que está llamado a dominar el fútbol mundial. Siguiendo en el PSG, Neymar tampoco ha tenido una temporada sencilla. Parece que el crack de la 'canarinha' no acaba de superar ciertos problemas con una lesión que es siempre compleja.

Con el Ajax, una de las sensaciones de esta temporada, me ocurre lo mismo que con el Liverpool. No acabo de encontrar a un sólo jugador que destaque de manera indiscutible por encima del rendimiento colectivo. Ha sido un trabajo de equipo, sin poder destacar a uno sólo. Quizá De Ligt ha sido pieza clave, pero me pasa lo mismo que con el coreano del Tottenham, suficiente para estar en la terna, escaso para un premio de esta dimensión, a ver la Nations League.

Igual que para el Arsenal de Lacazette, Auba o Ramsey, alcanzar la final de la UEFA Europa League es un premio, para el Chelsea de Hazard, Willian o Kanté, es una obligación, y a pesar de haberlo conseguido, es un logro que, al igual que a Griezmann el año pasado, si no se ve acompañado de algo más, se queda muy corto en la escala de méritos, principalmente por existir la Champions, y ambos equipos han sesteado en exceso en las competiciones domésticas.

Del Bayern o el Manchester United mejor no hablamos. De lo peorcito en los últimos años para ambas instituciones. El Dortmund al final naufragó y el City tiene la mancha de la Champions a pesar de haber conquistado un triplete local. 

En resumidas cuentas esto es lo que ocurre señores. Con la dificultad que no hay mundial para dirimir la incógnita. Es cierto que tenemos Copa América, Copa de África, Copa de Oro y Nations League, que también hubo Copa de Asia, pero la terna para el Balón de Oro de este año se me antoja una incógnita.

Al final Messi y Ronaldo estarán por lo que significan, si bien es verdad que Messi si ha hecho méritos para estar, Bota de Oro y Liga Española. Pero si de mi dependiese, es un año que podría servir para revindicar ciertas cosas y dárselo algún jugador que lo haya hecho extraordinariamente bien en un puesto poco común, como por ejemplo, un portero. Creo que ha sido un año excelente para las porterías: Alisson, Oblak, Ter Stegen, Lloris, etc.

Resumiendo, creo que es un año tremendamente complejo para elegir el balón de oro. Me resulta excepcionalmente complicado elegir una terna que de verdad haya hecho los méritos suficientes en el marco de sus características y circunstancias. El esfuerzo grupal se ha comido por los pies a las individualidades. A pesar de no ser participe de esa forma de pensar, si este año se lo dan a Messi porque es el mejor del mundo, ignorando ciertos defectillos, me tendré que callar, porque sin haber tenido una temporada de diez, no ha habido otro mejor, si se lo dan a alguien que gane la Champions, pues me tendré que callar porque es tremendamente complicado liderar a tu equipo hasta esa victoria y si se lo dan a Son o a De Ligt, pues también porque han hecho un año sensacional.

El Balón de Oro de este año puede salir por cualquier lado. Es un tiro al aire más que nunca, y por eso al final me temo que ocurra lo de casi siempre: Messi, Ronaldo y un campeón/subcampeón de la Champions.


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