Lo siento, pero no me he podido resistir. Y es que, tras ver las votaciones del premio Kopa y del Golden Boy, y defendiendo como defendí hace unos días el premio que otorgan desde France Football, la presencia de un extremo japonés que juega en el Groningen holandés me ha llamado la atención sobre manera. Necesitaba saber si se trataba de un jugador bien visto por los que saben de esto (ex ganadores del Balón de Oro) o el típico patinazo gratuito de porque sí, porque faltan nombres en la lista y punto. Y aquí os dejo mi primer análisis de un jugador que, ya os adelanto, pienso seguir en el futuro...
Ritsu Doan es un extremo derecho japonés que llegó a la liga holandesa este año procedente del Gamba Osaka japonés. Pero el Groningen ya se aseguró el fichaje de este talentoso extremo un año antes a cambio de 1.7 millones de euros más un año de cesión para que continuase formándose en Japón. A sus 20 años, todo lo que he podido ver hasta el momento en vídeos y partidos que he podido encontrar, se trata de un extremo zurdo, cuasi-cerrado, jugando por la banda derecha y con la diagonal como principal arma de desmarque y peligro. Su golpeo con la pierna izquierda está muy pulido, siempre muy intencionado y haciendo uso de todas las superficies del pie. Su pierna derecha, si bien es cierto que es de uso tosco, torpe y esporádico, tampoco es de lo peor que yo haya podido ver en zurdos cerrados, ni en calidad de golpeo ni en confianza en el mismo. Por lo general, por mal que un zurdo le pegue con la derecha (o viceversa), sin confianza en el golpeo con la pierna mala, hay muchas situaciones que se pierden en el limbo por no intentarlo siquiera. Por lo que he visto de momento, si la situación requiere impactar con el balón con la pierna mala, lo hace, aunque el resultado sea mejorable (insisto en que quiero seguir viéndolo jugar y acumular más minutos de visionado para poder corroborar todo lo que digo en estas líneas). Pero las limitaciones de su pierna derecha las suple con su zurda, su velocidad, su conducción con el balón siempre pegado al pie, y su regate de nivel medio-alto. Tampoco tira regates excesivamente espectaculares, pero sí muy efectivos. No es tanto Neymar como Robben, por ejemplo. Quizás algo a medio camino, dado que no sólo juega con su cambio de ritmo, también suele tirar de técnica en el control del balón, pero no tiene esa magia brasileña, esa vistosidad. Y además, vistos algunos errores en el control, hace bien en no intentar extralimitarse. Aunque parece tener buen tacto con el balón, algunos controles, no sé si por falta de calidad o por exceso de optimismo a la hora de darse autopases, pero lo cierto es que tiene muchos toques que sobran.
Es un futbolista al que, de verdad, quiero seguir. Porque me resulta una incógnita y una contradicción en sí mismo constante. Como cuando ves a Roberto Baggio fallar un penalti en la final de un mundial o a Bale, Benzema o Suarez pegarle una patada al aire sin impactar con el balón. Esas cosas que tiene el fútbol que uno no termina de explicarse muy bien, he visto unas cuantas en nuestro protagonista de hoy. No puede ser que un jugador que demuestra tener cierto nivel de golpeo que, además, se nota claramente como intencionado, sea capaz de fallar después las cosas que falla, tanto en control de balón como en disparo. Y en lo que a disparos se refiere, el porcentaje de esos "¿que ha pasado?" son alarmantemente altos. Le falta muchísima definición. Y, quizás, sea ese su mayor defecto. Es carne de jugador de mediocre aquel que no es capaz de poner remedio a un aspecto básico y fundamental de su juego. Y un extremo que, siendo zurdo, se empeña en jugar por la derecha para tirar diagonales, no puede tener dificultades para ponerla entre palos. Es más, no vale con no tener dificultades, más bien, un extremo a banda cambiada debería poderse definir también como un delantero caído a banda, ya que su capacidad goleadora debe rivalizar con la del '9' puro del equipo. Y si no es así, a banda natural, que tampoco pasa nada. Con lo poco que he visto de él, puedo decir que creo que estaría mejor aprovechado a banda natural. 13 goles y 6 asistencias en 45 partidos en la Eredivisie no son suficientes, en mi opinión, como para jugar a banda cambiada. Pero en esto entran también las sensaciones del propio futbolista y lo más o menos a gusto que se pueda sentir en una posición determinada. No olvidemos que la polivalencia de un futbolista se considera otra virtud más a tener en cuenta por algo. Y no olvidemos tampoco que tiene 20 años. Le queda, literalmente, toda su carrera por delante. Porque como con 24 años se ponga a enchufarlas... Salah no era nadie hasta que empezó a enchufarlas con el Liverpool. Independientemente del sistema de Klopp, mucho más acorde a las características del egipcio, la posición que ocupa en el campo es la misma que ocupaba en la Roma, Chelsea y Basilea. Y en esos otros equipos nos hemos hartado de verlo mandar balones a la grada. Pero, de repente, a sus 24 años, ha cambiado algo en Salah que lo ha llevado a meter 44 goles entre todos los partidos oficiales disputados con el Liverpool. Como digo, es evidente que Klopp tiene parte de culpa en ese rendimiento, pero también es cierto que algo ha cambiado en Salah. Y lo mismo puede ocurrir con Doan en un futuro. Porque está en la Eredivisie, correcto. No es la liga más fuerte del mundo, y todos entendemos que si allí no "la rompes", de allí no salgas. Bien. Pero eso hay que matizarlo un poco. Está en el Groningen. ¿Qué se puede hacer jugando en el Groningen?. Robben empezó en el Groningen y la gente piensa que es cantera PSV.
También es verdad que por entonces tenía pelo (aporte documental en forma de cromo a la derecha), lo que puede despistar bastante. Pero bromas a parte, creo que también hay que valorar lo que se puede hacer jugando en un equipo que va 16º de 18 equipos. Por detrás de Doan, debería haber 6 señores capaces (alguno por lo menos) de hacerle llegar un balón con ciertas garantías.
En resumen, es un jugador que muestra cosas que permiten entender la decisión de los 33 votantes del Premio Kopa, pero también muchas otras que dejan entrever sus 20 años de edad. Es un jugador que, para mi, tiene muy buena pinta y al que creo que merece la pena seguir de cara al futuro. Siendo consciente de que se trata de una apuesta arriesgada, dejemos que sea el tiempo quién me dé o me quite la razón. De momento sólo diré que está sonando con fuerza para el Manchester City, lo cual es un dato merecedor de artículo a parte sobre la conveniencia o no de tirar ciertos años a la basura sentado en el banquillo, pero eso, como digo, es harina de otro costal...
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